El sistema de control de ángulo muerto es una de las herramientas más sencillas, simples y funcionales que están incluyendo los últimos vehículos. Consiste en un conjunto de dispositivos que indican con una luz en el retrovisor que otro vehículo se encuentra en nuestro ángulo muerto. Además los hay que, si damos el intermitente en ese momento, también realizan un aviso sonoro en el habitáculo.
Pero, ¿qué sucede si nuestro coche incorpora este sistema de seguridad? En ese caso, debemos enfrentarnos a los ángulos muertos de nuestro coche, espacios en los que otro vehículo desaparece de nuestros retrovisores pese a estar a nuestro lado. Un espacio que, poniendo de nuestra parte, puede reducirse en gran medida o, por el contrario, podemos ampliarlo y correr muchos más riesgos de tener un accidente.
Para mitigar las posibilidades de impacto, los consejos que aportan desde Europa Press son más que evidentes. En primer lugar, mira por los retrovisores en reiteradas ocasiones, ya que, sobre todo en carretera, se circula a gran velocidad y nuestro entorno puede cambiar de un instante a otro. Además, nuestra seguridad aumenta si echamos vistazos rápidos por las ventanillas, aunque estos deben ser muy breves para no perder consciencia de lo que sucede por delante.
En segundo lugar, el consejo más repetido es el de señalizar nuestras maniobras. Utilizar el intermitente es esencial para avisar con tiempo de cuál va a ser nuestro próximo movimiento y que, de esta manera, el resto de conductores estén sobreaviso de lo que vamos a hacer.
La importancia del retrovisor bien colocado
Estos dos consejos anteriores parecen casi una reiteración de lo que aprendimos en la autoescuela pero lo que sí parece que se nos ha olvidado es cómo colocar los espejos de los retrovisores.
Tal y como te contamos en este artículo, no debes tener miedo a abrir el retrovisor. Para que éstos tengan la mejor posición posible, empieza por colocarlos todo lo cerrado que puedas y, a partir de ahí, ve abriéndolos hasta que pierdas la referencia de nuestro vehículo. Ver nuestro propio coche no aporta nada. Además, levántalos, pues dirigirlos hacia el asfalto sólo reducirá la distancia máxima que podemos visualizar.
Por último, tenemos buenas noticias. Como te hemos dicho cada día son más los coches que incorporan los sistemas de ángulo muerto pero es que, además, ya están saliendo al mercado los primeros coches que en lugar de espejos utilizan cámaras, por lo que el ángulo de visión aumenta y, al estar “encerradas" la visión que aporta es mucho mejor en días de lluvia, donde la ventanilla y el propio retrovisor pueden estar mojados.