SsangYong Kyron M200 Xdi

Precio contenido, buena dotación, comportamiento en carretera aceptable, estética agradable y mismas o más cualidades off-road que la mayoría de sus rivales son los cinco argumentos principales que hemos encontrado en este original todo terreno coreano.

SsangYong Kyron M200 Xdi
SsangYong Kyron M200 Xdi

Ssangyong únicamente ofrece un motor para toda la gama Kyron. Se trata de un turbodiesel de cuatro cilindros en línea, dos litros de capacidad y que rinde 140 CV. Sin destacar en ningún apartado puntual, esta mecánica de origen Mercedes consigue unas prestaciones correctas, exceptuando las cifras de aceleración, dado que le falta algo de empuje a bajo régimen. Tampoco ayudan unas relaciones del cambio largas, pensadas para en el ahorro de combustible, otro de los puntos fuertes de este modelo, y un peso de dos toneladas.

A los 138 CV, según mediciones de nuestro Centro Técnico, se une una solvente cifra de par de 32,2 mkg obtenida a 2.570 rpm, dato que corrobora esa falta de fuerza a bajos regímenes, puesto que no es posible llegar al 90 por ciento de la misma hasta bien entradas las 2.000 vueltas. A partir de ahí, mantiene buena parte de ese par máximo hasta límites próximos a las 3.500 vueltas. No tiene un abanico de utilización muy amplio, pero cuando se le exige, este motor entrega con suficiencia. Nos ha parecido mejorable el tacto de la palanca de la comentada caja de cambios. Sus recorridos son largos y la inserción poco precisa. Ya en carretera, el Kyron no puede dejar de traslucir que es un modelo que utiliza el sistema de propulsión trasera con eje delantero conectable y rueda libre, lo cual le permite pasar de transmisión trasera a integral y viceversa con la desconexión o conexiçon del bloqueo central. En el caso que nos ocupa, esta acción se puede hacer en marcha, circulando hasta velocidades de 70 km/h. Algo anticuado, este sistema eleva la sonoridad del conjunto mecánico, propiciando un rumor parecido al de un vehículo comercial o un camión. Lo que es una mecánica agradable al ralentí y a ritmos de crucero, pierde un poco esta virtud, menoscabando el confort de un modelo que, en líneas generales, cumple con las exigencias del cliente medio.

Dotado de suspension independiente en el eje delantero y de eje rígido en el trasero, en carreteras amplias, de buen asfalto, el Kyron transita con nobleza, aplomo y sin movimientos oscilantes de la carrocería. Es cuando el firme empeora, donde comienza a mostrar alguna carencia. Muelles largos y amortiguación demasiado suave, para mejorar el confort a bordo, propician una sensación de flotación continua. En tramos virados esa percepción se acentúa: el rebote continuo de las ruedas no facilita los apoyos en curva, creando cierta intranquilidad en forma de inercias indeseadas aunque sin llegar a asustar. La carrocería queda bien sujeta pese a la inclinación de la carrocería. La dirección asistida, es precisa pero lenta, y en los frenos es mejorable la resistencia a la fatiga y el tacto del pedal que se ha revelado algo esponjoso. Sin llegar a ser un todo terreno extremo, aunque SsangYong apuesta por un chasis de largueros, el Kyron ofrece muy buenas capacidades off-road, incluso más de las que se podía esperar en un principio. Notable en sus posibilidades trialeras, en terrenos escarpados, se maneja aceptablemente salvo que los obstáculos sean demasiado duros. La reductora facilita mucho el tránsito por este tipo de tramos y el ya comentado sistema de suspensiones adaptado para este tipo de terrenos. En su contra juegan, la falta de fuerza a bajos regímenes y unas ruedas más pensadas para carretera que para campo. En subida, por ejemplo, es necesario llevar inercia, por esa evidente falta de empuje por debajo de 1.800 vueltas. Otros aspectos que convienen ser resaltados son la altura libre al suelo que, si bien es buena, con 20 centímetros, asociada a una larga batalla resulta insuficiente para proporcionar un buen ángulo ventral, y el control de descenso de pendientes, un sistema que apenas entra en juego, dado que las marchas reductoras se sobran y bastan en casi todo tipo de situaciones.

En suma, un modelo muy razonable para hacer excursiones camperas y que admite una dosis mayor de aventura, siempre y cuando tengamos en cuenta todas sus limitaciones sobre terrenos demasiado escarpados. Podríamos llevarnos más de un susto, por dejarnos llevar por la impresión que proporciona el modelo en una utilización todo terreno.

  • Ángulo de ataque: 26º
  • Ángulo ventral: 20º
  • Ángulo de salida: 24º
  • Profundidad de vadeo: 93 cm.
  • Altura libre al suelo: 20 cm. Ssangyong ha optado por mejorar el nivel de sus realizaciones, pero a cambio ha incrementado las tarifas. Aun así, todos sus productos suelen ser bastante competitivos, ofreciendo algo más que el más económico de sus rivales. En el caso del Kyron, los 26.940 euros que cuesta de partida, 29.940 euros en el nivel de acabado de Limited, cobran más fuerza cuando vemos que, de sus rivales, es el que mejores cotas de habitabilidad proporciona, que cuesta prácticamente igual que su hermano menor, el Actyon, y entre 7.000 y 9.000 euros menos que el mayor, el Rexton II, con quien sólo hay 6 centímetros de diferencia.

    Además, pese a que es moneda común entre la mayoría sus competidores, la existencia de reductora, control de descenso de pendientes, sistema de rueda libre y bastidor de largueros aseguran un notable uso todo terreno. Lógicamente, esta utilización tiene sus limitaciones derivadas del intento de SsangYong de atemperar su naturaleza off-road para potenciar el agrado de conducción, algo que, por otra parte, es fundamental para un cliente de este tipo de vehículos. Todo depende del cristal con el que se mire: leyendo esta prueba uno puede concluir que o bien pensamos que es un todo terreno que no llega a proporcionar ni todo lo exigible a este tipo de modelos ni tan poco un confort de marcha a la altura de los auténticos todocaminos o bien destacamos las inmensas posibilidades de uso que proporciona el Kyron con un aceptable rodar por carreteras y pistas. Nosotros nos inclinamos por el segundo punto de vista. Y, para sustentar esta posición, agregamos que, por si fuera poco, está bastante bien dotado.

    En suma, por un precio inferior a los 30.000 euros, tendremos un vehículo grande, práctico, que consume poco, que, en cierto modo, es atractivo estéticamente y que permite alguna que otra alegría en forma de domingos en el campo.