Cómo proteger tu coche del calor extremo

¡Ozú, qué caló! Al perezón que da salir estos días a la calle con esta temperatura se suma el agobio máximo si, además, tienes que coger el coche: los grados se colocan en la escala de los 40… ¡y subiendo!

Sonia Recio. Twitter: @CocheActual

Cómo proteger tu coche del calor extremo
Cómo proteger tu coche del calor extremo

Seguro que ya has vivido esta situación: verano, el coche aparcado en la calle, al sentarte notas que la tapicería quema, el cinturón de seguridad achicharra y, al colocar las manos sobre el volante o la palanca de cambios, tu cerebro interpreta que has sufrido quemaduras de primer grado.

Las altas temperaturas son muchas veces incompatibles con la conducción: el interior del coche alcanza tantos grados que a veces cuesta hasta respirar. Para hacer más llevadera esta situación, toma nota de nuestros consejos.

Mejor a la sombra

Hay cosas que escapan de tu control, como que haya 43 grados de temperatura o que tu coche tenga una carrocería negra. En lo que sí puedes intervenir es en elegir el lugar donde aparcar: a la sombra.

Ahora toca tomar medidas para reducir la temperatura un poco más, el objetivo es bajar el termómetro unos 10 grados. Lo primero es reducir los rayos solares que llegan al habitáculo colocando un parasol metalizado en el parabrisas frontal, una solución tan simple como barata y efectiva. Además, ayudará a que el volante y el pomo de la palanca de cambios te quemen las manos.

Colocar parasoles laterales o láminas de protección solar sobre los cristales también ayuda. Por menos de 100 euros puedes elegir esta última opción. Si te decides a ello, te recomendamos que acudas a un centro especializado y recibas el certificado de homologación para evitar posibles problemas en tu próxima ITV. Si estás en un entorno vigilado, además puedes dejar los cristales ligeramente abiertos para reducir la acumulación de calor interior.

Ventilando, que es gerundio

Hasta aquí las medidas a tomar para que no suba la temperatura; ahora toca bajar los grados que ya se han acumulado. Antes de subir al coche, abre las puertas unos minutos para que baje la temperatura del interior o, al menos, se iguale a la exterior lo más posible.

Después, pon el climatizador en su posición más potente, con la recirculación puesta. En ese momento, puedes quitar parte del calor creando una corriente de salida abriendo y cerrando rápida y repetidamente una puerta durante al menos dos minutos. Merece la pena el esfuerzo.

El calor provoca fatiga

Tómate estos consejos en serio. El calor provoca fatiga, una disminución en la atención y en la asimilación de información y agudeza visual, además de incrementar el tiempo de reacción del conductor. Todo esto desencadena irritación, calambres en las piernas y problemas de transpiración de la piel.

Traducido a cifras, según un estudio realizado en Alemania, cuando el termómetros supera los 35ºC, los efectos para el conductor pueden llegar a ser similares a ir conduciendo con una tasa de alcoholemia de 0,5 g/l. Ya por encima de los 30ºC se incrementan en un 20 por ciento los errores en la conducción y en un 22 por ciento el tiempo de reacción del conductor.

Además, el calor acelera la aparición del sueño en el conductor, de ahí la importancia de descansar bien antes de subirse al coche, mantenerse bien hidratado y realizar las paradas correspondientes para estirar. Casi un 60 por ciento de los conductores reconoce haber sufrido los denominados micro sueños al volante o quedarse dormido por un breve lapso de tiempo lo que puede provocar un accidente grave.

 

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