Se ha hecho esperar, ¡mucho! Nada menos que desde 2003 en que fue presentado en el Salón de Detroit el prototipo Maserati Kubang que prefiguraba al primer SUV de Maserati, pero por fin va a convertirse en realidad, como podíamos pensar cuando reapareció en el Salón de Frankfurt de 2011, y va a poder competir con los más grandes Audi Q7, BMS X6 o Porsche Cayenne.
Su nombre es Maserati Levante, en honor ese viento mediterráneo capaz de pasar de brisa a galerna en pocos minutos, y en su diseño aparecen claras asociaciones al estilo más clásico de la marca italiana. De ahí su frontal largo y agresivo, inspirado en el prototipo Maserati Alfieri, con la parrilla delantera reinventada de un modo que acentúa su poderío. En el lateral, no faltan las tomas de aire en la aleta delantera que tanto identifican a tanto a los deportivos como a las berlinas de la marca y denotan su condición de coche con el motor delantero, o las líneas de tensión que recorren todo el lateral . Al tiempo, las ventanillas sin marco, el logo del tridente en el pilar C y una zaga afilada, con un pequeño vidrio trasero sugieren cómo estamos ante un todo Maserati o, lo que es lo mismo, un coche de muy altas prestaciones, que en este caso también será capaz de salirse del asfalto y adentrarse en pistas y caminos.
La aerodinámica ha sido un elemento muy cuidado en el Maserati Levante. Así, no sólo cuenta con un Cx de 0,31, una cifra razonable para un SUV de cinco metros de longitud, sino que ésta de modifica dependiendo de la conducción. La parrilla activa, con láminas capaces de cerrar o abrirse dependiendo de la necesidades para permitir respirar al motor o deslizarse a alta velocidad. Además, gracias a la suspensión neumática, la altura libre al suelo se reduciría, haciendo que pasase menos aire por debajo de la carrocería y mejorando así la penetración aerodinámica.
El interior del Maserati Levante ofrece espacio para cinco pasajeros y un maletero de 580 litros de capacidad, con apertura eléctrica de serie, algo no excepcional para un vehículo con 3 m de distancia entre ejes, aunque como es habitual en un deportivo, los verdaderos protagonistas son los pasajeros delanteros. Así no sólo cuentan con asientos calefactados y ventilados, sino que éstos están diseñados para aportar comodidad y sensación de lujo. Se enmarcan en un habitáculo presidido por una enorme pantalla táctil de 8,4” y el conmutador de modos de conducción y una sensación de elegante dinamismo.
La mecánica del Maserati Levante
Quien piense en un Maserati Levante va a poder elegir entre tres motores diferentes. Se trata de un motor Diesel, de 3 litros y 275 CV y dos gasolina, también V6 con 350 y 430 CV. Todos ellos son de inyección directa, se encuentran sobrealimentados por turbos en paralelo y se asocian a un cambio automático de 8 velocidades y origen ZF y a la tracción Q4 a las cuatro ruedas, aunque, lógicamente, sus prestaciones van a resultar tan diferentes como su consumo. Así irán de los 6,9 s en el 0-100 del Diesel a los 5,2 del más potente gasolina, capaz este de alcanzar los 264 km/h.
Aunque tan importante como su velocidad punta puede ser el modo en que plasme su capacidad dinámica. Ésta se regula mediante cuatro modos de conducción que no sólo van a regular la respuesta del motor y los umbrales de actuación de los sistemas de control de estabilidad, sino que también modificarán la altura al suelo de la carrocería, con 85 mm entre su nivel más bajo, que convertiría al Levante en el SUV con el centro de gravedad más bajo de la categoría, y el más alto, para un total de 6 pasos.
La clave de esta variación es su sofisticada suspensión neumática, con los muelles tradicionales sustituidos por unos neumáticos de alta presión con dos acumuladores de presión y un compresor específico que alimenta o libera presión del conjunto. Se complementa con unos amortiguadores Skyhook de control electrónico que modificarían su tarado dependiendo del modo de conducción, pudiendo pasar de la suavidad necesaria para circular por pistas a la firmeza de una carretera de alta velocidad.
La tracción es a las cuatro ruedas, si bien en circunstancias normales va a funcionar como un auténtico deportivo de propulsión trasera. Sin embargo, dependiendo de las necesidades detectadas por los sensores de velocidad, motor, dirección, etc, el embrague central multidisco va a acoplarse más o menos, enviando par a las ruedas delanteras prácticamente en tiempo real hasta un máximo de un 50% a cada eje que aseguraría la tracción en terrenos complicados. Ésta se apoya, en el sistema de control vectorial de par y un diferencial central mecánico de deslizamiento limitado (tarado al 25% en aceleración y un 35 % en retención) para ayudar a mantener tanto el control como la emotividad que se espera de un Maserati.
El equipamiento del Maserati Levante
Además de montar luces bi-xenón de serie, el Masarati Levante va a poder equipar otras autoadaptativas de led capaces de modificar su intensidad y dirección para evitar posibles deslumbramientos al cruzarse con otros vehículos. No se echarán en falta equipos de audio de primer nivel, entre ellos el Premium Harman Kardon y un Bowers & Wilkins, ni un sistema de sensores de calidad del aire que evitarían la entrada al habitáculo de aires polucionados.
La seguridad activa también ha sido cuidada. Así, cuenta con un sistema de control de descenso, el control de velocidad de crucero con función de frenado automático capaz de mantener la distancia frente al vehículo anterior, un equipo de cámaras perimetrales y los cada día más habituales avisos de inminencia de colisión frontal capaces de reducir automáticamente la gravedad de una colisión al aplicar cierta fuerza de frenado.