Toyota Avensis Wagon 2.0 VVT-i

¿Será su diseño?, ¿su comportamiento dócil?, ¿la elegancia de su interior? Seguramente, el cóctel preparado por Toyota con estos elementos es lo que ha provocado que mire con otros ojos al Avensis Wagon, englobado en una categoría que, hasta ahora, no había despertado mi interés.

Toyota Avensis D4-D Executive
Toyota Avensis D4-D Executive

Nunca me habían gustado los modelos familiares, a los que consideraba poco más que versiones “estiradas" del vehículo del que derivaban. Su capacidad para albergar sin problemas a pasajeros y una gran cantidad de equipaje está más que probada, pero, al no tener que desplazar una familia numerosa (ninguna familia en absoluto, a decir verdad), ni grandes bultos, jamás he necesitado plantearme la utilidad de estas carrocerías, relativamente eclipsadas por los monovolúmenes.Sin embargo, las marcas no renuncian a estas versiones de sus principales modelos, que atraen a todos aquellos que necesitan espacio y no quieren apartarse en exceso de la imagen de un turismo. El Avensis, que estrenó un nuevo “look" en 2003 -seis años después de su primera generación-, ofrece a sus compradores modernidad, dinamismo y sofisticación. Al menos, así lo promete Toyota, cada vez más volcada en el mercado europeo (de hecho, el diseño y desarrollo del vehículo han tenido lugar en el Viejo Continente, donde también se concentra su producción). La verdad, empieza a interesarme...A primera vista, se advierte un familiar robusto y elegante, con unos grupos ópticos llamativos -son especialmente notables en la parte trasera- y un aspecto contundente. Sus dimensiones (4,70 metros de largo) no lo convierten en un vehículo torpe en la ciudad, pese a lo que pueda parecer. Eso sí, habrá que buscar aparcamiento con más cuidado del habitual y tendremos que poner especial atención a los giros y las maniobras, ya que el Avensis Wagon no se siente a gusto en los espacios estrechos. Lo mismo ocurre cuando llegamos a la carretera. El motor 2.0 de segunda generación que impulsa este coche necesita vías amplias para brillar y, aunque su buen hacer tardará en revelarse, no dejará indiferente al conductor. Según la marca nipona, el nuevo propulsor 2.0 del Avensis, con inyección directa de gasolina, ofrece un menor consumo de combustible, un nivel de emisiones más reducido y un mayor rendimiento que su predecesor. Las cifras oficiales indican que esta mecánica alcanza una velocidad máxima de 200 km/h y tarda 9,6 segundos en pasar de 0 a 100 km/h en la versión Wagon. Las mediciones del Correvit han revelado que el velocímetro es algo “mentiroso" –los 200 km/h de marcador son, en realidad, 190- y que la aceleración es ligeramente menor que la anunciada: este coche pasa de 0 a 100 km/h en 10,1 segundos.Basta con pisar el acelerador para que los 147 CV con los que cuenta oficialmente el propulsor (tres menos, según nuestro Centro Técnico) aparezcan sin prisa, pero sin pausa. La potencia llega de forma progresiva y controlada y ofrece lo mejor de sí en la zona alta del cuentavueltas, pasadas las 5.000 rpm. El par máximo -20,5 mkg, un valor similar al anunciado por la marca- también surge relativamente tarde, cerca de las 4.000 revoluciones por minuto.Los largos desarrollos elegidos por Toyota para la transmisión ayudan a contener el consumo del Avensis Wagon 2.0, que se conforma con 8,1 litros de gasolina cada 100 kilómetros, una cifra reducida si tenemos en cuenta que el peso del vehículo supera los 1.400 kilos. Nuestro Centro Técnico ha medido un gasto de combustible 0,4 l/100 km superior al anunciado por Toyota, una diferencia apenas reseñable.El cambio, que destaca por su precisión, tiene el tacto agradable común a todos los mandos del coche. Las marchas están bien escalonadas y apenas hay saltos entre ellas, ofreciendo al conductor la sensación de que todo discurre tan suavemente como el paso de una velocidad a otra... hasta que llegamos a la quinta relación. Con el vehículo ya lanzado, se obtiene un ritmo bastante respetable (se sobrepasan fácilmente los 150 km/h) y desearemos tener una sexta marcha que la caja de cambios no ofrece. Con ella, relajaríamos el régimen del motor y obtendríamos un consumo algo menor. También disminuiría el ruido de la mecánica, aunque no es estrictamente necesario: éste ya llega al habitáculo amortiguado de forma más que notable. El trabajo de insonorización realizado por el fabricante japonés ha dejado el nivel de rumorosidad en niveles que apenas llegan a los 70 dB a 140 km/h. Toyota ha aplicado el concepto Ultra Light al Avensis. Se trata de un material que absorbe el ruido de alta frecuencia que se produce alrededor del habitáculo. El compuesto es muy ligero, lo que ha permitido que el peso del conjunto aislante pase de los 63 a los 33 kilos. Sus resultados son óptimos: el suave ronroneo que llega a nuestros oídos se conjuga con el rodar cómodo y fluido del vehículo y permite que la conducción sea relajada y agradable.Nunca me habían gustado los modelos familiares, a los que consideraba poco más que versiones “estiradas" del vehículo del que derivaban. Su capacidad para albergar sin problemas a pasajeros y una gran cantidad de equipaje está más que probada, pero, al no tener que desplazar una familia numerosa (ninguna familia en absoluto, a decir verdad), ni grandes bultos, jamás he necesitado plantearme la utilidad de estas carrocerías, relativamente eclipsadas por los monovolúmenes.Sin embargo, las marcas no renuncian a estas versiones de sus principales modelos, que atraen a todos aquellos que necesitan espacio y no quieren apartarse en exceso de la imagen de un turismo. El Avensis, que estrenó un nuevo “look" en 2003 -seis años después de su primera generación-, ofrece a sus compradores modernidad, dinamismo y sofisticación. Al menos, así lo promete Toyota, cada vez más volcada en el mercado europeo (de hecho, el diseño y desarrollo del vehículo han tenido lugar en el Viejo Continente, donde también se concentra su producción). La verdad, empieza a interesarme...A primera vista, se advierte un familiar robusto y elegante, con unos grupos ópticos llamativos -son especialmente notables en la parte trasera- y un aspecto contundente. Sus dimensiones (4,70 metros de largo) no lo convierten en un vehículo torpe en la ciudad, pese a lo que pueda parecer. Eso sí, habrá que buscar aparcamiento con más cuidado del habitual y tendremos que poner especial atención a los giros y las maniobras, ya que el Avensis Wagon no se siente a gusto en los espacios estrechos. Lo mismo ocurre cuando llegamos a la carretera. El motor 2.0 de segunda generación que impulsa este coche necesita vías amplias para brillar y, aunque su buen hacer tardará en revelarse, no dejará indiferente al conductor. Según la marca nipona, el nuevo propulsor 2.0 del Avensis, con inyección directa de gasolina, ofrece un menor consumo de combustible, un nivel de emisiones más reducido y un mayor rendimiento que su predecesor. Las cifras oficiales indican que esta mecánica alcanza una velocidad máxima de 200 km/h y tarda 9,6 segundos en pasar de 0 a 100 km/h en la versión Wagon. Las mediciones del Correvit han revelado que el velocímetro es algo “mentiroso" –los 200 km/h de marcador son, en realidad, 190- y que la aceleración es ligeramente menor que la anunciada: este coche pasa de 0 a 100 km/h en 10,1 segundos.Basta con pisar el acelerador para que los 147 CV con los que cuenta oficialmente el propulsor (tres menos, según nuestro Centro Técnico) aparezcan sin prisa, pero sin pausa. La potencia llega de forma progresiva y controlada y ofrece lo mejor de sí en la zona alta del cuentavueltas, pasadas las 5.000 rpm. El par máximo -20,5 mkg, un valor similar al anunciado por la marca- también surge relativamente tarde, cerca de las 4.000 revoluciones por minuto.Los largos desarrollos elegidos por Toyota para la transmisión ayudan a contener el consumo del Avensis Wagon 2.0, que se conforma con 8,1 litros de gasolina cada 100 kilómetros, una cifra reducida si tenemos en cuenta que el peso del vehículo supera los 1.400 kilos. Nuestro Centro Técnico ha medido un gasto de combustible 0,4 l/100 km superior al anunciado por Toyota, una diferencia apenas reseñable.El cambio, que destaca por su precisión, tiene el tacto agradable común a todos los mandos del coche. Las marchas están bien escalonadas y apenas hay saltos entre ellas, ofreciendo al conductor la sensación de que todo discurre tan suavemente como el paso de una velocidad a otra... hasta que llegamos a la quinta relación. Con el vehículo ya lanzado, se obtiene un ritmo bastante respetable (se sobrepasan fácilmente los 150 km/h) y desearemos tener una sexta marcha que la caja de cambios no ofrece. Con ella, relajaríamos el régimen del motor y obtendríamos un consumo algo menor. También disminuiría el ruido de la mecánica, aunque no es estrictamente necesario: éste ya llega al habitáculo amortiguado de forma más que notable. El trabajo de insonorización realizado por el fabricante japonés ha dejado el nivel de rumorosidad en niveles que apenas llegan a los 70 dB a 140 km/h. Toyota ha aplicado el concepto Ultra Light al Avensis. Se trata de un material que absorbe el ruido de alta frecuencia que se produce alrededor del habitáculo. El compuesto es muy ligero, lo que ha permitido que el peso del conjunto aislante pase de los 63 a los 33 kilos. Sus resultados son óptimos: el suave ronroneo que llega a nuestros oídos se conjuga con el rodar cómodo y fluido del vehículo y permite que la conducción sea relajada y agradable.