Subaru Impreza 2.0 WRX Sports Wagon

Digno heredero de los Subaru que compiten en el Mundial de Rallies, el nuevo Impreza ha llegado a los concesionarios para ofrecer a los posibles compradores su imagen renovada, su aumento de potencia (ahora cuenta con 225 CV) y su buen comportamiento en cualquier trazado. Incluso la versión familiar, la Sports Wagon, demuestra desde el primer momento cuáles son sus genes y afronta sin empacho los tramos más estrechos y sinuosos.

Subaru Impreza 2.0 WRX Sports Wagon
Subaru Impreza 2.0 WRX Sports Wagon

Puestos a imaginar, no resulta muy difícil forjarse la imagen del cuatro veces campeón mundial de rallies en este coche, cuando deja aparcado el “de carreras". Cogería a la familia y se dedicaría a recorrer los tranquilos parajes finlandeses sin reparar siquiera (debido a la costumbre) en las llantas de aleación de 17 pulgadas –de serie- o en la toma de aire que sobresale del capó.Este elemento, incluido entre los que más llama la atención desde el exterior, es también uno de los más presentes en el puesto de conducción del Impreza: la primera vez que me puse en marcha, no pude evitar que mi vista se viera continuamente atrapada por esta “deformación". Por suerte, sólo lleva un par de minutos acostumbrarse y, rápidamente, los ojos van hacia la carretera, los retrovisores (tanto el interior como los exteriores son de generosas dimensiones) y el cuadro de mandos, presidido por un generoso cuentarrevoluciones.Como era de esperar, ésta no es la única concesión “racing" que se ha hecho en el interior: además de los ya mencionados asientos tipo “baquet" (que sujetan el cuerpo a la perfección), el Impreza WRX SW cuenta con pedales en aluminio y un volante –que resulta algo grande- firmado por “Momo", marca especializada en elementos de competición. Por desgracia, los pasajeros de las plazas traseras no tendrán tantas atenciones a su disposición y, a pesar de que este familiar posee múltiples huecos y guanteras en los que guardar pequeños objetos (además de un maletero con 360 litros de capacidad, al que se accede a través de un amplio portón), el espacio para los ocupantes del asiento posterior no es tan grande como en otros vehículos de su clase. Tres adultos viajarán algo incómodos y no encontrarán -a menos que sean de talla pequeña- un hueco razonable para las piernas. El precio de este vehículo –bastante exclusivo, por otra parte- es de 33.050 euros (más de 5,5 millones de las antiguas pesetas), por los que se obtienen, además de las prestaciones y el buen comportamiento de este Impreza, un completo equipamiento, en el que está incluido el aire acondicionado, el cierre centralizado y el spoiler trasero. Además, la lista de dispositivos de seguridad está formada por cuatro airbags de inflado progresivo (y de mayor tamaño que los presentes en la anterior generación del modelo), una carrocería que ha sido reforzada en sus puntos críticos, ABS y EBD. Pensando en los peatones, han desaparecido las aristas y los elementos angulosos del capó y del frontal y se ha cambiado el diseño de los limpiaparabrisas, que dejan de funcionar cuando detectan un impacto sobre ellos.Teniendo en cuenta todo lo que puede ofrecer el Impreza WRX SW, creemos que su precio es bastante justo, a pesar de que, desgraciadamente, no esté al alcance de todos los bolsillos. Tampoco del mío, por lo que debo contentarme con un grato recuerdo y con la esperanza de que pronto llegue a nuestras manos el STI (con 265 CV) y demuestre –con mayores argumentos aún- de qué están hechos los coches de rallies.