El verano es la estación del año donde más viajes se producen, coincidiendo con las vacaciones de la mayoría de los trabajadores, fiestas a lo largo y ancho de todo el país y el puente de agosto, que muchos aprovechan para alargar o adelantar algunos días su periodo de descanso. Por ello, es especialmente importante poner atención a una serie de detalles para evitar que tu viaje se transforme en un infierno. Aquí te dejamos algunos consejos.
Planifica tu viaje con tiempo
Todos nos ponemos un poco nerviosos cuando llegan las vacaciones, un oasis dentro de un año laboral que parece no llegar nunca y que, además, suele traer prisas de última hora. Los días previos a nuestra salida suelen ser frenéticos, ultimando detalles en nuestro puesto de trabajo y preparando la maleta de manera acelerada. Por ello, conociendo que los días anteriores vamos a tener poco tiempo, empieza por diseñar tu viaje con la antelación suficiente.
No te olvides de revisar tu vehículo. Las condiciones extremas de calor veraniego pueden conllevar algún que otro disgusto para nuestro coche, por lo que es importante acudir a un taller especializado las semanas anteriores a nuestra salida y comprobar que todos los componentes se encuentran en perfecto estado, poniendo especial interés en el aire acondicionado, el estado de los neumáticos, los frenos o las suspensiones. Intenta no acudir el último día y a última hora, ya que si es necesario sustituir algo, es posible que las piezas o recambios no lleguen a tiempo.
Revisa qué hacer en caso de emergencia. Lo primero, comprueba que llevas contigo todos los elementos de seguridad, que la ITV está en regla y que cuentas con accesorios como chalecos o triángulos. Una vez revisado esto, no te olvides de repasar qué hacer en caso de emergencia. Conocer a qué distancia tenemos que poner los triángulos, qué hacer para ser vistos en la carretera y cómo esperar en caso de que necesitemos una grúa es indispensable si nos sucede algo imprevisto.
Ten preparadas rutas alternativas. Conocer por dónde vamos a circular y qué otras posibilidades tenemos para llegar a nuestro destino ayuda a limitar los nervios y la ansiedad durante la marcha. Como sabemos, en agosto son frecuentes los atascos en las entradas y salidas de las ciudades, pero también es normal que nos encontremos con vías cortadas parcialmente o en su totalidad por obras. Por ello, es bueno saber con qué carreteras podemos contar como vías de escape en caso de necesidad, lo que limitará nuestra espera en atascos que pueden ser prevenidos o dará pie a que conozcamos localidades y regiones que no nos habíamos planteado en un principio.
El día de la salida
Fija una hora de salida, pero no de llegada. Tener una hora de salida marcada puede ayudarnos a preparar todo con calma y evitar prisas de última hora y, con ellas, olvidar algo importante en nuestra residencia. Eso sí, debemos cuidar a qué hora queremos emprender la marcha. Salir directamente desde el trabajo suele ser una mala idea, pues nos meteremos de lleno en las aglomeraciones habituales y, además, no habremos descansado un mínimo antes de iniciar la marcha.
Pese a establecer una hora de salida, tenemos que tratar de no echar cuentas sobre a qué hora llegaremos a nuestro destino. Obviar cuánto durará nuestro trayecto o a qué hora finalizará nos ayuda reducir la ansiedad mientras conducimos, evitando así el estrés y no teniendo miedo a hacer las pertinentes paradas cada dos horas para desentumecer el cuerpo y despejar la cabeza del conductor.
No sobrecargues el vehículo. Recuerda que cada coche tiene una capacidad máxima de carga que no debe excederse. No cumplir con estas medidas de seguridad puede devenir en un accidente por alcance, ya que la distancia de frenado aumenta tanto por la mayor masa a la que los frenos tienen que hacer frente como a nuestra inexperiencia de conducir vehículos más pesados de lo que estamos acostumbrados. Planea con tiempo qué meter en la maleta para eliminar objetos que pueden ser innecesarios, ordena el maletero de tal manera que la carga más pesada se sitúe al fondo y ten a mano aquello que podamos llegar a necesitar en caso de avería o de parada para descansar.
Cuida tu alimentación y vestimenta. Pon especial atención en la comida e hidratación durante el viaje. No lleves a cabo comidas copiosas que devengan en una digestión pesada, ya que puede entrarte sueño y disminuir tu capacidad de concentración. No te olvides de incluir una botella de agua fría en tus viajes y, por su puesto, nada de alcohol ni drogas. Además, vístete con algo cómodo y fresco, sin olvidar un zapato que sujete bien el pie y con el que estés acostumbrado a conducir.
Las pilas a tope. Tan importante es tener nuestra batería cargada, descansando cuando haga falta, como la del vehículo o la de nuestro móvil. Contar con un dispositivo que pueda funcionar a pleno rendimiento es indispensable en caso de avería o accidente si tenemos que ponernos en contacto con el seguro, la asistencia en carretera o emergencias. Además, en caso de contar con un smartphone podremos visualizar las vías más rápidas y prevenir atascos o carreteras en obras.
Durante la marcha
Usa el carril de la derecha. Puede parecer una perogrullada, pero lo cierto es que muchos de los atascos se producen por un uso indebido del carril izquierdo o central. Utilizar el carril derecho y dejar el resto sólo para adelantar mejora la fluidez del tráfico y puede evitarte una multa.
Pon tus cinco sentidos en la carretera. Mantener una concentración continua en la circulación evita sustos innecesarios, como frenazos, cambios de carril bruscos o no señalizar nuestras maniobras. No zigzaguear y fijarnos en cómo circulan los dos o tres vehículos que nos preceden sirve para conducir más tranquilo y dar esquinazo a colisiones eludibles.
Ahorra combustible. Consumir poco combustible suele ser sinónimo de una buena conducción. Circular a una velocidad sostenida sin superar los límites de la vía mejora la eficiencia de nuestro vehículo y lo notará nuestro bolsillo. Además, esto significará que no hemos abusado de las marchas cortas o de aceleraciones y deceleraciones bruscas, lo que redundará en un buen mantenimiento de nuestro coche.
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