Normalmente, los peores constipados son aquellos que menos esperamos, cuando empieza el buen tiempo, suben las temperaturas… y de un día para otro volvemos a encontrarnos con el frío y la lluvia propia del invierno. Y si nosotros lo sufrimos, nuestros coches también.
Por eso, desde la asociación AEMA-ITV que engloba a las estaciones de la Comunidad de Madrid, nos dan una serie de consejos para que nuestro coche no caiga en “enfriamientos" propios de estos tiempos y acabe sufriendo pequeñas averías que nos den un disgusto en esta última parte del invierno. ¡No bajes la guardia!
Así, entre los consejos más destacados, desde la asociación nos recuerdan que las baterías sufren especialmente con el frío, especialmente con las heladas y las duras temperaturas de la noche. Por ello, si notas que a tu coche le cuesta arrancar, revisa el estado de la batería y cámbiala si es necesario.
Otros elementos a cuidar cuando hace mucho frío son los cristales de las lunetas delanteras y traseras. Si están congelados cuando llegues, no eches un vaso de agua caliente encima, pues puedes provocar roturas. En este enlace te contamos cuál es la mejor manera de solucionar este problema. Del mismo modo que con los cristales, la cerradura también puede congelarse. No fuerces la llave, lo mejor es utilizar agua caliente para derretir el hielo que nos impida abrir el coche.
Además, antes de ponerte en marcha, especialmente ante un viaje largo, comprueba los niveles de los líquidos, especialmente el anticongelante, el del aceite y el del limpiaparabrisas. Vigila también el buen funcionamiento de los faros, ya que las noches siguen siendo largas y son habituales las nieblas a primera hora de la mañana.
Una vez en el coche, mejora el rendimiento de la calefacción y no exijas sobreesfuerzos. Mantén el coche al ralentí un par de minutos antes de encenderla y utilízala poco a poco, de manera progresiva. Además, asegúrate de contar con el mejor calzado. Si el hielo es habitual en tu zona, no es mala idea tener un juego de neumáticos de invierno y otro de verano. Tampoco te olvides de las cadenas.
Por último, recuerda que sea la estación del año que sea, antes de un viaje largo debemos consultar las previsiones meteorológicas, el estado del tráfico y si todas las vías por las que vamos a pasar están practicables. Evalúa dónde pararás a descansar y ten a mano un plan alternativo por si surge un imprevisto.