Todo surgió de la imaginación de su fundador, Elon Musk, el mismo visionario que también dirige, entre otros macro-proyectos, SpaceX, un programa espacial con el que pretende llevar en sus propias naves a los primeros humanos a Marte… Y no es ciencia ficción. Tesla (y Musk) tienen una sorprendente intrahistoria merecedora de ser escenificada por Hollywood, que ha llevado a la marca a ser portada de periódicos e informativos por sus éxitos y fracasos, y a ser observada con mucho recelo por los principales fabricantes de automóviles.
El modus operandi de Tesla ha sacudido los estilos empresariales, industriales y tecnológicos tradicionales. Esa ideología puede ocasionar incertidumbre, pero no es menos cierto que la experiencia de usuario con el Tesla Model 3 invita a pensar que la misión de Musk para cambiar el mundo automovilístico va por buen camino, sin entrar a valorar si, de verdad, el coche eléctrico y todo lo que industrialmente conlleva es la solución y no un problema, como vaticinan otras mentes de quienes también construyen el futuro del automóvil.
Tesla Model 3: nativo digital
Pero los Tesla no son solo atrevidos coches eléctricos. Con la sede en Silicon Valley, el Model 3 no puede ser de otra manera que un coche ideado por nativos digitales. Comprar tu coche desde tu ordenador y pagarlo con tu tarjeta de crédito es solo un principio básico más que Tesla te ofrece. Como la preventa on-line, la postventa también solo precisa de la red de comunicación de a bordo del Model 3 para hacer diagnósticos en remoto ante una avería, actualizar los diferentes sistemas electrónicos e incluso comprar e instalar a posteriori el asistente de conducción Autopilot, probablemente el asistente más avanzado de conducción autónoma del mercado, aunque solo sea por estar en continua evolución y cuyas actualizaciones recibes en tu Model 3 de por vida.
En su afán de reinventar, los tiradores integrados en las puertas del Tesla Model 3 exigen un incómodo doble gesto para abrirlas. Y algo tan sencillo como cerrarlas, tampoco es tarea cómoda por su tendencia a quedarse entre-abiertas si no tiramos con fuerza. Pero una vez sentado en la berlina, para quien su smartphone son los buenos días, las buenas noches y una herramienta integral de su vida, se encontrará plenamente identificado con el Model 3.
De hecho, nuestro smartphone, previa instalación de una aplicación, lo podemos convertir en nuestra llave de acceso y cierre del Tesla Model 3 y en un panel de consulta de diferentes informaciones, como la de la autonomía restante. El minimalismo ha llevado a Tesla a integrar toda la información de su berlina en una generosa pantalla de 15 pulgadas que manejas desde dos mandos en el volante. Necesitas, previamente, asimilarlo todo, y en cualquier caso, el manejo de algunas funciones resulta muy engorroso por los pasos intermedios a que te obliga. Por ejemplo, el limpiaparabrisas se acciona automáticamente, pero para modificar la cadencia tienes que tocar una tecla virtual en la pantalla. Como curiosidad extrema, los aireadores de la climatización se direccionan deslizando el dedo sobre la pantalla.
En cuanto a su espacio, con 340 litros detrás y 85 delante, el Tesla Model 3 cuenta con dos razonables maleteros. Bajo el piso del delantero hay otro espacio para los cables de carga normal y del supercargador. Por dentro resulta muy agradable y cómodo, mientras que toda la información aparece ordenadamente en la pantalla central, de alta resolución, pero exige atención y cierta destreza accionar en movimiento algunas de sus funciones.
Tesla Model 3: sofisticadamente sencillo
También han buscado en Tesla, y conseguido, simplificar enormemente su conducción. El cambio dispone de una marcha de avance y otra de retroceso que se accionan desde una palanca ubicada a la derecha del volante, como en los Mercedes. El Model 3 resulta refinadamente suave acelerando desde parado e impresionante cuando te catapultan su dos motores, uno por eje, a plena aceleración, lo que equilibra también su comportamiento.
Tesla no ha hecho del coche eléctrico un estereotipo de vehículo urbanita, sino todo lo contrario: ha aplicado su tecnología para hacer coches también ruteros. Este Tesla Model 3 tiene un tacto de conducción, un comportamiento de chasis y una operatividad por prestaciones y casi por autonomía prácticamente al nivel de un buen coche convencional equivalente.
Su pisada es muy sólida, genera seguridad y calidad porque, aun sintiéndolo firme, en asfaltos normales no resulta áspero bacheando. Como todo eléctrico, el Tesla Model 3 es un coche pesado, pero el centro de gravedad muy bajo y centrado por la disposición de las baterías naturaliza muchísimo su comportamiento. A esto añade la calidad de funcionamiento intrínseca de cualquier coche eléctrico, sin ruidos ni vibraciones mecánicas, y quizá por ello la rumorosidad de rodadura y aerodinámica del Model 3 se hace más patente. Dicen que los coches eléctricos están predestinados para las ciudades, pero seguro que también veremos Teslas en las carreteras.
Tesla Model 3: dual motor… y prestaciones
Entrando ya en el terreno de las prestaciones, la inmensa capacidad de aceleración de los coches eléctricos es otra de las características que te hacen cambiar de opinión. La reactividad de sus motores desde parado no tiene parangón, gracias a su par máximo siempre instantánea. Con dos motores, de 200 CV el delantero y de 256 CV el trasero, el Tesla Model 3 Gran Autonomía que probamos es un verdadero dragster en la corta y media distancia.
MEDICIONES | Tesla Model 3 Gran Autonomía 456 CV |
Acel. 0-50 km/h | 2,03 s |
Acel. 0-100 km/h | 4,64 s |
Acel. 0-120 km/h | 6,22 s |
Acel. 0-400 metros | 12,98 s |
Acel. 0-1.000 metros | 24,17 s |
Adelantamiento 20-50 km/h | 0,43 s |
Adelantamiento 60-120 km/h | 3,69 s |
Adelantamiento 80-120 km/h | 2,68 s |
Frenada desde 50 km/h | 9,4 m |
Frenada desde 100 km/h | 36,9 m |
Frenada desde 140 km/h | 70,8 m |
Consumo en ciudad | 22,6 kWh/100 km |
Consumo en carretera (Madrid-Toledo) | 16,1 kWh/100 km |
Tanto, que este Model 3 es capaz de batir en muchas maniobras a un Audi RS4 (450 CV) y en casi todas a un BMW 340i xDrive (374 CV). Su aceleración es muy dosificable, pero te ofrece un modo de funcionamiento (relax) que suaviza todavía más su entrega. Las distancias de frenado han sido también muy buenas, pero el tacto no siempre es el mejor.
Tesla Model 3: supercargadores, en 30 minutos, 300 km
Hora de analizar ya la carga y capacidad del Model 3. Autonomía y tiempos de recarga (y dónde cargarlos) han sido los inconvenientes que desde un principio Tesla ha intentado minimizar. Su berlina, en la versión intermedia Gran Autonomía (también dispone de una básica Autonomía Plus y de la tope de gama Performance) cuenta con una generosa batería de 75 kWh de capacidad, con la que nosotros hemos dado siempre por seguro conseguir autonomías en torno a los 400 km en carretera.
Hablamos ya de distancias de viaje pero, además, Tesla está instalando su propia de red de supercargadores (26 estaciones en España en la actualidad) capaces de devolvernos cerca de 400 km de autonomía en poco más de media hora... por menos de 20 euros, la mitad de lo que nos costaría en otras electrolineras independientes. Otra red de cargadores ubicados en hoteles, restaurantes y otros puntos estratégicos nos permiten recuperar 80 kilómetros de autonomía por hora. La carga doméstica no es tan rápida, pero Tesla también nos ofrece cargadores de pared que, según la potencia contratada, cargarían la batería al completo en unas 7 horas. El sistema de navegación informa del consumo estimado a lo largo de un trayecto programado y de los cargadores cercanos.