Primero lo adelantó el director general de Tráfico, Pere Navarro, durante sus primeras comparecencias tras su nuevo nombramiento, y ahora ha sido el propio ministro del Interior, de quien depende la DGT, el que lo ha confirmado. Fernando Grande-Marlaska ha aprovechado una reunión con las asociaciones de víctimas de accidente de tráfico en la sede del Ministerio para garantizarles toda su colaboración en la lucha contra lo que ya considera “violencia vial".
Entre los planes que ya estudia el departamento de Interior, Marlaska confirma como prioritario en la lucha contra la seguridad vial la reducción de la velocidad en las carreteras convencionales, las que según las estadísticas de cada año se concentran sin duda la mayor parte de los accidentes de tráfico, y los más graves. Aunque en esta ocasión no ha detallado las medidas, el propio ministro aseguró hace unos días en una comparecencia en el Senado que el objetivo era fijar el nuevo límite de velocidad en las carreteras secundarias en 90 km/h, por lo que todas las de 100 (unos 7.000 km de vías secundarias) lo rebajarán. El límite de 80 km/h queda abierto a casos muy concretos y estudiados.
Revisión del Código Penal
Las asociaciones de víctimas de accidentes de tráfico han pedido también al ministro del Interior una revisión urgente del Código Penal para revertir la reforma que se aprobó en 2015 por la que muchas conductas quedaron despenalizadas. En este sentido, el presidente de la Asociación Estatal de Víctimas de Accidentes DIA, Francisco Canes, ha declarado que “no puede ser gratis matar", peticiones que han sido recogidas por Grande-Marlaska quien se ha comprometido a estudiarlas con “seriedad y profundidad".
Una de las medidas que también pondrá en marcha Tráfico en la lucha contra la seguridad vial será el aumento en el número de radares. Pere Navarro ya confirmó hace unas semanas esta iniciativa, asegurando que “lo siento, pero es el único medio que tenemos". La DGT comparó entonces los 7.200 aparatos de control de velocidad que tiene Reino Unido o los 4.000 de Francia, con los 1.000 de España. Las asociaciones de víctimas también consideran imprescindible esta mayor implantación.
Por último, Grande-Marlaska también ha manifestado su intención de reformar el carné por puntos, por ejemplo contemplando nuevas y más duras sanciones para distracciones como el uso del móvil. El objetivo de Interior es dar además nueva formación a los futuros conductores. La preocupación en el seno del ministerio del Interior es evidente ante el aumento en el número de víctimas en los últimos 4 años.