Tomar una adecuada postura al volante no representa ningún problema (regulaciones de todo tipo en el asiento y el volante y un salpicadero muy ergonómico permite, que el coche se adapte a cualquier talla); peor lo tienen quienes viajen atrás...
Las plazas traseras no son tan testimoniales como en el Mini. Homologado para cuatro personas, el New Beetle obviamente no es un coche pensado para una familia numerosa, pero dos niños - y no tan niños - viajan perfectamente en los asientos traseros. El principal problema de estas butacas no es la anchura (124 centímetros) o el espacio para las piernas (75 centímetros), sino la altura (83 escasos centímetros en su parte más alta) y los respaldos tan verticales de los asientos: la forma curva de la carrocería provoca que una persona de más de 1,70 metros de altura se dé con la cabeza en el techo. Por lo demás, monta auténticos asientos - no esas butacas tan rígidas en forma de "L" del Mini - y su acceso es muy sencillo (los agarradores son de tipo percha que ocupan menos espacio y son igual de prácticos). Tampoco el maletero destaca por su volumen: 230 litros según nuestras mediciones (se puede ampliar abatiendo los asientos traseros). Su gran portón y sus formas regulares facilitan la colocación de objetos, pero, una vez más, la forma curva del coche limita su capacidad. El New Beetle estrena nuevo equipamiento: así, la punta de lanza del diseño de VW también se acicala por dentro. Ahora, incluye de serie cuatro airbag (dos frontales y dos laterales), ABS, sistema electrónico de Estabilidad ESP, llantas de aleación ligera de 16 pulgadas, faros antiniebla, aire acondicionado, cierre centralizado, alarma antirrobo, asientos delanteros calefactables e instalación de radio Gamma con preinstalación para cargador de CD.El New Beetle 1.9 TDI no sólo ha renovado su motor. Exteriormente se distingue del modelo que sustituye, el de 90 CV, por las llantas de aleación - que ahora van de serie - y ha retocado los grupos ópticos posteriores. La gama de colores también se ha ampliado: amarillo "Sunflower", azul "Royal Navy metalizado", verde "Alaska metalizado", azul "Speed"..., unas tonalidades tan "discretas" como sus nombres. Volkswagen ha decidido echar toda la carne al asador y apuesta por un coche aún más exclusivo: nuevas tapicerías, apoyabrazos central, nuevos reposacabezas... Su acabado de serie es tan amplio, que alguno de sus rivales ya quisieran ofrecerlo como opción, pero, para los más exigentes, la lista de complementos también parece inacabable. La unidad probada también incluía techo solar (opcional por 740 euros, más de 123.000 pesetas).
Es cierto que, con este vehículo, la firma alemana coquetea con un público completamente distinto al que se dirigía el mítico Escarabajo. No se trata del "coche del pueblo" (que, en definitiva, es la traducción literal de "Volkswagen"), pero el pueblo ha cambiado tanto como los coches y el New Beetle representa esta revolución de valores en la industria automovilística. El Escarabajo es uno de los coches que mejor se han sabido adaptar a los tiempos. Nadie puede dudar de la faceta camaleónica de un coche que nació como emblema de la Alemania nazi, pasó por ser todo un mito de la América hippy y acabado como coche de recreo de los yuppies del siglo XXI. Ahora, el New Beetle busca, al menos así lo creemos, a un público que nunca se subió a un Escarabajo. Vayamos por partes. Adolf Hitler soñaba con motorizar Alemania. Así, en 1934, lanza un concurso público para crear "der Volkswagen", expresión que en español se puede traducir como "coche del pueblo". La victoria fue para Ferdinand Porsche, que presentó un modelo de bajo costo denominado Type 60 o KdFWagen (siglas del lema nacionalsocialista "Kraft durch Freude", "al vigor por la alegría"), un automóvil que con el tiempo se convertiría en todo un mito de la casa alemana: el Escarabajo. En EE.UU se convirtió en un coche de culto. Era la cara simpática de una industria que, día a día, se hacía más poderosa. Las cadenas de montaje de Volkswagen no dejaban de ensamblarlos. El goteo fue tal, que el Escarabajo se convirtió en el coche más vendido de la historia: durante los sesenta años que duró su producción, salieron al mercado más de 21 millones de ejemplares. El New Beetle apareció como un prototipo de salón en 1992 y, enseguida, su gran aceptación animó a Volkswagen a sacarlo a la calle. No tiene el mismo tirón de ventas que el Escarabajo; se ha convertido en un coche claramente elitista, pero eso no impide que la marca alemana haya comprobado que el "revival" es rentable. Así, está a punto de resucitar la "Caravelle del Siglo XXI", el microbús más famoso de los sesenta.Nada de medias tintas. El New Beetle no es el mejor coche para pasar desapercibido, pero, una vez que nos hemos gastado más de 22.390 euros (más de 3,7 millones de las antiguas pesetas), a quién no le decepcionaría que nadie en la carretera le "echase un ojo". Pero, no hay que engañarse: no se trata de "sólo una cara bonita"; tiene un equipamiento - tanto en seguridad como en confort - mucho más completo que modelos más caros y una de las mejores mecánicas Diesel dentro de su "categoría" (es decir, de los compactos de gasóleo con aproximadamente 100 CV). La lista de inconvenientes también es muy amplia - precio, maletero, plazas traseras, visibilidad, lastres aerodinámicos... - pero, ya lo dice el refrán: "para presumir hay que sufrir"; es el comprador quien debe decidir cuánto.