Antes del esperado lanzamiento de la nueva generación del Golf (que se realizará a finales de este año), la marca germana ha renovado la gama, que ahora cuenta con nuevos acabados y motores. Entre estos últimos destaca el FSI (siglas en inglés para Inyección Estratificada de Combustible, es decir, un sistema de inyección directa de gasolina), que convierte al modelo alemán en el primero de su categoría que monta este tipo de tecnología.Disponible sólo con la versión “Soul", la más alta, la nueva mecánica posee buenas referencias: tras su introducción en Alemania, a finales del año 2000 –cuando apareció por primera vez en el Lupo 1.4-, se ha convertido en la tercera más solicitada de la gama. Su funcionamiento proporciona (según afirma Volkswagen) un ahorro de hasta un 20 por ciento de gasolina, gracias al empleo de una mezcla pobre de combustible, que no es homogénea en todo el cilindro, sino que se “estratifica" alrededor de la bujía: es rica en la zona de inicio de la ignición y pobre en el resto de la cámara. Así, la explosión es uniforme y completa. Sin embargo, este ejercicio plantea un problema: el tratamiento de los gases de escape, ya que el catalizador se satura con óxidos nítricos. Para limpiarlo, el motor FSI pasa a funcionar con carga homogénea cuando el sensor de gases detecta un exceso de acumulación y transforma los óxidos en nitrógeno, arrojándolo después a la atmósfera y contribuyendo a rebajar los niveles de emisiones contaminantes, pues este gas es inocuo. Este proceso dura dos segundos y el conductor no llega a percibir ningún cambio. Transcurrido este período de tiempo, el propulsor vuelve a trabajar con carga estratificada y, para que todo el ciclo se lleve a cabo correctamente, el motor dispone de una unidad de control especialmente diseñada para las mecánicas de inyección directa de gasolina.En la práctica, todo esto se traduce en 110 CV de potencia (que han sido menos –105- tras las mediciones efectuadas por nuestro Centro Técnico), una velocidad máxima de 194 km/h y un consumo ponderado de 6,2 l/100 km, según la marca, cifra que mejora en 0,7 l/100 km el gasto de combustible que efectúa la mecánica 1.6 sin tecnología FSI.
Volkswagen Golf 1.6 FSI Soul 3p
Con la gama Golf 2003, Volkswagen ha hecho una decidida apuesta por el ahorro: su modelo estrella cuenta ahora con precios más competitivos y, sobre todo, con un motor FSI que, según afirma la marca, permite ahorrar hasta un 20 por ciento de gasolina. En la práctica, esta cifra se queda algo más corta, pero sí es cierto que la suavidad de funcionamiento del propulsor acabará arrastrando a tantos compradores como los que ya ha “conquistado" en Alemania.
