4x4

BMW X3 3.0d

El X 3 3.0 Diesel reúne todo lo necesario para seducir. A un comportamiento ejemplar sobre asfalto, acorde a berlinas deportivas de la marca bábara, y mostrar buenas maneras sobre pistas de tierra, suma unas brillantes prestaciones con un consumo reducido.

BMW X3 3.0d
BMW X3 3.0d

Claro que con todo lo que es muy bueno ocurre casi siempre lo mismo… que tiene un elevado coste de adquisición. El hermano pequeño del X5 en su variante 3.0 diesel, no pretende ni quiere competir con este, es un modelo complementario con una marcada entidad. Pero su precio, nuestra unidad de pruebas con los extras superaba holgadamente los 55.000 euros, cifra que no debería resultar un factor a comparar, lo sitúa próximo a la órbita del X5. Por ello es fácil caer en la trampa y pensar que son prácticamente iguales y que ofrecen lo mismo. Craso error, hay muchas diferencias entre ambos, hasta el punto que resulta difícil establecer un perfil de usuario común. De acuerdo que la estética es cuanto menos parecida, el motor en varias versiones comparte gama, sus medidas externas son muy similares (el X3 resulta 10 cm más corto y apenas 5 cm más bajo) y (dependiendo de las versiones) sólo 150 kilos más ligero que un X5, ¿entonces?

Cuando tienes la oportunidad de probar ambos te das cuenta que poco tiene que ver el comportamiento de uno con el otro. Esas «pequeñas» diferencias son, valga la redundancia, las que marcan las diferencias. Pero no vamos a tocar más el tema, ya medirán fuerzas en su correspondiente comparativa. Sólo apuntar que, mientras el X5 muestra un habitáculo más amplio, maletero suficiente para cuatro plazas y una superficie acristalada ligeramente superior, el X3 se mueve con más agilidad hasta el punto de que llega a transmitirte las mismas sensaciones que una berlina deportiva. Un SUV que, sobre todo a la hora de efectuar viajes, se muestra más indicado para familias de a lo sumo tres componentes. Llenamos el depósito, comprobamos las presiones de los neumáticos y armados con la grabadora y una buena dosis de paciencia nos adentramos en ese cotidiano atasco matinal que las grandes ciudades padecen y que, cuando lo sufrimos, siempre nos recuerda, no sin cierta nostalgia, el popular eslogan de BMW… ¿Te gusta conducir?

El ronroneo del motor turboaliementado a bajo régimen apenas se siente, la primera velocidad, muy corta e ideal para estas lides no aconsejaba ser sacada. Acelera, frena, acelera, frena… la elasticidad del motor y la agilidad del chasis y dirección hacía que, sin necesidad de cambiar de marcha, enseguida comenzáramos a serpentear entre los coches y a escabullirnos del atasco siguiendo las indicaciones del navegador que programamos en busca de rutas secundarias alternativas menos transitadas. Rutas que pudimos alcanzar no sin antes recorrer unos kilómetros por caminos sin pavimentar, que nos hicieron descubrir que el tacto firme de la amortiguación tan elogiable sobre asfalto se volvía un tanto seco en cuando el piso había dejado de estar asfaltado. Qué se puede decir de un vehículo de estas características, salvo que monta un propulsor turbo alimentado, que sobrepasa los 200 caballos de potencia, que cuenta con unos bajos extraordinarios y que «estira» ligeramente por encima de las 4.000 rpm. Desde luego y además de todo esto, el empuje que desarrolla no te deja indiferente, ya sea pisando el acelerador a fondo o bien utilizando su caja de cambios, que por cierto, es magnífica en su utilización, ya sea por su guiado, tacto o recorrido de su palanca. Las prestaciones que alcanza son sensacionales en todos sus apartados, bien sea en recuperaciones, adelantamientos o aceleración pura, donde este demuestra además de arrojar unas buenas cifras, una excelente motricidad, debido también al perfecto trabajo de su tracción.
Los frenos también demuestran estar a la altura de las circunstancias, con buen tacto de pedal, resistencia de sus pastillas y equilibrio, ayudado de buen grado por sus neumáticos. Aunque por su envergadura de la sensación de lo contrario, los consumos de combustible se le puede tachar de discretos o más bien contenidos.