La tecnología avanza que es una barbaridad… en materia de seguridad vial, los diversos entes especializados en la materia –en el caso español, la DGT- no escatiman en esfuerzos y en inversión económica para invertir en instrumentos tecnológicos para controlar y vigilar el tráfico. En el caso de nuestro país, a los radares fijos les sucedieron los radares móviles y poco después, los helicópteros y las avionetas. Recientemente, la DGT ya ha equipado varias decenas de motocicletas con radares portátiles incorporados, mientras que dentro de poco tiempo, también podrían empezar a usarse drones para multar desde el aire, al igual que ya hacen sus “compañeros” Pegasus. Pues bien, en el futuro, los coches que conducen solos también podrían multar.
La tecnología que podría permitir a los coches autónomos multar en el futuro y controlar el estado del tráfico ha sido patentada hace unos días por la marca estadounidense Ford, según informan medios de comunicación de habla anglosajona como The Daily Mail y The Washington Post. El coche patrulla de policía del futuro sería un vehículo autónomo capaz de seguir a los conductores infractores, controlar la velocidad, emitir multas y realizar operaciones de control de las diversas imprudencias que pudiesen cometer los automovilistas, tales como hablar por el móvil o no llevar puesto el cinturón de seguridad.
Gracias a la tecnología ya presente en muchos coches conectados que comparten información entre sí, los coches patrulla autónomos también podrían recibir datos de otros vehículos junto con el tráfico y las cámaras de vigilancia, combinándose con un software específico de reconocimiento de la placa de matrícula para rastrear los movimientos de los vehículos. De esta forma, se crearía una red inteligente de control de tráfico que evaluaría todo tipo de situaciones en tiempo real, no sólo se vigilarían las infracciones, sino también los posibles accidentes de tráfico que puedan suceder y emitir de este modo una respuesta más rápida y efectiva a los servicios de emergencia.
(Foto: Oficina de patentes en Estados Unidos)
En el momento de patentar esta tecnología, fuentes de Ford Estados Unidos comentaron que "las tareas rutinarias de la policía, como emitir multas por exceso de velocidad o no detenerse en una señal de stop, pueden automatizarse para que los agentes de policía puedan realizar tareas más importantes que no pueden automatizarse y que requieren la intervención humana".
Para controlar de la forma más eficiente el tráfico y, por tanto, a los posibles conductores infractores, el vehículo patrulla autónomo también incorporaría las últimas soluciones en materia de inteligencia artificial (AI), lo que le permitiría distinguir buenos lugares en una carretera para poder “esconderse” y “cazar” in fraganti a los posibles conductores que excedan los límites de velocidad.
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