VW Golf R y GTi Performance, a prueba los Golf más deportivos

Como siempre... Y como nunca. Volkswagen Golf GTi, su evolución GTi Performance y Golf R vuelven a superarse. Añaden más potencia, prestación y afinación de chasis, conservando ese exquisito equilibrio de siempre.. Aquí van las evoluciones de estos Golf.

Raúl Roncero - rroncero@mpib.es

VW Golf R y GTi Performance, a prueba los Golf más deportivos
VW Golf R y GTi Performance, a prueba los Golf más deportivos

Seguro que recuerdas sus orígenes por su sonido, el de su motor V6 y el de sus dobles escapes. Nos referimos al VW Golf R32, primer Golf R de la historia. De eso hace ya la friolera de quince años, en su cuarta generación. Sus 241 CV son hoy ya superados por el nuevo VW Golf GTi performance. También sus prestaciones. Pero los Golf R ni fueron ni siguen siendo deportivos caza-récords. Para eso está en la casa su hermana Audi... con su espectacular 5 cilindros, coto privado de la firma de los cuatro aros, motor con 2,5 litros y ya 400 CV que digieren los nuevos RS 3. Palabra mayores. El Golf R sigue, por tato, configurándose como el más racional y polivalente —por uso, confort o calidad de vida me refiero, no sólo espacio— de entre todos los compactos deportivos que rozan o superan los 300 CV, eso sí, con la siempre excepción de su hermano de Audi, el S3, con idéntica configuración mecánica, ahora por ciento, también empleada por el potenciado Seat León Cupra en su versión familiar, el único de la gama que puede combinar el 2.0 TFSi con la tracción 4Drive, la misma 4Motion que distinguen a todos los Golf R. Elemento que en comparación con el León Cupra de tracción delantera, suponen exactamente 100 kg de peso adicionales para sólo 10 CV más; pese a ello, el Golf R no es un coche que se sienta ni mucho menos pesado. En este sentido, la actualización de la séptima generación, con más equipamiento y calidades a bordo, apenas ha supuesto un incremento de peso respecto a los Golf R salientes.  

VW Golf R

VW Golf R: una vuelta de tuerca al motor 2.0 TSi

Prácticamente, así resume VW las modificaciones hechas en el 2.0 TSi, su 4 cilindros turboalimentado, motor con un larguísimo recorrido al que, dicen, podrían sacar un rendimiento todavía muy superior sin menoscabo de la fiabilidad. Se combina de nuevo con las dos posibles transmisiones, la caja manual de 6 relaciones, en cuyo caso el par motor se limita a 38,7 mkg entre 2.000 y 5.400 rpm; o con el cambio automático de doble embrague DSG de 7 velocidades, en este caso con 40,8 mkg de par en el mismo rango de giro. En cualquier caso, los 310 CV se alcanzan siempre entre 5.500 y 6.500 rpm.

El 2.0 TSi vuelve a ser elasticidad pura, refinamiento exquisito, pero es un motor al que no le falta carácter, manifestando su temperamento de medio régimen en adelante para incluso deleitarte con una frenética estirada. Está claro que eso no puede faltar en un buen deportivo, pero es que sus 310 CV siguen siendo dóciles y muy amigables en el "otro" tipo de conducción, el que tal vez sea el más habitual en el día a día... sin tirones, sin brusquedades. Sus consumos son ahora de 7,0 l/100 km en el caso de llevar cambio DSG y de 7,9 l/100 km en el caso de las versiones con cambio manual. También las aceleraciones son mejores para las versiones automáticas por efecto del mayor par que ofrecen y del buen hacer del Launch Control. Así las cosas, los 4,6 s en el 0-100 km/h de los Golf de 3 y 5 puertas y cambio DSG —un tiempo mejor que el nuevo Honda Civic Type R o Focus RS, más potente y también con tracción total—, pasa a 5,1 s en el en las versiones manuales. En todos los casos la velocidad está autolimitada a 250 km/h, aunque el nuevo paquete opcional R-Performance elimina el limitador dejando ver, además del tremendo potencial del motor, el trabajo en otras áreas, como el aerodinámico. En este caso, las versiones de 3 y 5 puertas llegarían hasta los 267 km/h mientras que los Variant alcanzarían 3 km/h más, igualando las velocidad punta del nuevo Honda Civic Type R.

Respecto al citado paquete R-Performance opcional, está aún por definir cómo combinar los diferentes elementos que incluye, toda vez que, en su totalidad, se compone de un escape Akrapovic hecho en titanio y 7 kg más ligero que el de serie —no lo puede el Variant—, unas pinzas de freno más ligeras y eficaces, pastillas de freno específicas y neumáticos semi-slick —Michelin Pilot Sport Cup 2—. Y precisamente con todo ello  fue como pudimos probar los coches en un ratonero circuito ubicado en Palma de Mallorca. Es cierto que el trazado no era ni muy amplio ni de gran longitud. Ni tampoco la "liebre" que tiraba de la manada de Golf R que seguían su estela nos permitió ver hasta dónde dan de sí motor y frenos, pero sí pudimos rodar lo suficientemente ágiles para comprobar la mayor virtud de estas versiones: su relación entre efectividad y facilidad de conducción. El motor es también más espontáneo que antes y la electrónica mucho más permisiva, con un afinadísimo modo Race exclusivo de estas versiones que permite cierto deslizamiento. No sé si por efecto de las ruedas con las que hemos tenido ocasión de conducirlo o también porque estas versiones también esconden una pequeña gran evolución de chasis, pero el subviraje me parece no sólo más controlado, sino prácticamente inexistente. El precio de los Golf R parte desde los 43.680 euros de la versión 3 puertas hasta los 46.610 euros del R Variant.

VW Golf GTi Performance

VW Golf GTi Performance: el Golf GTi más potente de todos los tiempos

Desde la pasada generación VW desdobló el GTi en dos versiones: GTi "a secas" y GTi Performance, denominación que se mantiene en esta evolución de gama con las mismas diferenciaciones que antes: más potencia y una todavía mejor puesta a punto de chasis. Los VW Golf GTi tienen ahora, por tanto, los mismos 230 CV que los anteriores Performance, mientras que estos últimos aumentan el rendimiento hasta los 245 CV. Pero no son sólo los caballos los que hacen que los GTi Performance sean más eficaces, sino que la clave vuelve a estar en el diferencial autoblocante delantero. Mejor capacidad de tracción, posibilidad de abrir antes gas en plena curva, menos subviraje, más precisión... Más control y mayor diversión con el equilibrio de siempre, que en esta versión viene además aderezado con mejor aislamiento, mejor filtrado y más comodidad general. También los GTi Performance llevan discos de mayor tamaño que los GTi normales, elemento que aportan mayor resistencia a la fatiga. Pese a ello, en este primer ciclo de vida, los VW GTi y GTi Performance se han vendido en una relación 80/20 por ciento, algo que cuesta entender cuando la diferencia en precio es relativamente discreta. Ahora, los nuevos GTi parten en 34.230 euros —cambio manual y carrocería de 3 puertas— frente a los 36.340 euros del GTi Performance equivalente... Yo lo tengo claro.

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