La bicicleta está llamada a ser el medio de locomoción de la ciudad del siglo XXI. No sólo no contamina, sino que su uso es barato, supone un beneficio para la salud y aumenta el rango de utilización tanto en distancia como en tiempo respecto a desplazarse a pie. Por si fuera poco, está permitido llevarlas en transporte público y algunas, plegables, pueden «dormir» en el maletero de cualquier coche, constituyéndose como un complemento a éste al poder dejarlo en alguno de los aparcamientos disuasorios gratuitos y convertirnos en ciclistas urbanos. Por ello, te hemos preparado un informe con las mejores bicicletas plegables que podemos guardar en un maletero.
Rymebikes Pro Verde
Aunque es una de las bicis que más espacio ocupan en un maletero, la RymeBike transmite sensaciones de bicicleta «de verdad» ya que tiene una rigidez lateral alta, resulta ágil y es muy rápida, de modo que es algo más que una mera bicicleta plegable de uso ocasional. Llama la atención por la seguridad que transmite la precisión en su conducción y unos frenos de disco hidráulicos que van a poder funcionar de manera efectiva bajo cualquier circunstancia meteorológica.
Su cambio es un Shimano de 9 marchas que permite una buena variedad de opciones de desarrollo al poder elegir entre aplicar potencia a los pedales o una cadencia más alta, aunque se le podría pedir uno un poco más abierta para ser incluso más versátil. Destaca, además por los accesorios como varios tipos de guardabarros y portabultos que permiten darle un toque más utilitario.
Llama la atención lo sólida que se nota la dirección, con un tubo cónico que sube hasta el manillar y facilita su control en marcha, y su sistema de plegado, con unos cierres de impecable tacto.
Dahon Pop
Dahon es una de las marcas más potentes y expertas en bicis plegables, con un catálogo de oferta muy amplio. De ellas, la que menos espacio ocupa en un maletero sería la Pop. Es una bici pequeña y sencilla que aunque sin grandes innovaciones lleva lo esencial para desplazamientos urbanos. De hecho cuenta con guardabarros y portabultos. Sus pequeñas ruedas, de 16”, la ayudan a ser ligera y muy compacta, aunque no se recomienda para personas muy grandes —para éstas, Dahon tiene otros productos—.
Su punto débil puede ser la carencia de un cambio de velocidades que ayude cuando empieza a haber cuestas, aunque hay que reconocer cómo así también va a ser menos susceptible de averiarse.
Sorprende su larga tija de sillín, que integra una bomba de pie con bloqueo de válvula y destaca por su sistema de plegado, con un tacto firme y eficaz por cómo asegura cuadro y manillar.
Es la más barata del lote y la que menos espacio requiere, pero no está indicada para personas de más de 1,75 m y 80 kg.
B’Twin Tilt 700
En 10 segundos podemos plegar la B’Twin Tilt 700 y tenerla lista para meterla en el maletero de nuestro coche. La razón es el sistema desarrollado por los ingenieros de Decathlon que no sólo permite recogerla accionando el sistema Tilt desde el sillín, sino que además puede quedarse recogida en un modo Trolley, de plegado parcial que permitiría llevarla rodando por el suelo apoyada en sus dos ruedas, sin tener que sostenerla a pulso.
El cambio se integra en el buje trasero, una solución que da la máxima limpieza, requiere poco mantenimiento y evita elementos externos que puedan golpearse o engancharse. Sin embargo, sólo cuenta con tres relaciones y no va a ser demasiado versátil en zonas de orografía complicada.
Es una bici práctica, plena de soluciones ingeniosas como el guardacadenas integrado en el propio cuadro, la tija del sillín no totalmente extraíble —evitaría robos—, aunque es menos ligera que la mayoría de sus competidores.
Quipplan q20 F08 City
Es la bici plegable más cara y de peso más elevado, lo que costaría introducirla en cualquier maletero de coche. Pero dicho esto apenas hay algún punto débil en esta Quipplan. Lleva el cambio de marchas, Shimano de 8 velocidades, integrado en el buje trasero; su transmisión por correa dentada sin mantenimiento va a evitar manchas en el pantalón y, por si fuera poco, cuenta con un motor eléctrico que nos ayudará en las subidas más complicadas como ese amigo más fuerte que nosotros que nos empuja cuesta arriba.
Dispone de tres modos de asistencia Boost, Tour y Eco que permiten configurar tanto la asistencia al pedaleo, como jugar con la autonomía —de hasta 90 km en el modo Eco—. Es la única, además, que permite modificar la postura de conducción al poder ajustar la potencia de su manillar en altura y alcance, haciéndola más o menos deportiva.
V’Lec Pocket
Sorprende que sea eléctrica la bici plegable más ligera de este informe. Baja de los 11 kg y su pequeño motor de 160 vatios montado sobre la horquilla delantera añade un plus cuando se trata de vencer alguna rampa. La batería va integrada en el interior del chasis y no hay que desmontarla para cargarla. Si bien su autonomía no es brillante, unos 30 km, sí va a bastar para la mayoría de los usos.
En el apartado de puntos a mejorar estaría una mejor integración de los componentes al plegarse ya que piezas como el manillar o la tija del sillín quedan demasiado separadas del resto del conjunto y podrían dar algún incómodo enganchón. Sin embargo, el poco volumen que ocupa una vez plegada y su ligereza le hace ser una opción de lo más atractiva.
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