Así prueba Audi la suspensión del A8: con cubos de agua y el maestro de chóferes

No te vamos a engañar, Audi no ha usado chóferes profesionales para entrenar su A8 y sus suspensiones activas, sino ordenadores. Pero sí ha pasado la prueba de fuego: convencer al maestro de chóferes.

Miguel García Puente. Twitter: @Miguelgpuente

Así prueba Audi la suspensión del A8: con cubos de agua y el maestro de chóferes
Así prueba Audi la suspensión del A8: con cubos de agua y el maestro de chóferes

Todos los chóferes de las limusinas en las que llegan los artistas para la entrega de los premios Bafta son de la empresa Parker. Los entrenan como chóferes, los acreditan... y a los mejores les dan trabajo de alta responsabilidad. Al responsable de esta escuela, Eddie Sinclair, le ha llegado una misión fuera de normal: evaluar, como maestro de chófores, la suavidad y las maneras ¡de un ordenador!, el que gestiona las suspensiones del nuevo Audi A8, que ya te contamos que sobre el papel tenía todos los requisitos técnicos para ser una auténtica balsa de aceite e incluso evitar el mareo. Si en ese artículo encuentras la explicación técnica, el nombre comercial lo dice todo, porque denominan Audi AI active suspension, haciendo referencia a la "inteligencia artificial" empleada en el Audi A8.

Botón genérico de Inteligencia Artificial de Audi... la suspensión activa opcional no necesita que lo presiones para actuar

Con las manos en el volante posición "nueve y cuarto", para permitir movimientos extremadamente progresivos, precisos y suaves, porque así una mano equilibra la fuerza de la otra (habéis pillado el mensaje para vuestro día a día, ¿verdad?), la primera prueba era llevar un cubo lleno de agua sobre el capó. Lleno hasta el borde. ¿Sería capaz de conseguir, el maestro de chóferes y los conductores más selectos de Audi, rodar en el circuito sin derramar el agua? Todo lo podéis ver en el vídeo de abajo. Según dicen, sin preparación, sin conducir antes, arrancar y a rodar en la pista de pruebas. Tenemos que creer a Audi, porque allí solo estaban el chófer y Victor Underberg, el responsable del desarrollo de la suspensión del Audi A8. Pero, según cuentan, incluso si el cubo de agua empezaba a deslizar por el capó en alguna curva, nada de agua se derramaba. Por suerte, también hay cámaras grabando, las suspensiones con amortiguación eléctrica del Audi A8 mantiene la horizontalidad en las curvas y no balancea, no cabecea al frenar y acelerar, al menos en las manos del maestro de chóferes. Sin desequilibrios en las transiciones, el agua no se sale del cubo, simplemente, hay un momento en que la curva y el ritmo hacen que todo, agua y su cubo, salgan disparados.

Saliendo a carretera, el chófer pasa atrás, el responsable de suspensiones se pone al volante para que su criatura -y la inteligencia de ese Audi A8- hagan ahora de chófer. La cámara de video frontal capta las irregularidades del firme y el cerebro electrónico (zFAS, lo llama Audi) prepara las suspensiones para lo que venga. Un motor eléctrico en cada rueda, con un par fenomenal (11.000 Nm) mueve a voluntad la carrocería ante cualquier solicitación. La misma cámara que lee señales, detecta peatones o controla las luces inteligentes HD Matrix Led, con sus 138 diodos tipo led y un diodo láser. Según el maestro de ingenieros, el Audi A8 tiene un real desacoplamiento mecánico del mundo exterior, de sus ruidos y de sus vibraciones. El maestro de chóferes lo explica mucho mejor: "como conductor me siento conectado a la carretera, y detrás desconectado, como envuelto en algodón". Con ayuda de la tecnología del coche, "el jefe" al volante pasó el examen como chófer, obviamente. Aunque fuera Audi quien lo dijera, cada día nos ponen más largos los dientes para poder sentarnos en un Audi A8 y sentirnos así, fuera del mundo.

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