En 2012, una presentación en el centro de I D de Ford en Aquisgrán sobre calidad nos abría los ojos. Literalmente. Daba una vuelta al clásico axioma gestión empresarial, aquello de que “no se puede gestionar lo que no se puede medir", y lo convertía en que “no se puede gestionar lo no se puede ver". Y eso, ¿qué tiene que ver con el mundo de las suspensiones? No se puede concebir una suspensión óptima que no sea capaz de reconocer -con antelación- el terreno que pisa.
Es exactamente lo que propone la suspensión DS Active Scan. ¿Te imaginas un boxeador ciego, que no sabe cuándo va a recibir un golpe en sus abdominales? Sí, podría estar siempre en modo tenso, que en un coche equivaldría a una suspensión deportiva. Si esta rigidez constante es inútil para un pugilista, también en un coche, que en realidad pretende ser lo más confortable posible, dentro de la máxima seguridad. De ahí las amortiguaciones variables y pilotadas. Su inconveniente es que reaccionan a las irregularidades, pero cuando ya han comenzado a sufrirlas. Pueden inferir algo para prepararse como el giro del volante, información de freno, acelerador y datos de aceleración, pero a duras penas se anticipan al problema, aunque los mapas de activación cada vez son “más listos" o, al menos, todo funciona más rápido.
Por fin, activa
En el caso del Active Scan, además de la información tradicional de los captadores de altura y acelerómetros para gestionar electrónicamente las válvulas de unos amortiguadores pilotados, se recibe información de una cámara para anticiparse a las irregularidades del firme. PSA dispone de una dilatada experiencia en amortiguadores pilotados y, según la información oficial, Active Scan estará reservada exclusivamente a la marca DS.
Su principal diferencia es que, en caso de un movimiento violento, las amortiguaciones pilotadas no-activas reaccionan con urgencia, como si fuese un susto, llevando el coche a la máxima seguridad… y máximo grado de disconfort. Esto es así porque no saben lo que vendrá, sino lo que ya ha venido y solo relajan si se demuestra que pueden hacerlo con seguridad. Todo sucede muy deprisa, pero está lejos de conseguir el ajuste óptimo, siempre reaccionando, sin previsión. No merecen ser llamadas activas, más bien semi-activas, que no sería muy diferente a decir semi-pasivas.
La propuesta de DS Active Scan: su tecnología
Un tercer ojo acompaña a los ojos del conductor para ofrecer la suspensión más sofisticada del momento, disponible dentro de la opción denominada DS Sensorial Drive. La cámara de vídeo de alta velocidad situada en el retrovisor parece convencional, pero, entre otras funciones, es capaz de “leer" el asfalto. El sistema óptico es capaz de hacer una reconstrucción digital del terreno, mediante el análisis del suelo que se filma entre 5 y 20 metros por delante del coche.
Su capacidad de detección permite revelar cualquier variación en el perfil del suelo de más de 10 milímetros. Con esos datos, el sistema es capaz de establecer una “malla digital" de 100 puntos entre 5 y 10 metros por delante del coche, cada 5 centímetros; y otros 100 puntos medidos cada 10 centímetros en la zona entre 10 y 20 metros delante del coche. Con esta información, el algoritmo es capaz de reconstruir digitalmente diferentes tipologías guardias tumbados, ralentizadores, baches, etc.
Junto con este modelo del terreno que se va a encontrar inmediatamente el DS7, las gestión de la suspensión recibe las informaciones de posición en altura de cada rueda y de tres acelerómetros, con las que el sistema Scan Activ prepara cada amortiguador para suavizar los impactos, sean de compresión o de extensión. La rapidez de cálculo del sistema permite que funcione entre 13 y 130 km/h. Eso sí, funciona cuando se dan condiciones de visibilidad suficientes para la cámara de vídeo. Por tanto, por la noche, nieve o fuerte lluvia, solo los modos Normal o Sport estarán habilitados.