La seguridad de los coches autónomos, a debate: aún confunden los Stop

Investigadores de la Universidad de Washington han demostrado que un coche autónomo puede ser engañado con unas simples pegatinas.

Alberto de la Torre. Twitter: @autopista_es

La seguridad de los coches autónomos, a debate: aún confunden los Stop
La seguridad de los coches autónomos, a debate: aún confunden los Stop

Al contrario de la corriente que está vendiendo al coche autónomo como más seguro que uno tradicional, investigadores de la Universidad de Washington (Estados Unidos) han demostrado que unas pegatinas pueden ser suficientes para confundir a un vehículo autónomo si un hacker se lo propone.

En un estudio de dichos investigadores, se demostró que un vehículo autónomo reconocía una señal de Stop como una de limitación de 45 mp/h y que ante una señal de giro a la derecha era capaz de interpretarla como una de Stop (deteniendo por tanto la marcha) o como una de carril añadido.

De esta manera, los investigadores ponen en duda la extendida idea de que un coche autónomo es más seguro que uno tradicional e instan a los constructores a poner más empeño en la seguridad cibernética de los automóviles, pues un coche autónomo puede constituir un arma realmente peligrosa si no lee como debiera las señales.

¿Cómo se hackea un coche autónomo?

La investigación también explica cómo han conseguido que el coche de los ensayos no sea capaz de relacionar las señales con su significado correcto. Para empezar, hay que saber que el funcionamiento de un coche autónomo se basa en un detector que recaba información sobre lo que está sucediendo a su alrededor: peatones, marcas viales o señales, entre otros. Dicha información es clasificada en un sistema que analiza lo que sucede y toma la decisión más apropiada.

Estos investigadores señalan que si un hacker es capaz de acceder a dicho archivo y añadir la imagen de una señal con pegatinas estratégicamente colocadas junto a un significado contrario al que en un principio debería tener, el coche autónomo se comportará de manera errónea, tal y como ha sucedido en su estudio. De esta manera, han conseguido confundir al vehículo en todas las ocasiones que se ha probado la señal de Stop trucada y en un 73 por ciento de las veces en las que ha sido protagonista la señal de giro a la derecha con las pegatinas puestas.

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