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Volkswagen Touareg V6 TDI

Conscientes de que la virtud se encuentra en el término medio, los responsables de Volkswagen han lanzado el Touareg V6 TDI, un modelo que se intercala entre el impresionante V10 TDI y el discreto R5 TDI, colocándose como la opción más equilibrada y racional de la gama.

Volkswagen Touareg V6 TDI
Volkswagen Touareg V6 TDI

Entre el velocísimo Volkswagen Touareg V10 TDI y el muy tranquilo R5 había un hueco enorme en la oferta Diesel del SUV alemán, y estaba cantado que en un plazo más o menos breve debería llegar un nuevo vehículo que se intercalara entre estos dos modelos. La llegada de la versión V6 TDI que analizamos en este número cubre ese escalón, y lo hace además configurando un producto que tiene en su equilibrio una de sus virtudes más destacadas.En este sentido la auténtica estrella del nuevo modelo es su propulsor, un moderno tres litros turbodiesel con arquitectura V6 a 90º que desarrolla una potencia de 225 caballos a 4.000 rpm y un par de 500 Nm a 1.750 rpm. De la modernidad de este propulsor y de su alcurnia dan fe no sólo esa arquitectura V6, sino su sistema de inyección directa con tecnología piezoeléctrica, directamente heredada del Phaeton. Esta tecnología no sólo representa un importante avance tecnológico, sino que en unión del turbocompresor de geometría variable y del generoso intercooler, componen un conjunto capaz de entregar unas prestaciones de primerísimo nivel.En este sentido el Touareg V6 TDI representa un salto cualitativo muy importante respecto del R5TDI. De hecho, invierte casi 2,5 segundos menos en acelerar de 0 a 100 km/h o en recorrer el kilómetro con salida parada.Los adelantamientos son también sensiblemente más rápidos y seguros, hasta el punto que en la medición de recuperación menos favorable, es decir, la de los 1.000 metros en D desde 50 km/h, utiliza 5,6 segundos menos de lo que acreditó el R5 TDI en la marcha más favorable. Si de lo que hablamos es de un adelantamiento, necesita poco más de 200 metros y sólo 7,2 segundos para pasar de 80 a 120 km/h. Como se ve, unas cifras ciertamente favorables si tenemos en cuenta que estamos hablando de un coche que ha superado las 2,4 toneladas de peso en nuestra báscula.Ciertamente los consumos han crecido algo respecto al R5, pero mucho menos de lo que, en proporción, lo han hecho las prestaciones. Cierto es que los 12,8 litros que ha consumido de media nuestra unidad de pruebas pueden parecer algo altos, pero se han conseguido en una utilización ciertamente rápida. Con una conducción más pausada es fácil rebajar esa cifra hasta los poco más de 10 litros cada 100 kilómetros que publicita la marca. Y esa es una excelente cifra para un vehículo de sus dimensiones y peso. En el buen rendimiento del motor V6 tiene mucho que ver el cambio que acompaña al V6. Y es que la caja automática Tiptronic de seis velocidades con que venía equipada nuestra unidad de pruebas es todo un ejemplo de suavidad, incluso en el modo manual secuencial. No obstante esta caja, que disfruta de unos desarrollos muy bien escalonados ya que sus seis velocidades permiten cerrar bastante las relaciones entre sí, presenta una gestión demasiado burguesa. Entendemos que deba ser así en el modo «D», en el que es lógico que prime la suavidad, pero ofrece un funcionamiento soso cuando se pretende practicar la conducción más deportiva a la que debería dar acceso el modo manual secuencial. Por desgracia ni se exprime al máximo el motor en fase de aceleración, ni se reduce a la orden de la palanca si el régimen de giro del motor es algo elevado. Esta forma de funcionar salvaguarda la integridad del motor, pero también impide aprovechar toda su aceleración o capacidad de retención.