Suzuki Jimny 2019: precios y prueba del último samurái

El Suzuki Jimny está de vuelta, y más vivo que nunca. Nuevo motor, mejorada arquitectura, puesta al día en equipamiento de seguridad o confort, junto con una simpática imagen… y el mismo espíritu de siempre. Ya lo hemos probado.

Raúl Roncero

Suzuki Jimny 2019: precios y prueba del último samurái
Suzuki Jimny 2019: precios y prueba del último samurái

Se me ocurren mil maneras diferentes de renovar un Jimny, pero creo que la fórmula que ha seguido Suzuki no puede ser más acertada: mismo concepto y mismo espíritu con evoluciones en los apartados meramente imprescindibles y que no hacen más que aumentar su radio de acción. Siempre ha sido y seguirá siendo un coche muy específico y quien compra un Jimny sabe qué le puede pedir y qué no, pero el nuevo modelo viene con sorprendentes evoluciones para cuando toque salir al asfalto.

Suzuki Jimny 2019: más confortable y mucho más seguro

Esta nueva generación es algo más corta, también algo más ancha y alta, pero conserva la misma distancia entre ejes de la generación saliente: con 3,64 m de longitud, rueda de repuesto incluida —literalmente, no hay otro sitio donde alojarla— el Jimny podría ser también un coche carne de ciudad. Ligero, manejable, ahora también bastante cómodo… Incluye incluso nuevos sistemas de seguridad procedentes de otros modelos de la marca que también son bienvenidos en este hábitat. Pero Suzuki simplifica tecnología a efectos mecánicos —la fiabilidad es uno de los grandes lujos de este modelo— descartando la microhibridación de, por ejemplo, el Ignis SHVS con la que podría haberse beneficiado de una preciada etiqueta ECO. Según la marca, no esperes una posible versión así al menos en los próximos dos años, ventaja de tener vendido más de lo que puedes producir, especialmente en su mercado local, lo cual perjudica el cupo de coches que pueden llegar a España, donde bien como SJ, Samurái o Jimny —durante sus últimos 20 años— ha sido un producto que ha superado expectativas… Pero volvamos a la ciudad.

A prueba el Suzuki Jimny 2019, el último samurái

Suzuki Jimny 2019

Por cuestiones meramente técnicas, la dirección está muy poco desmultiplicada —así lo han decidido para asumir menos riesgos siendo tan alto y estrecho—, así que en ciudad tendrás que "manotear" demasiado entre calles, pero tanto este elemento como cualquier otro mecánico que pasen por tus manos o pies tiene esa suavidad típica de la marca, siendo un coche francamente agradable en todos los sentidos, suspensión o motor incluido, especialmente, este último elemento por su elasticidad y rápida respuesta. En su versión básica —JX, por 17.000 euros— cuenta con todo lo necesario en elementos de confort —aire acondicionado incluido— y, por supuesto, también seguridad. A efectos de capacidad interior da de sí… lo que siempre ha dado de sí: poco si ocupas sus cuatro plazas —un par de portafolios— y hasta 377 litros —57 más que antes— si abates los dos asientos traseros; estos dejan ahora una superficie de carga totalmente plana y cuentan con un revestimiento de fácil limpieza.

Por cierto, este Jimny 2019 también ofrece un cambio automático, de sólo 4 marchas, eso sí, y sólo disponible en el acabado intermedio, el JLX —18.795 euros en manual y 20.650 euros en automático—, también con un equipamiento muy superior al JX. Si bien, en carretera echarás en falta esa briosa respuesta que sí ofrece la versión manual. Es cierto que ésta no tiene un reposapiés propiamente dicho, pero sí espacio suficiente para apoyarlo de manera natural, el embrague es bastante suave y el cambio tiene un tacto delicioso. También suma visibilidad, un diseño original y buena ergonomía, pero nuevamente, aquí el lujo es lo que duran las cosas, y los materiales del Jimny, además de buen aspecto, están hecho precisamente para eso, aguantar bien el paso del tiempo.

A prueba el Suzuki Jimny 2019, el último samurái

Suzuki Jimny 2019

Suzuki Jimny 2019: uno de los coches más divertidos del mercado

El nuevo motor 1,5 litros rinde 102 CV y, cómo no, es otra de las fuentes de diversión de este pequeño gran coche. Sin turbo, complejas inyecciones… Fiabilidad manda, también nuevas exigencias medioambientales; ahora su gasto medio se reduce hasta los 6,8 l/100 km y 154 g/km en ciclo NEDC —178 g/km bajo WLTP—, para entonces, con un tramo impositivo mayor y, por tanto, más caro de adquirir. No tiene la mejor aerodinámica posible —en parte, y debido a su baja puntuación en protección a peatones, sólo ha conseguido tres estrellas en los test de choque de evaluación de seguridad Euro NCAP—, pero sí sigue siendo un coche muy ligero, así que sus poco más de cien caballos mueven con gran agilidad al Jimny. Es, además, un motor muy elástico y que mantiene buena pegada a alto régimen, hasta las 6.200 rpm que pude estirar. Y como guinda, el cambio de cinco marchas tiene un tacto exquisito. Te puedes mover a baja velocidad en marchas intermedias sin tirones y con rápida respuesta, se adapta bien a velocidades de autopista aún cuando le queda poco recorrido más —su velocidad máxima es de 145 km/h—, no gasta en exceso en condiciones reales. Y aunque peculiar, la conducción, comportamiento, aplomo y seguridad ha ganado muchos enteros respecto a la generación saliente.

El Suzuki Jimny 2019 mantiene la arquitectura de largueros y travesaños, la cual recibe un nuevo refuerzo en X en la zona delantera y traviesas de refuerzo en la parte delantera y trasera. La rigidez es mayor que antes, mientras que sus esquemas de ejes rígidos en ambos ejes son, en este tipo de coches, un valor añadido. Las evoluciones en este sentido han sido una estabilizadora de mayor grosor en el eje delantero, evolución en el paquete electrónico —ABS, ESP, etc— así como nuevos ocho silentbloks entre carrocería y estructura que contribuyen a que el Jimny sea claramente más cómodo que antes. Dinámicamente, ahora es un coche con menos compromisos: adiós reacciones traicioneras en giros bruscos o cambios de apoyo. Claro que no es un Swift ni tampoco un Ignis, para el concepto de coche que es, la mejora ha sido exponencial.

A prueba el Suzuki Jimny 2019, el último samurái

Suzuki Jimny 2019

Suzuki Jimny 2019: sencillamente, no hay otro igual en campo

Y es que, su territorio natural es… Sí, el campo, cualquier rincón, cualquier ruta extrema, cualquier trialera. También es un coche con gran salida para uso organismos que necesites de una flota de coches tan específica, donde el Land Rover Defender ha dejado hueco. Y cómo no, pronto verás coches preparados, con “snorkels" sobre el capó, suspensiones “estiradas" y elementos mecánicos específicos para, como anteriores SJ y Samurai, especializarlos aún más. La base no puede ser mejor. Cuenta con 21 mm de altura libre al suelo, 10 mm más que antes, ángulos de ataque, ventral y salida muy favorables —37, 28 y 49 grados, respectivamente—, bajos bien protegidos. Pero también una eficaz tracción total conectable —sólo para terreno resbaladizo— una potente reductora —ahora, con mando por palanca mecánica clásica— y un diferencial trasero de deslizamiento limitado. Gracias a su bajo peso y su maniobrabilidad —más por lo pequeño que es que por su radio de giro cuando la tracción total está conectada—, el Suzuki Jimny aprovecha cualquier resquicio de tracción para seguir avanzando o descender con la tranquilidad que aporta un el control de descensos. Y todo ello, al igual que ocurre en carretera, sin un sacrificio para espalda y huesos, porque la amortiguación también trabaja sin fuertes sacudidas. Un coche, en resumidas cuentas, único, y que ahora cuenta con otro componente más que lo hace aún más atractivo: su cautivadora imagen. Suzuki ha vuelto a dar en la diana.

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