Volvo S60 2.4T

La berlina de tamaño medio de Volvo responde con creces a la pretensión de la compañía de competir con las realizaciones alemanas más laureadas del segmento. Rápido, potente y cómodo, el S60 está en disposición de disputar cuota de mercado a los modelos de Audi, BMW y Mercedes.

Volvo S60 2.4T
Volvo S60 2.4T

Tan sólo resta por conocer si el comportamiento del Volvo podrá igualarse al de las potentes realizaciones alemanas. Los 200 CV que alcanza la versión probada son suficientes para competir, a priori, en igualdad de condiciones.

El motor que lleva esta versión es el mismo de 2,4 litros con culata multiválvula que llevan los S60 básicos de 140 y 170 CV. Sin embargo, ha sido "sobrecargado" mediante turbocompresor e intercooler para alcanzar 30 CV (aún existe una versión superior de 250 CV). De sus rivales, tan sólo el C320 y el A4 3.0 V6, con 218 y 220 CV, respectivamente, le superan en este apartado.

Consecuentemente, las prestaciones extraídas están en lo más alto de su sector. Acelera de 0 a 100 km/h en 7,68 segundos y pasa de 80 a 120 km/h en 4ª y 5ª, en 7,67 y 9,97 segundos respectivamente. En términos prácticos, no es necesario reducir de marchas para adelantar, porque el Volvo sale con fuerza a cualquier velocidad y a pesar de su peso, superior a la tonelada y media.

La respuesta a esta excelente actitud en circunstancias difíciles hay que buscarla no tanto en su potencia como en la forma de repartir el par. Con un par máximo, según nuestras mediciones, de 30,1 mkg (300 Nm), alcanzados en las proximidades de las 3.000 revoluciones por minuto, y una potencia máxima de 195,7 CV (algo menos que lo dicho por el fabricante) a las 5.660 vueltas, muy cerca ya del corte de inyección, el abanico de utilización del mismo es muy amplio. A bajo régimen ya alcanza más de un 60 por ciento de su valor, describiendo, así, una curva muy progresiva. Por supuesto, en primera y segunda marcha, su sobrepeso puede notarse ligeramente y cuanto más próximos nos hallemos de las 3.000 revoluciones, mejores sensaciones extraeremos, pero en líneas generales el 2,4 litros sabrá salir de cualquier atolladero apenas sin inmutarse.

El manejo del cambio conjuga perfectamente con las características del impulsor. Es directo, preciso y, además, su diseño es bonito. Volvo ha incorporado un conjunto de palanca y caja conocido como Spaceball, de color metálico y línea futurista, que encaja muy bien en el interior del habitáculo, sin perjuicio de su funcionamiento.