La ruta comienza en las afueras de Haro, en la salida de la carretera LR-212 junto a un cartel que indica La Bastida 5. A un kilómetro de la salida cruzamos el río Ebro y nos adentramos brevemente por tierras de Alava. Un corto tramo de asfalto nos lleva hasta una estrecha carretera que pronto se convierte en una pista excelente. Un mojón indica que lleva hacia Peñacerrada. En esta primera parte del recorrido la pista, estrecha pero de firme prácticamente liso, se interna por la vega del Ebro un terreno muy verde de suaves cerros cubiertos por viñas y algunos almendros. A la derecha queda Haro, detrás las cumbres de los Montes Obarenes. Enfrente, en lo alto de sendos peñascos se ven los castillos de San Vicente de la Sonsierra y Briones. Un corto tramo asfaltado salva el cauce del Arroyo Matagallegos, íntegramente cubierto por viñas, y nos lleva hasta las cercanías de Labastida. Pronto el asfalto se convierte en una estrecha pista de buen firme que se dirige hacia una extensa y frondosa alameda que flanquea el caudaloso cauce del Ebro. Avanzamos junto al río, un vergel dominado por álamos, hasta llegar a una central eléctrica (casilla 11), una pista estrecha de firme algo irregular nos aleja de la orilla. Un recorrido en suave subida que alterna tramos de pista y asfalto nos lleva hasta la carretera LR-210 a su paso por San Vicente de Sonsierra. Tras cruzar el Ebro por un puente moderno, a la derecha se puede ver el antiguo puente medieval perfectamente conservado, dejamos el asfalto para seguir una pista excelente que sale junto a una gravera. Un corto recorrido nos devuelve a la LR-210 cerca de Briones. Bordeamos el pueblo situado en lo alto de un cerro para coger brevemente la carretera que lleva hacia Hormilla. Dejamos el asfalto siguiendo una pista que se dirige hacia el cerro Revijares, un islote de pinos entre los viñedos y campos de cereales que cubren la pequeña llanura. La pista, algo incómoda y con algunos pasos lentos, bordea el cerro para circular junto al trazado de la autovía A-68 (casilla 24). La nueva pista, pedregosa y un tanto incómoda aunque no difícil, avanza entre amplios viñedos, que se alternan con plantaciones de almendros, y la autovía a través de un terreno irregular de pequeños cerros. Poco después de coger el Camino de San Asensio a Briones (casilla 27) el firme casi se confunde al pasar los sembrados que cubren el cauce del Arroyo de Valderredondo. Al otro lado de la autovía, en lo alto de un cerro destaca la el Castillo de San Asensio. Tras cruzar la LR-208 seguimos el Camino de los Cortecillos, una pista de buen firme con algunos tramos de rodadas, que dejamos en la casilla 32 para seguir por el Camino de los Frailes. Recorremos un cómodo tramo hasta llegar al río Najerilla, la pista, de buen firme aunque con algunos tramos de profundas rodadas, avanza por la izquierda del cauce alejándose de la autovía. Al otro lado del río se extiende una frondosa alameda. Un tramo que nos lleva hasta la carretera N-232 en las afueras de Torremontalvo. Tras cruzar el río Najerilla dejamos la carretera siguiendo una pista que atraviesa una franja de árboles para avanzar por un amplio cañón, de nuevo junto al río Ebro. La pista con algunos tramos incómodos de roderas profundas y agujeros, circula por un precioso paisaje de exuberante vegetación. El recorrido nos lleva hasta una estrecha carretera en las afueras de Cenicero. Cruzamos el pueblo para coger una estrecha carretera que tras cruzar la autovía se convierte en una pista ancha de buen firme, el Camino de Uruñuela a Cenicero. La ruta se interna por un amplio valle rodeado de cumbres lejanas y alfombrado de viñedos, en un cómodo recorrido que nos lleva hasta Uruñuelas. Cruzamos el pueblo por la Avenida de La Rioja y salimos por una calle que atraviesa un polígono industrial. Un último tramo junto al cauce del Najerilla nos lleva hasta la carretera N-120, en las cercanías de Nájera.Seguimos algo menos de dos kilómetros dirección Burgos, para circular un corto tramo por la LR-208 que nos lleva hasta una estrecha e incómoda pista. El firme surcado por roderas avanza por un pequeño valle, la vega del río Tuerto, entre viñedos y campos de labor. Poco después de pasar el desvío hacia Hormilla (casilla 65) la pista asciende por una ladera ofreciendo espléndidas panorámicas sobre el fondo del valle, un mosaico formado por los tonos verdes y amarillos de los regulares campos de labor. La subida nos lleva a circular por una autopista de tierra, 6-7 metros de ancho, que cruza una extensa llanura entre campos de labor y viñedos para llevarnos hasta una estrecha carretera a la entrada de San Asensio. Nos adentramos por el pueblo siguiendo la Avenida de la Rioja. Nada más pasar la iglesia giramos a la izquierda para seguir la calle Camino de Santo Domingo, giramos de nuevo a la izquierda por la primera calle que pronto se convierte en una pista ancha de buen firme que sale del pueblo junto a unas naves. La pista se estrecha avanzando junto al cauce del Arroyo del Prado, un vergel en el que crecen higueras, almendros, álamos, huertos y viñedos. Más adelante se aleja del cauce, ascendiendo por un pequeño cañón, para circular junto a la Acequia de Briones hasta llegar a una estrecha carretera, la LR-313. Un corto tramo de asfalto nos lleva hasta el lento Camino de la Casa Díez, de firme irregular e incómodo, que avanza entre trigales y viñedos. Más adelante seguimos por el Camino Ancho de San Torcuato a San Asensio para efectuar un recorrido entre límites de sembrados, con un corto tramo que requiere cierta concentración para distinguir el trazado del camino entre las espigas. La pista mejora a partir de la casilla 88, ancha, lisa y con largas rectas, un tramo que nos lleva hasta una estrecha carretera junto a San Torcuato. Recorremos menos de dos kilómetros por asfalto para acceder al Camino de la Calzada de los Romanos, una pista estrecha que circula por una amplia llanura. Poco después de vadear el Río Zamaca por un paso reforzado de hormigón seguimos el Camino de Bañares a Casarreina, una pista de buen firme que avanza entre campos de labor y viñedos. Nada más cruzar una estrecha pista asfaltada circulamos junto a una extensa y frondosa alameda que flanquea el cauce del Arroyo de Agualino. Poco después de cruzar la carretera LR-111 entramos en Casalarreina por la Avenida de la Rioja.Salimos del pueblo por la carretera N-132 y poco después del kilómetro 454 nos desviamos hacia la izquierda siguiendo el Camino de Matarralejo, una pista que, tras pasar una urbanización, se interna por un fértil paraje regado por los ríos Oja y Tirón, una llanura cubierta por trigales y viñedos entre los que destacan verdes arboledas. En el Camino de Arteaga (casilla 104) la pista mejora, firme ancho, liso y con gravilla, ofreciendo una excelente panorámica de la cara sur de los Montes Obarenes. Tras coronar una corta subida,que nos brinda una buena panorámica del amplio valle regado por el río Tirón, una suave bajada nos lleva a pasar cerca de Cuzcurrita de Río Tirón. La pista ancha de firme empedrado asciende entre cerros por una zona agreste brindando bonitas vistas del paisaje. Un tramo con continuas subidas y bajadas a través de suaves barrancos cubiertos de trigales y viñedos atravesando una zona de suaves lomas nos lleva hasta el excelente Camino de Villalobar a Ochanduri, que nos lleva a Villalobar. La primera calle del pueblo nos lleva hasta una estrecha carretera que pronto dejamos para seguir una excelente pista ancha y de firme liso, el Camino de Villalobar de Rioja. La ruta avanza a través de una fértil llanura cultivada alimentada por las aguas del Río Oja. Extensas arboledas señalan el curso del río. Enfrente destacan las cumbres cubiertas de pinos de la Sierra de la Demanda. Un cómodo recorrido que nos acerca hasta la carretera N-120 a la entrada de Santo Domingo de la Calzada. Cruzamos Santo Domingo por la Avenida de Juan Carlos I y giramos por la Avenida de Najera para acceder a una pista que sale junto a un deposito de gas. Circulamos por la Senda de Aguilar, una pista ancha de firme empedrado con algunos baches que avanza entre continuos trigales. Un cómodo recorrido, entre campos de labor, pasando sucesivos pequeños valles, nos lleva por el Camino de los Guardias hasta Cirueña. Cruzamos la carretera a la salida del pueblo para coger el Camino de Canillas que desciende, bordeando el Barranco del Puente del Obispo, hacia el Valle de Cañas, un precioso paraje de campos de labor con diferentes tonos de ocres, verdes y amarillos. Avanzamos hacia las estribaciones de la Sierra de la Demanda, una colosal formación de montañas que cierra el valle hacia el sur. Un bonito recorrido en él que atravesamos campos de labor y bosques disfrutando de preciosas y amplias vistas sobre los pueblos el valle y los coloridos cultivos nos acerca hasta la carretera LR-217 en la entrada a Cañas. Salimos del pueblo por la carretera LR-206 para coger el Camino de Suertes una pista estrecha de firme empedrado que se interna por una llanura alfombrada de viñedos y trigales. Un último tramo con algunos tramos incómodos por abundantes roderas bordeando la sierra nos acerca hasta Berceo. A un kilómetro está San Millán de la Cogolla, final de ruta.
Haro - San Millán de la Cogolla
Esta ruta, jalonada por numerosos castillos y monasterios, algunos declarados Patrimonio de la Humanidad, discurre por el tramo riojano del Camino de Santiago ofreciendo un notable interés monumental. Un recorrido siguiendo el curso del río Ebro, parte de la ruta, que nos llevará hasta San Millán de la Cogolla en la Sierra de la Demanda.
