Si el RX4 ya resulta espectacular por fuera, debido a su altura y a una estética muy llamativa, cualquier conductor quedará impresionado por la versatilidad de su interior, sobre todo si no conoce las virtudes del Scénic en cuanto a habitabilidad y espacio. Y es que la versión 4x4 de este monovolumen no ha variado el interior, conservando todos los huecos y comodidades que ya ofrecía su "hermano".Los pasajeros de las plazas traseras se encontrarán a sus anchas en este modelo, que ha eliminado el túnel central de la transmisión montando ésta en el hueco que ocuparía la rueda de repuesto, cuyo emplazamiento se destina al exterior del portón trasero. Esto permite ganar en comodidad para el ocupante del asiento central, que cuenta con reposacabezas y cinturón de tres puntos.Además, el espacio está aprovechado al máximo, con huecos en todas las puertas y ceniceros en las dos traseras, además de tres guanteras en la parte delantera (dos frente al copiloto y la tercera entre los dos asientos, en la parte inferior del salpicadero). Si aún hay que guardar más cosas, detrás de los asientos delanteros existen otros dos huecos, situados en el "suelo" del vehículo.
La lista de detalles útiles continúa con las bandejas abatibles situadas en los respaldos de los asientos delanteros, los elevalunas eléctricos en todas las puertas o la cortinilla trasera integrada en la bandeja. ésta se desmonta fácilmente para ampliar la capacidad de carga del maletero, que puede incrementarse aún más abatiendo el asiento trasero. Renault ha dotado al Scénic RX4 de un original sistema de doble apertura del portón trasero, que eleva primero la luna posterior, permitiendo alcanzar los objetos situados en la bandeja, y después abre lateralmente la puerta, con lo que se accede al maletero. Éste cuenta con varios huecos laterales y una red de sujeción en la parte interior del portón, lo que permite colocar bultos pequeños y reservar el espacio de 120 litros para albergar el equipaje de toda la familia. El puesto de conducción resulta casi excelente, pues la altura del vehículo y unos espejos retrovisores más grandes que los del Scénic puramente "familiar" permiten una visión perfecta sobre el resto del tráfico. Sólo la posición del volante, demasiado horizontal, ensombrece un poco las cosas, pues las personas altas tendrán que inclinarse demasiado.
Las regulaciones en altura de la banqueta y el volante permiten encontrar fácilmente la posición idónea para cada conductor, que podrá viajar durante horas sin acusar cansancio, ya que los asientos son muy cómodos y sujetan el cuerpo a la perfección.
Los detalles del equipamiento de serie se completan con un ordenador de viaje, un apoyabrazos para las plazas delanteras (que a veces interfiere con la palanca de cambios) y un cuadro de mandos con el fondo de los relojes en blanco exclusivo para el RX4. Así, el conductor puede sentarse al volante y preocuparse únicamente de ir rellenando el depósito de combustible, algo que hará más a menudo de lo que pueda pensar en un principio, aunque hay que tener en cuenta que se trata de un vehículo con tracción total y un peso de casi 1.500 kilos.
En cualquier caso, la diversión y comodidad que proporciona este vehículo harán que pronto nos olvidemos de los consumos y nos dediquemos a disfrutar de un coche que, por algo menos de 4 millones de pesetas, cumplirá perfectamente con sus funciones de monovolumen y todo terreno "light".