Volkswagen Golf 2.0 FSI Tiptronic

El nuevo motor FSI que adopta el Golf, con 2.000 cm3, recibe un compañero muy especial: el cambio Tiptronic. La química que surge entre esta interesante pareja se traduce en una armonía digna de análisis.

Es un poco más pequeño que el Golf y su habitabilidad es menor, pero el diseño del 147 será un argumento de peso para los amantes de las atractivas líneas italianas. Las prestaciones de ambos modelos son muy parecidas, por lo que debemos buscar las diferencias en su carácter: los que quieran disfrutar de sensaciones deportivas, elegirán el Alfa, más nervioso que su rival germano. A cambio, el Volkswagen ofrece aplomo en cualquier situación y –puestos a mirar aspectos prácticos- un equipamiento más completo.Cierto, ni su cilindrada ni su potencia alcanzan las del Golf, pero este Astra ofrece prestaciones muy interesantes y la posibilidad de asociar su mecánica, con 1.800 cm3, a un cambio automático. Su precio, además, es más asequible que el de su rival germano, lo que podría acabar de convencer a muchos potenciales compradores, ya atraídos por las atractivas formas del Opel (no en vano, se le considera el anti-Golf). Aquellos que, sobre todo, busquen la deportividad, tendrán que pasar al motor turbo de 2 litros y 170 CV, que no puede montar una transmisión automática, ni siquiera como opción.Su precio es más asequible que el del Golf (incluso pagando aparte el cambio automático, sólo disponible como opción), aunque hay que tener en cuenta que el 307 no posee el “carisma", ni la corrección de los acabados del modelo alemán. Tampoco cuenta con su potencia, pero, a cambio, obtendremos un vehículo con un habitáculo muy aprovechable y unas prestaciones correctas.De nuevo, el coste del Mégane (incluso sumando los 1.041 euros que hay que pagar por el cambio automático) es su mejor baza frente al Golf, bastante más caro. Sin embargo, debemos considerar que el funcionamiento de la transmisión del Volkswagen es mucho más afinado y que los acabados del vehículo germano presentan un mejor tono general. Puestos a examinar su comportamiento, ambos ofrecen aplomo y estabilidad en los trazados complicados.Es un poco más pequeño que el Golf y su habitabilidad es menor, pero el diseño del 147 será un argumento de peso para los amantes de las atractivas líneas italianas. Las prestaciones de ambos modelos son muy parecidas, por lo que debemos buscar las diferencias en su carácter: los que quieran disfrutar de sensaciones deportivas, elegirán el Alfa, más nervioso que su rival germano. A cambio, el Volkswagen ofrece aplomo en cualquier situación y –puestos a mirar aspectos prácticos- un equipamiento más completo.Cierto, ni su cilindrada ni su potencia alcanzan las del Golf, pero este Astra ofrece prestaciones muy interesantes y la posibilidad de asociar su mecánica, con 1.800 cm3, a un cambio automático. Su precio, además, es más asequible que el de su rival germano, lo que podría acabar de convencer a muchos potenciales compradores, ya atraídos por las atractivas formas del Opel (no en vano, se le considera el anti-Golf). Aquellos que, sobre todo, busquen la deportividad, tendrán que pasar al motor turbo de 2 litros y 170 CV, que no puede montar una transmisión automática, ni siquiera como opción.Su precio es más asequible que el del Golf (incluso pagando aparte el cambio automático, sólo disponible como opción), aunque hay que tener en cuenta que el 307 no posee el “carisma", ni la corrección de los acabados del modelo alemán. Tampoco cuenta con su potencia, pero, a cambio, obtendremos un vehículo con un habitáculo muy aprovechable y unas prestaciones correctas.De nuevo, el coste del Mégane (incluso sumando los 1.041 euros que hay que pagar por el cambio automático) es su mejor baza frente al Golf, bastante más caro. Sin embargo, debemos considerar que el funcionamiento de la transmisión del Volkswagen es mucho más afinado y que los acabados del vehículo germano presentan un mejor tono general. Puestos a examinar su comportamiento, ambos ofrecen aplomo y estabilidad en los trazados complicados.Es un poco más pequeño que el Golf y su habitabilidad es menor, pero el diseño del 147 será un argumento de peso para los amantes de las atractivas líneas italianas. Las prestaciones de ambos modelos son muy parecidas, por lo que debemos buscar las diferencias en su carácter: los que quieran disfrutar de sensaciones deportivas, elegirán el Alfa, más nervioso que su rival germano. A cambio, el Volkswagen ofrece aplomo en cualquier situación y –puestos a mirar aspectos prácticos- un equipamiento más completo.Cierto, ni su cilindrada ni su potencia alcanzan las del Golf, pero este Astra ofrece prestaciones muy interesantes y la posibilidad de asociar su mecánica, con 1.800 cm3, a un cambio automático. Su precio, además, es más asequible que el de su rival germano, lo que podría acabar de convencer a muchos potenciales compradores, ya atraídos por las atractivas formas del Opel (no en vano, se le considera el anti-Golf). Aquellos que, sobre todo, busquen la deportividad, tendrán que pasar al motor turbo de 2 litros y 170 CV, que no puede montar una transmisión automática, ni siquiera como opción.Su precio es más asequible que el del Golf (incluso pagando aparte el cambio automático, sólo disponible como opción), aunque hay que tener en cuenta que el 307 no posee el “carisma", ni la corrección de los acabados del modelo alemán. Tampoco cuenta con su potencia, pero, a cambio, obtendremos un vehículo con un habitáculo muy aprovechable y unas prestaciones correctas.De nuevo, el coste del Mégane (incluso sumando los 1.041 euros que hay que pagar por el cambio automático) es su mejor baza frente al Golf, bastante más caro. Sin embargo, debemos considerar que el funcionamiento de la transmisión del Volkswagen es mucho más afinado y que los acabados del vehículo germano presentan un mejor tono general. Puestos a examinar su comportamiento, ambos ofrecen aplomo y estabilidad en los trazados complicados.Es un poco más pequeño que el Golf y su habitabilidad es menor, pero el diseño del 147 será un argumento de peso para los amantes de las atractivas líneas italianas. Las prestaciones de ambos modelos son muy parecidas, por lo que debemos buscar las diferencias en su carácter: los que quieran disfrutar de sensaciones deportivas, elegirán el Alfa, más nervioso que su rival germano. A cambio, el Volkswagen ofrece aplomo en cualquier situación y –puestos a mirar aspectos prácticos- un equipamiento más completo.Cierto, ni su cilindrada ni su potencia alcanzan las del Golf, pero este Astra ofrece prestaciones muy interesantes y la posibilidad de asociar su mecánica, con 1.800 cm3, a un cambio automático. Su precio, además, es más asequible que el de su rival germano, lo que podría acabar de convencer a muchos potenciales compradores, ya atraídos por las atractivas formas del Opel (no en vano, se le considera el anti-Golf). Aquellos que, sobre todo, busquen la deportividad, tendrán que pasar al motor turbo de 2 litros y 170 CV, que no puede montar una transmisión automática, ni siquiera como opción.Su precio es más asequible que el del Golf (incluso pagando aparte el cambio automático, sólo disponible como opción), aunque hay que tener en cuenta que el 307 no posee el “carisma", ni la corrección de los acabados del modelo alemán. Tampoco cuenta con su potencia, pero, a cambio, obtendremos un vehículo con un habitáculo muy aprovechable y unas prestaciones correctas.De nuevo, el coste del Mégane (incluso sumando los 1.041 euros que hay que pagar por el cambio automático) es su mejor baza frente al Golf, bastante más caro. Sin embargo, debemos considerar que el funcionamiento de la transmisión del Volkswagen es mucho más afinado y que los acabados del vehículo germano presentan un mejor tono general. Puestos a examinar su comportamiento, ambos ofrecen aplomo y estabilidad en los trazados complicados.Es un poco más pequeño que el Golf y su habitabilidad es menor, pero el diseño del 147 será un argumento de peso para los amantes de las atractivas líneas italianas. Las prestaciones de ambos modelos son muy parecidas, por lo que debemos buscar las diferencias en su carácter: los que quieran disfrutar de sensaciones deportivas, elegirán el Alfa, más nervioso que su rival germano. A cambio, el Volkswagen ofrece aplomo en cualquier situación y –puestos a mirar aspectos prácticos- un equipamiento más completo.Cierto, ni su cilindrada ni su potencia alcanzan las del Golf, pero este Astra ofrece prestaciones muy interesantes y la posibilidad de asociar su mecánica, con 1.800 cm3, a un cambio automático. Su precio, además, es más asequible que el de su rival germano, lo que podría acabar de convencer a muchos potenciales compradores, ya atraídos por las atractivas formas del Opel (no en vano, se le considera el anti-Golf). Aquellos que, sobre todo, busquen la deportividad, tendrán que pasar al motor turbo de 2 litros y 170 CV, que no puede montar una transmisión automática, ni siquiera como opción.Su precio es más asequible que el del Golf (incluso pagando aparte el cambio automático, sólo disponible como opción), aunque hay que tener en cuenta que el 307 no posee el “carisma", ni la corrección de los acabados del modelo alemán. Tampoco cuenta con su potencia, pero, a cambio, obtendremos un vehículo con un habitáculo muy aprovechable y unas prestaciones correctas.De nuevo, el coste del Mégane (incluso sumando los 1.041 euros que hay que pagar por el cambio automático) es su mejor baza frente al Golf, bastante más caro. Sin embargo, debemos considerar que el funcionamiento de la transmisión del Volkswagen es mucho más afinado y que los acabados del vehículo germano presentan un mejor tono general. Puestos a examinar su comportamiento, ambos ofrecen aplomo y estabilidad en los trazados complicados.