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Isuzu Trooper 3.0 TD DSB 3p

El hueco dejado tras la desaparición del Opel Monterey ha sido ocupado por Isuzu, marca japonesa que llevaba tiempo ausente en el mercado peninsular. El Trooper turbodiésel con carrocería de tres puertas es una opción sensata para quien busca un excelente comportamiento en carretera sin renunciar a un todo terreno capaz de casi todo.

Isuzu Trooper 3.0 TD DSB 3p
Isuzu Trooper 3.0 TD DSB 3p

También en campo podremos comprobar otros dos elementos que hacen del Trooper una coche casi imbatible: bastidor y suspensiones. Con un recorrido de suspensión de medio metro en cada eje, el Trooper se enfrenta a zonas trialeras sin complejos. Tan sólo la altura libre al suelo nos hará rozar el protector de la caja de transferencias en más ocasiones de las deseadas. En zonas muy rotas, su tamaño podría suponer un hándicap, pero en nuestro recorrido de pruebas el Trooper ha demostrado que aguanta los tratos más duros.En su interior notamos una enorme sobriedad de formas y colores. El puesto del conductor está muy cuidado y en él no falta nada. Incluso hay detalles que se agradecen en el campo como una tecla para bajar la antena de la radio o una para plegar los retrovisores. No nos ha gustado el mando de las luces, que nos lleva a encender la luz de niebla trasera sin apenas darnos cuenta. Tampoco convence la poca luminosidad de algunos testigos del cuadro, especialmente el que nos indica que la tracción total está conectada.El confort de los ocupantes se ha cuidado con detalle en un habitáculo razonablemente espacioso. Los asientos delanteros disponen de apoyabrazos y reglaje de la banqueta en altura e inclinación. El acceso a la segunda fila cuenta con un acceso razonable, ofrece un espacio para las piernas amplio y es generoso en altura. Su maletero, al que se accede a través de un portón de doble puerta, es de los más generosos de su categoría.