La nueva generación del SUV Audi Q5 presenta múltiples cambios, entre ellos, un interior completamente renovado que "deja anticuado" a todo un Audi RS 7 Performance que probamos hace unas semanas.
El primer Audi Q5 de la anterior generación entró en nuestro banco de pruebas el 4 de octubre de 2008, en aquel caso con un motor de gasolina 2.0 TFSI de 211 CV. Mucho tiempo ha pasado desde ese día, recordemos que solo ha experimentado una ligera actualización en estos más de ocho años de vida comercial. Ahora, recibimos a la nueva generación de este SUV "supuestamente renovado" de arriba abajo, y decimos supuestamente porque hemos encontrado demasiadas similitudes en el tamaño exterior y en la habitabilidad interior.
La primera unidad con motor Diesel en el Audi Q5 la probamos en noviembre de ese mismo año 2008, un 2.0 TDi DPF de 170 CV quattro manual de 6 velocidades, con un nivel de CO2 de 175 g/km. Esta versión consumió, según nuestras pruebas de gasto real, 6,8 l/100 km en nuestro recorrido de carretera y 10,2 l/100 km en ciudad. Aquella variante no contaba con el sistema Stop/Start, registró un peso en báscula de 1.919 kg con techo panorámico eléctrico e incorporaba suspensión neumática.
En el transcurso de los años hemos ido probando diversos Diesel hasta que en 2015 Audi lanzó al mercado el 2.0 TDi Clean Diesel de 190 CV quattro S tronic de 7 velocidades, con unos niveles de CO2 de 149 g/km. Su consumo fue, para los mismos recorridos, de 6,5 y 8,1 l/100 respectivamente. Este sí que montaba el dispositivo Stop/Start, por lo que el consumo en ciudad bajó de manera notable. Su peso fue de 1.902 kg.
Y ahora hemos puesto a prueba el novísimo modelo Audi Q5 2017 con un 2.0 TDi de 190 CV quattro S tronic de 7 velocidades con función de conducción a vela y con unos niveles homologados de CO2 de 136 g/km. A día de hoy las mejoras se hacen notar en materia de consumos con unos 6,2 l/100 km en carretera y unos meritorios 7,8 l/100 km en ciudad teniendo en cuenta su excesivo peso de 1.977 kg, con techo panorámico practicable y suspensión neumática, elemento este último que recomiendo prescindir de él; en su lugar aconsejo el tren de rodaje deportivo por 690 € frente a los 2.385 € de aquella.
Con respecto a la competencia, hay que destacar que un BMW X3 20d de190 CV Xdrive con cambio automático de 8 relaciones y con función de conducción a vela (138 g/km de CO2), consumió 6,2 l/100 km en carretera y 7,5 l/100 km en ciudad (registró un peso de 1.867 kg). Y el otro rival que no podía faltar para dar la bienvenida al nuevo Audi Q5 es el Mercedes-Benz GLC 220d de 170 CV 4Matic 9G-Tronic con función a vela y 1.914 Kg (129 g/km de CO2), el cual consume para los mismos recorridos 6,1 y 7,5 l/100 km, respectivamente.
Nuestra unidad de pruebas del Audi Q5 cuesta 70.130 €, aunque el coche, ya de por sí, con esta configuración mecánica parte de unos casi prohibitivos 54.810 €, un precio que nos parece exorbitado para las sensaciones y calidad que aporta el vehículo, teniendo en cuenta que hoy en día los «generalistas» dan la talla por unos cuantos miles de euros menos.
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