Cuando una idea es buena lo mejor que se puede hacer es llevarla a cabo. En Granada existe un grupo de amigos pertenecientes al club de clásicos 2Pronto Granada, cómo no, apasionados del mundo del automóvil que, tomando unas cervezas y ante la típica pregunta de ¿y por qué no? tuvieron una interesante ocurrencia, ideal para los tiempos de crisis que corren. ¿Por qué no hacer una carrera de 24 horas con coches viejos y presupuestos que rondasen los 1.000 euros, coche incluido? Sí, de esos que todavía no son clásicos pero sí lo suficientemente viejos como para desecharlos para cualquier uso cotidiano. Pues dicho y hecho. Se pusieron manos a la obra e hicieron uno de los eventos más divertidos y bonitos y entrañables que me ha tocado vivir tanto a nivel personal como en mi carrera deportiva o profesional.
Las reglas eran sencillas. Había que hacerse con un coche viejo, que tuviese un mínimo de 20 años y no había que invertir en él en nada que no fuese referente a la seguridad o fiabilidad. Potencia limitada a 150 CV en el caso de los coches pequeños o medianos y hasta 199 CV en los grandes. Debían ser coches atmosféricos y sólo de gasolina. Se admitía un mínimo de cuatro pilotos y un máximos de seis. El resultado fue que los equipos invirtieron una media de 1.500-2.000 euros con el coche y la inscripción incluidas. Sobre esto último los chicos de 2Pronto hicieron un auténtico esfuerzo, ya que en lo 600 euros de inscripción por coche, además del circuito, la seguridad, la organización y demás, había un catering "a la andaluza" disponible las 24 horas y que con una sonrisa te preparaban de todo con cariño y calidad.
Una alineación de primera
Tras una pequeña criba en función del coche y las buenas maneras de cada uno (se pretendía crear un buen ambiente) se llegó a un total sólo de 20 equipos; no había que saturar la parrilla para el primer año. Los coches eran muy variados. Había unos cuantos Golf de distintas épocas, varios y preciosos BMW E30 y E36, uno de ellos con desinteresado apoyo técnico del concesionario Lugauto, que desde aquí agradecemos, y otro perteneciente a un equipo del BMW FAQ, entre otros. Opel arrasó con su número de modelos. Muchos Vectra, Kadett y Astra, Nissan Sunny, Mercedes 300 CE, Hondas, Rover, un Ford Sierra... y, como invitado, un precioso Seat 124 Sport salido de las carreras de clásicos. Para la gran mayoría de los pilotos era su primera carrera. Había de todo, desde la experiencia de un piloto de 80 años a la juventud de otro con seis meses de carnet y mucha PlayStation.
Tras un interesante y estricto 'briefing' de seguridad en el que se dejó claro que esto no era una carrera sino una tanda de 24 horas (importante por temas económicos ya que nos libramos de pasar por las pertinentes Federaciones que hubiesen hecho de este económico evento algo inviable), se dio la salida. Eran las 12 y todos estaban deseando ver que pasaría. ¡Todo un año preparándose para este momento! Al principio, veías a los equipos más prudentes de lo que yo estoy acostumbrado a contemplar en las carreras. Salvo alguna excepción, como la del 124 Sport, la mayoría de los coches se había comprado por menos de 500 euros, por lo que era todo un reto aguantar 24 horas sin parar.
A la entrada del pitlane había un camión cisterna donde repostar. Para evitar jaleos, se limitó a un máximo de 60 euros por depósito y se obligó a que la parada de repostaje durase 10 minutos. Esto, además de contribuir a hacer las cosas con más calma y, por tanto, seguridad sirvió para facilitar los cambios de ruedas, revisiones de los coches, etc. La carrera transcurrió con normalidad. El safety car salía a la mínima. Desde una salida de pista a simplemente limpiar el circuito de grava para evitar problemas. Lo más curioso de todo es que acabaron prácticamente todos los participantes. En 24 horas cayeron tres Vectra, uno por calentón, el otro por avería en un buje y el tercero, el mío, por accidente cuando lideraba la prueba a las 20 horas y con muchas vueltas de ventaja. Así son las "carreras". Uno de los E30 tuvo problemas de embrague y el Ford Sierra acabó estampado contra nuestro Vectra. El resto acabaron enteros, algo que no deja de ser sorprendente puesto que la mayoría eran coches sacados de un desguace. El que más vueltas dio fue el equipo de FuelWasters, un Mercedes 300 muy rápido y bien pilotado que pasó de las 700 vueltas al trazado de Guadix, si bien los ganadores para mi fueron todos los que participamos, que nos fuimos a casa con la sensación de haber disfrutado de lo lindo y por muy poco dinero, unos 300 euros en mi caso.
En 2014, más
La organización ya piensa en 2014, por lo que el año que viene allí estaremos de nuevo. Permanece atento a las revistas Autopista y Motor Clásico, donde en breve te contaré como viví esta experiencia desde dentro. Fue todo un placer, y eso que en esta carrera de 24 horas me gasté lo mismo que me pude haber gastado sólo en sacarme la licencia para correr uno sólo de los Campeonatos de España que he corrido... y la diversión te aseguro que ha sido la misma, en el fondo da igual el coche ¡todas son carreras!