Aún no ha llegado el verano. Pero sí el calor y las temperaturas veraniegas. Y esta vez ha llegado casi sin avisar. Lo mismo puede suceder con tu coche y las averías del aire acondicionado. Con la llegada del calor se multiplican sus revisiones y reparaciones, en gran medida por lo poco exigido que ha estado durante el resto del año.
Por ello, para evitar que nuestro aire acondicionado falle cuando menos lo esperamos y más lo necesitamos, aquí repasamos unos cuantos trucos para que esté siempre a punto.
Aire acondicionado, posibles fallos
Para evitar las saturaciones en los talleres por averías de aire acondicionado o tener que prescindir del coche poco antes de salir de vacaciones, hay una serie de medidas a tomar en cuenta antes de vernos en esta situación.
Si escuchas algún ruido sospechoso al conectar el aire acondicionado o el aire expulsado es muy leve, lleva tu coche hasta el taller para revisar que no haya algún problema en el sistema de refrigeración o que alguno de los filtros esté obstruido.
De igual modo, si notas que en los cristales se concentra vaho a pesar de tener el aire acondicionado encendido, lo más probable es que la carga del gas sea insuficiente. Renovarla suele tener un coste de unos 35 euros. Por último, los malos olores suelen ser sinónimo de hongos o moho en los filtros del aire, por lo que deberás cambiarlos.
Un mantenimiento sencillo
El aire acondicionado tiene un mantenimiento muy sencillo de llevar a cabo y asegurar su buen funcionamiento apenas nos costará unos pocos euros. Ante todo, vigila cualquiera de los problemas anteriores, pero también es una buena idea que cambies el filtro del aire acondicionado cada año o unos 15.000 kilómetros, un poco menos si sueles circular por pistas de tierra.
Limpiar el radiador y comprobar los niveles del líquido refrigerante son dos acciones muy sencillas que deberíamos realizar antes de la llegada del calor más intenso. Además, cada dos años es recomendable hacer una visita al taller para recargar el gas del aire acondicionado.
Mientras circulamos
Una vez que nos hemos asegurado que el aire acondicionado tiene un buen mantenimiento. Hay un par de cosas que tenemos que tener en cuenta a la hora de conducir. La primera de ellas es que la temperatura ideal es de 22 grados, pues por debajo de ella el consumo será sensiblemente más alto. La segunda es que si el coche ha estado al sol, lo mejor es circular durante un tiempo con las ventanillas bajadas. De esta manera, aliviaremos la salida de aire caliente de los conductos y reduciremos su carga de trabajo para reducir la temperatura en el interior del habitáculo.
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