4x4

Ruta 4x4: Solsona - Montblanc

Esta ruta une Solsona y Montblanc, pasando por Cervera, tres ciudades medievales, capitales de las comarcas catalanas del Solsonés, la Conca de Barberà y la Segarra, respectivamente. Un recorrido a través de una zona que fue durante siglos línea fronteriza entre territorios árabes y cristianos.

Ruta 4x4: Solsona - Montblanc
Ruta 4x4: Solsona - Montblanc

Atravesamos sucesivamente la Malagosa y Viladrosa para iniciar una bajada por la cuerda del Barranc de Cranel. La pista, excelente, circula por un terreno agreste, ofreciendo espléndidas vistas sobre el barranco. Ascendemos por la ladera del Torrent de Pasterola para cruzar las estribaciones de la Serra de les Valls. Tras coronar y avanzar brevemente por la cuerda, disfrutando de amplias vistas, iniciamos una fuerte bajada hacia un valle verde salpicado de islas de árboles. Cruzamos la carretera C-1412 y seguimos una excelente pista entre cultivos verdes salpicados de pequeñas casas de labor. Un suave descenso por unas cortas gargantas, la parte central es una sucesión de cultivos, nos acerca al cauce del río Llobregós (casilla 55). Pasamos junto al Mas del Sot, en ruinas, y seguimos el curso un par de kilómetros para cruzarlo cerca de Puig-arner. Dejamos el Llobregós ascendiendo por la ladera izquierda, una retorcida subida con continuas revueltas. La pista, estrecha en algunos pasos, tiene un firme roto y pedregoso, un recorrido algo lento. Un último tramo arcilloso, entre sembrados, nos lleva hasta una excelente pista que avanza por un amplio valle cultivado. Un cómodo y rápido trayecto pasando junto a Cal Mutxatxa, una granja de cría de cerdos muy moderna, Cornudella y el Mas de Cenil nos acerca hasta Guissona. Entramos en Guissona y seguimos la Avinguda de Cervera. Justo en el cartel de salida de la ciudad cogemos una pista que sale hacia la izquierda (casilla 66). La pista, de tierra compacta, avanza entre sembrados delimitados por hileras de árboles y, en algún tramo, entre vallas de piedra. Tras pasar el Torrent de Terrauba por un pequeño puente, la pista recorre un corto tramo encajonado entre dos paredes de unos cinco metros de altura. Pasamos cerca de Bellvall, que queda a la derecha, la pista sigue entre campos de labor hasta llegar a El Llor. Enfrente de la iglesia seguimos la carretera secundaria L-312 durante un kilómetro, para llegar a la L-324. La seguimos 150 metros para coger una pista que sale hacia la derecha y pasa junto al cercano Castell de Meia y su ermita (casilla 79). Pasado el castell la pista se estrecha y avanza entre campos de labor. Una suave bajada nos lleva a circular por la ladera de un pequeño valle cubierto de cultivos y encinas. La pista, algo arcillosa, mejora al desembocar en una excelente y ancha pista que circula junto al cauce del río Sió. Seguimos el fértil valle, pasando cerca de la Prenyanosa y Malgrat, hasta llegar a Castellnou de Oluges. A la salida del pueblo hacemos un corto tramo de asfalto para acceder a una pista arcillosa, algo pedregosa al principio, que nos lleva a cruzar la carretera L-311. Un corto tramo entre cultivos nos acompaña hasta Cervera.

Salimos de Cervera por la carretera L-214, que lleva hacia Rocafort de Queralt. Recorremos algo menos de kilómetro y medio para acceder a una pista que cruza el cauce del Riu d´Ondara. Después de pasar junto a la ermita circular de Sant Pere Gros, seguimos entre sembrados con la presencia de Cervera, a la izquierda, en alto. Después de cruzar la L-214 recorremos un excelente tramo de pista en el que se alternan cultivos con zonas agrestes. Pronto destaca en lo alto el castillo de Granyena de Segarra. En las afueras del pueblo cogemos una pista ancha y buena que inicia una corta bajada para circular por el Torrent de Vilagrasseta. Seguimos el cauce junto a la ladera derecha. El terreno es una agradable mezcla entre sembrados y paisaje agreste. Entre los cultivos hay islotes, de pinos principalmente. Cuando se cruzan se tiene la sensación, fugaz, de estar atravesando un bosque. La pista nos lleva hasta la carretera LV-2101, un kilómetro por asfalto nos acerca a Verdú.

En la entrada del pueblo cogemos una pista que sale hacia la izquierda y avanza entre sembrados y casas de labor. Un cómodo recorrido a través de una ancha pista de excelente firme nos lleva hasta las cercanías de Guimera (casilla 121). Nos desviamos hacia la derecha para recorrer otro tramo de excelente pista junto al cauce del Riu Corb. Avanzamos entre sembrados, flanqueados por almendros y pinos. En la ladera de enfrente sobresale la silueta del castillo de Ciutadilla. Una bajada pronunciada nos lleva hasta la carretera C-240, la seguimos un par de kilómetros para llegar a Nalec. A la entrada del pueblo cogemos una pista que sale hacia la derecha. Un cartel indica que lleva hacia Rocallaura, Vallbona de les Monges, Omells de Nagaia y Espluga Calva. La pista, ancha y lisa, rodea el pueblo, ofreciendo una bonita vista de las casas sobre el barranco. Una corta subida nos aleja del barranco y nos lleva a atravesar una extensa llanura entre cultivos, olivos y almendros, atravesando ocasionales islotes de pinos. En la casilla 130 seguimos hacia la izquierda, dirección Belltall, hacia la derecha iríamos hacia el monasterio cisterciense de Vallbona de les Monges. La pista, ancha y de firme excelente, se interna por una zona de sierra entre pinos y olivos que se alternan con zonas agrestes. Un tramo circulando por la cuerda nos ofrece atractivas panorámicas de un paisaje montañoso dominado por los tonos verdes. Una pronunciada bajada, cruzando Rocallaura, nos lleva hasta la carretera LP-2335. A la salida del pueblo seguimos una pista no muy ancha y algo pedregosa que inicia una bajada para circular por un valle encajonado entre las sierras del Manantial a derecha y Socarrat a la izquierda.

Un recorrido cómodo, siguiendo una pista excelente que atraviesa una sucesión de campos de labor nos lleva a coronar la Serra del Tallat (casilla 139). Desde este punto la pista, de firme arcilloso y algo roto, baja entre pinos por la ladera de un suave barranco. El descenso nos acerca hasta Solibella, situada en un amplio valle cubierto de cultivos. Salimos del pueblo siguiendo la carretera C-240 para coger una ancha pista arcillosa que avanza entre campos de labor y vides. Un corto recorrido que acaba en la carretera TV-2336. Seguimos asfalto, rodeando Blancafort, para acceder a una pista que avanza entre sembrados por un amplio valle flanqueado por las lejanas cumbres de la sierra Carbonaria. Un recorrido en el que se alternan campos de labor, olivos, vides y almendros nos acerca, tras cruzar la A-2, hasta la carretera N-240. A la izquierda, a unos cuatro kilómetros, está Montblanc, final de ruta. Multitud de castillos y torres defensivas, varios santuarios y un entorno natural muy cuidado son los atractivos de una ruta de indudable interés.

Solsona
Capital de la comarca de El Solsonés, Solsona es una pequeña ciudad habitada desde tiempos prerromanos. Su actual ubicación parece coincidir con él de la romana Setelsis. Fue incorporada al condado de Urgell en el siglo IX. Felipe II concedió el título de ciudad a Solsona en 1594. Un año más tarde fue nombrada sede de obispado, nombramiento suprimido en 1851. Solsona sufrió con las guerras napoleónicas y carlistas durante el siglo XIX.
Qué ver:
Solsona conserva los restos de una muralla medieval y de un castillo de los siglos XII y XIII en lo alto de una montaña. Los monumentos más interesantes de la ciudad se encuentran en el barrio antiguo.
Catedral: siglos XIII al XVIII. El templo fue edificado en una mezcla de estilos: los campanarios y ábsides son románicos, la nave es gótica y las capillas barrocas. La capilla de la Virgen alberga una talla románica, la Mare de Deu del Claustre.
Palacio Episcopal: edificio barroco-neoclásico del siglo XVIII. Alberga el Museo Diocesano, con pinturas medievales catalanas y frescos procedentes de iglesias cercanas.
Portal del Pont: siglo XVIII, una de las tres puertas de la muralla.
Santuario de la Mare de Deu del Miracle: el Santuario es un conjunto de edificios situado a 12 km de Solsona. Edificado sobre el lugar donde se apareció la Virgen a dos pastores de la masía de Cirosa. Su interior alberga un retablo barroco considerado unos de los mejores de Cataluña, obra del escultor Carlos Morato en 1747.

Cervera
Capital de la comarca de la Segarra. Aunque la ocupación de la zona se remonta al siglo VI a.C. antiguos documentos indican que fue sobre el siglo XI cuando comenzó a originarse la población en las inmediaciones del castillo de Cervera. Conquistada por los árabes, que la llamaron Hnis Dhervera, fue reconquistada por Guillem de Cervera en el año 1035. En el año 1359 fue sede de las Cortes que elaboraron leyes que, según algunos historiadores, fueron el origen de la actual Generalitat. La ciudad se fortificó con unas murallas construidas en el año 1368 por Peré III el Ceremoniós. Su alineamiento a favor de Felipe V durante la Guerra de Sucesión le proporciona a principios del siglo XVIII, y durante más de un siglo, la única universidad de Cataluña.
Qué ver:
Universidad de Cervera: inaugurado en el año 1740 es un edificio de estructura neoclásica con elementos decorativos barrocos. Alberga un retablo de alabastro policromo de Jaume Padró.
Iglesia de Sant Antoni: situada junto a la Universidad es un templo medieval reformado en el siglo XVIII.
La Paeria o Ayuntamiento de Cervera: edificio construido en 1683 por Francesc Puig y ampliado por Jaume Padro durante el siguiente siglo. El elemento más emblemático son las ménsulas barrocas que sostienen los balcones de la fachada.
Iglesia de Santa María:: construido entre los siglos XIII y XV es uno de los edificios más importantes del estilo gótico catalán. Su interior alberga una talla románica del siglo XIII, Mare de Déu del Coll de les Savines, varios sepulcros góticos y la capilla del Sant Misteri.
Ermita de Sant Pere Gros:: pequeño oratorio románico de planta circular situado en las afueras de la ciudad.

Montblanc
Capital de la comarca Conca de Barberá, Montblanc fue fundado en 1155 en la confluencia de los ríos Francolí y Anguera con el nombre de Duesaigües y, posteriormente, Vilasalva. En 1163 Alfonso I ordena el traslado de la población al otro del río Francolí, sobre el montículo de Santa Barbara, bajo el nombre de Montblanc. En la Edad Media, durante varios siglos, la ciudad alcanza su máxima importancia en la historia catalana. Fue residencia real y en ella se reunieron con frecuencia las cortes de la corona catalano-aragonesa. Montblanc fue declarado Conjunto Monumental y Artístico en 1947.
Qué ver:
La parte antigua de la ciudad ofrece elementos arquitectónicos de gran interés.
Murallas: su construcción se inició en el año 1367 por Pere el Ceremoniós. Con una longitud de unos 1500 metros y unas treinta torres, las murallas rodean el casco antiguo de la ciudad. Se conservan dos de las puertas originales: los portales de Sant Jordi y de Bové.
Plaza Mayor: de planta irregular y porticada. Tiene algunas casas góticas, Casa de la Villa, Casa dels Desclergues, ampliadas y reformadas con posterioridad.
Iglesia de Santa María: edificio de estilo gótico-catalán construido durante los siglos XIV y XV. Su interior alberga la imagen de Santa María, siglo XVI, un retablo gótico y un monumental órgano barroco.
Palau Reial: edificio gótico construido durante los siglos XIII y XIV para albergar las visitas reales.
Otros monumentos de interés son:
Iglesia de Sant Miquel, siglos XIII y XIV con fachada románica.
Iglesia de Sant Marçal, gótica, sede del Museu Marés.
Iglesia de Sant Francesc, siglo XIII.
Convento y Santuario de la Serra.
Hospital e iglesia de Santa Magdalena, siglos XIV al XVIII.