Spyker C8 Preliator, deportivo holandés hecho a mano

Tras declararse en quiebra hace dos años, Spyker resurge con un deportivo biplaza de motor central llamado C8 Preliator con un V8 sobrealimentado de 525 CV.

Miguel García-Vidal mgarcia-vidal@mpib.es

Spyker C8 Preliator, deportivo holandés hecho a mano
Spyker C8 Preliator, deportivo holandés hecho a mano

La firma holandesa Spyker se creó a finales del siglo XIX, primero como constructora de coches y más tarde también de aviones, hasta que hacia 1926 cesó su actividad declarándose en bancarrota. Mucho más tarde, en el año 2000, se recuperó su nombre para una marca de superdeportivos hechos a mano, incluso llegó a tener un equipo de Fórmula 1, hasta que en 2014 quebró. Ahora resurge de sus cenizas con la presentación en el marco del Salón de Ginebra 2016 del Spyker C8 Preliator, como sucesor del C8 Aileron. Con un coche, como sus antecesores, de claras reminiscencias aeronáuticas así como al pasado de la marca.

Spyker C8 Preliator, guerrero

El C8 Preliator se va a manufacturar en Coventry (Reino Unido) en una edición limitada únicamente a 50 unidades. Su nombre, que proviene del latín, significa guerrero. Su bastidor combina fibra de carbono y aluminio, material que también emplea en suspensiones y distintos elementos de la carrocería. Gracias a ello, su masa se contiene en 1.390 kg.

Cuenta con un propulsor 4.2 V8, de procedencia Audi, que gracias a la sobrealimentación por un compresor volumétrico alcanza 525 CV a 6.800 rpm y 61,2 mkg a 3.500 rpm. Su fuerza se envía al eje trasero, donde encontramos un diferencial de deslizamiento limitado Drexler. Se puede elegir con cambio manual Getrag, con parte de su varillaje a la vista, o un automático por convertidor de par de ZF, ambos con 6 velocidades. Su velocidad máxima es de 322 km/h mientras que es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 3,7 segundos según reza en sus datos oficiales. Los frenos, firmados por AP Racing, ofrecen discos de acero ventilados y perforados de 350 y 332 mmm, con pinzas de cuatro pistones, aunque opcionalmente pueden ser de carbocerámicos.

Spyker C8 Preliator, más en todo

Comparado con su antecesor es algo más grande, con 4,63 metros de longitud, 1,95 de anchura y 1,20 de altura. Posee elementos de diseño tan característicos como su techo de cristal con un embellecedor de oro en su zona posterior a juego con la tapa del motor, que también está a la vista gracias a su cubierta protectora transparente. Tampoco pasan inadvertidas las luces traseras de led en acero que simulan los sistemas de postcombustión de los aviones o las llantas de 19” acabadas en espejo pulido con el diseño de los álabes de las turbinas de un motor de aviación.

En su interior mantiene un aire retro. Nada de pantallas multimedia y sí mucho reloj analógico sobre un tablero de aluminio con aireadores que parecen turbinas. Dos Head Up Display o la conexión Apple Car Play se encargan de recordarnos que conducimos un coche del siglo XXI. Se pueden elegir hasta 14 tipos distintos de piel, incluso un juego de 5 maletas firmadas por Louis Vuitton para sus 120 litros de maletero. Su precio parte en 324.900 euros, a los que no hay que olvidar sumar los impuestos de cada país, que en nuestro mercado elevan el montante final en un 21 por ciento de IVA más un 14,75 de Impuesto de Matriculación.

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