La DGT lo reconoce: la velocidad no es la primera causa de accidente mortal

Las distracciones provocan ya 1 de cada 3 accidentes mortales, según los últimos datos de la DGT. Con el uso del móvil en aumento, la DGT inicia una nueva campaña de concienciación.

Jordi Moral. Twitter: @jordimoralp

La DGT lo reconoce: la velocidad no es la primera causa de muerte
La DGT lo reconoce: la velocidad no es la primera causa de muerte

Tras la polémica generada por lass última declaraciones del nuevo director de la DGT, Pere Navarro, donde anunciaba más radares y límites de velocidad más bajos para hacer frente a la alta siniestralidad registrada en nuestras carreteras en el último año, los últimos datos publicados por Tráfico recogen que las distracciones son ya la primera causa de accidente. En el balance de 2017, la DGT asegura que genera ya un 33 por ciento de los siniestros con víctimas, por delante de la velocidad (29%) y el consumo de alcohol (26%).

La publicación de estos porcentajes los hace públicos la DGT el día que anuncia una nueva campaña de vigilancia y concienciación de los peligros que suponen las distracciones en la conducción, y que se llevará a cabo entre los días 17 y 23 de septiembre. Esta acción se enmarca como adhesión a la programada por la Organización Internacional de Policías de Tráfico (TISPOL), a la que pueden sumarse todas las policías municipales y de comunidades autónomas. En esta ocasión, además, la asociación ASPAYM colaborará de nuevo con la DGT a través de personas voluntarias con lesión medular víctimas de accidentes de tráfico, que acompañarán a los agentes de tráfico para realizar los controles.

Usar el móvil, como conducir borracho

Como trasfondo de toda esta problemática con la distracción al volante emerge, cada día con más fuerza, el uso del móvil al volante. Marcar un teléfono, responder a una llamada, leer o contestar un whatsapp, manipular el navegador o utilizar las redes sociales son prácticas desgraciadamente extendidas en el coche y que suponen apartar la vista de la carretera durante bastante tiempo.

Según la DGT, tras un minuto y medio de hablar por móvil (incluso con función manos libres) el conductor no percibe el 40 por ciento de las señales, su velocidad media baja un 12 por ciento, no guarda la distancia de seguridad, el ritmo cardíaco se acelera bruscamente durante la llamada y se tarda más en reaccionar, entre medio segundo y dos segundos más de media. Los estudios advierten incluso que su peligrosidad puede llegar a ser equiparable a la conducción con exceso de alcohol.

Además del uso del móvil, la DGT advierte también del peligro del sueño y la fatiga, dos causas importantes de accidentes sobre todo presentes en las colisiones por alcance, las salidas de vía o las invasiones de carriles contrarios.

La DGT concluye también recordando que la ley de seguridad vial considera como infracción grave conducir utilizando manualmente dispositivos de telefonía móvil, navegadores o cualquier otro sistema de comunicación, así como conducir empleando cascos, auriculares o cualquier otro dispositivo que disminuya la atención del conductor. Este tipo de actuaciones puede suponer multas de 200 euros y pérdida de 3 puntos en el carné.

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