Está claro que, entre unas cosas y otras, en unos años –probablemente menos de los que pensamos- conducir ya no va a ser lo mismo. O, al menos, no va a ser lo que actualmente entendemos por sentarse al volante, estar pendiente de la carretera y de otros vehículos, pisar el acelerador o el freno, engranar una marcha y buscar un sitio para aparcar. De hecho, al paso que vamos puede que dejen de existir los coches privados en el centro de las grandes ciudades.
Dicho esto, toca cambiar el chip y alejarse de una visión apocalíptica para dar la bienvenida a la tecnología. Y en eso estamos, dándole cobertura al último avance que, según Apple, llegará a los coches autónomos cuando estos sean una realidad tangible. En este caso, el invento es la aplicación de pantallas de realidad aumentada para el parabrisas de un vehículo.
Un “mundo real" de pega
Apple ha registrado como Patente Europea un sistema de navegación (VNS) automático que controla los distintos elementos del coche gracias a diferentes sensores que este tiene instalados, tanto fuera como dentro. Entre ellos, cámaras de luz infrarrojas, sensores ultrasónicos y de audio, radares, dispositivos de detección geográfica y sensores cinéticos.
Las pantallas funcionan a través de diferentes interacciones informáticas –más conocidas como interfaces- que sintetizan el mundo exterior que rodea al vehículo y las condiciones interiores del coche, y lo proyectan sobre el parabrisas en forma de realidad aumentada. En la práctica, lo que el “conductor" verá será una representación tridimensional de lo que hay fuera: cruces, límites de velocidad, atascos…
Control de los ocupantes
Además, este parabrisas con realidad aumentada permite que el conductor haga videollamadas en tiempo real, incluyendo entre los destinatarios a otros conductores que compartan la tecnología… y que quieran charlar.
Y para que nada quede fuera de control, los seres humanos que vayan a bordo estarán monitorizados por el vehículo, que controlará los ritmos cardiacos, la velocidad de parpadeo o la posición corporal. De esta manera, si detecta cualquier alteración, podrá proponer una solución como, por ejemplo, parar el médico camino a casa.