El desarrollo de combustibles alternativos a la gasolina y al Diesel sigue imparable, a la espera de que se consolide la tan ansiada electrificación de los coches. Entre las posibilidades bifuel están aquellas basadas en el Gas Natural Comprimido (GNC), el gas licuado de petróleo (GLP), bioetanol y metanol, y entre este último tipo, hay una última opción que está en desarrollo: el Vulcanol.
El Vulcanol se trata de un combustible extraído de la actividad geotérmica de los volcanes. La encargada de sacar adelante la investigación, de dos años a esta parte, es Geely, la multinacional de origen chino que, además, es la empresa matriz de Volvo. De hecho, seis berlinas de la submarca Emgrand, unos Emgrand 7 bifuel, son los “conejillos de indias”.
Islandia, cuyo gobierno ha sido el primero en Europa en establecer un acuerdo de libre comercio con China, está siendo el escenario, y Carbon Recyling International (CRI), de la cual Geely posee acciones, está siendo la encargada de la investigación.
¿Cómo es el Vulcanol?
El Vulcanol no es más que metanol obtenido de forma industrial a través de la misma actividad geotérmica que provee de energía a los hogares en Islandia: se captura el dióxido de carbono o CO2 fósil liberado de la corteza terrestre de los volcanes de la isla y se convierte en este nuevo tipo de metanol a través de fuentes eléctricas renovables. De esta forma, tanto la obtención de este combustible alternativo como su uso son mucho menos contaminantes.
Y de aquí llega su gran ventaja respecto a la gasolina y al Diesel: los resultados hasta este momento cifran la reducción de emisiones de CO2 en un 70 por ciento. Además, el Vulcanol es un combustible completamente sintético que no contiene partículas residuales de los derivados del petróleo, como puede ser el azufre.
Los Emgrand 7 que están siendo utilizados para la investigación cuentan con un motor convencional de cuatro cilindros y 1,8 litros de cubicaje. Pueden ser alimentados por gasolina y por Vulcanol: el hecho de contar con una alimentación bi-fuel viene dado por la necesidad de contar con un combustible de mayor poder calorífico que el metanol para el arranque del motor. En un país como Islandia, con temperaturas muy bajas, el arranque en frío necesita de la gasolina y, una vez alcanzada una temperatura de funcionamiento adecuada, comenzaría a alimentarse del Vulcanol.
La planta de Svartsengi en Islandia puede producir en la actualidad 4.000 toneladas de Vulcanol cada año, por lo que, de completarse la investigación, las expectativas con esta alternativa al Diesel y la gasolina son prometedoras.
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