El Forfour tiene un público muy definido: se ha ideado para los más vanguardistas, que han hecho del Smart casi un icono. Es urbanita, está a la última y resulta llamativo. Sin embargo, necesitan más de dos asientos. El Forfour ofrece cuatro y aquellos que aún quieran más espacio podrán obtener, por 60 euros, una quinta plaza, con su correspondiente reposacabezas y un cinturón de seguridad de tres puntos.Que nadie se llame a engaño: este Smart sigue siendo un vehículo pequeño y, por lo tanto, no encontraremos mucha amplitud en el asiento posterior. La anchura y el espacio para las piernas –de 80 centímetros, en el mejor de los casos-, son limitados: dos adultos podrán resistir trayectos por la ciudad, pero un viaje largo será un poco claustrofóbico.A pesar de la falta de holgura, el fabricante se ha esforzado para que los pasajeros de las plazas traseras del Forfour tengan a su disposición la mayor comodidad posible. Así, todas las carrocerías son de cinco puertas, lo que facilita la entrada y salida de los ocupantes. El respaldo del asiento posterior puede inclinarse por partes (en configuración 60:40), mientras que la banqueta se desplaza 150 milímetros, lo que permite jugar con el espacio disponible en el habitáculo o en el maletero, según nuestras necesidades.A la hora de colocar el equipaje, encontraremos un maletero con una capacidad de 270 litros, que puede aumentarse abatiendo el respaldo del asiento posterior. No hay mucho espacio, pero puede aprovecharse bastante bien. Tampoco contaremos con una bandeja: si queremos evitar las miradas de los extraños, tendremos que desplegar una cortinilla enrollable sobre la luneta trasera. Hubiera sido deseable que esta lona se desplegara desde el asiento hasta el portón, pues quita algo de visibilidad. En Smart han querido dejar claro que tienen un parentesco muy cercano con Mercedes-Benz, por lo que no han escatimado a la hora de equipar el Forfour como si fuera un vehículo de un segmento superior.Su dotación de serie está entre las más completas de su clase. En ella podemos encontrar el cierre centralizado (procedente de Mercedes), los elevalunas delanteros eléctricos o los airbags frontales y laterales, que sólo son el comienzo de un extenso equipo de seguridad. Ni siquiera faltan frenos de disco en las cuatro ruedas o el ESP, que muchos coches “de más alcurnia" ofrecen sólo como opción. También los “extras" están a la altura de vehículos de más empaque: airbags de cortina, volante multifunción con los mandos de la radio y el teléfono móvil integrados, navegador, sensores de lluvia y de encendido de los faros... Sin embargo, hay que echar mano del paquete Confort (menos de 600 euros) para conseguir unos retrovisores exteriores con regulación eléctrica, un elemento que sí aparece en la dotación básica de muchos modelos pequeños. Resulta un poco desconcertante que haya que pagar aparte un sistema como este, especialmente en un vehículo cuyo precio de salida roza los 13.000 euros.El Forfour tiene un público muy definido: se ha ideado para los más vanguardistas, que han hecho del Smart casi un icono. Es urbanita, está a la última y resulta llamativo. Sin embargo, necesitan más de dos asientos. El Forfour ofrece cuatro y aquellos que aún quieran más espacio podrán obtener, por 60 euros, una quinta plaza, con su correspondiente reposacabezas y un cinturón de seguridad de tres puntos.Que nadie se llame a engaño: este Smart sigue siendo un vehículo pequeño y, por lo tanto, no encontraremos mucha amplitud en el asiento posterior. La anchura y el espacio para las piernas –de 80 centímetros, en el mejor de los casos-, son limitados: dos adultos podrán resistir trayectos por la ciudad, pero un viaje largo será un poco claustrofóbico.A pesar de la falta de holgura, el fabricante se ha esforzado para que los pasajeros de las plazas traseras del Forfour tengan a su disposición la mayor comodidad posible. Así, todas las carrocerías son de cinco puertas, lo que facilita la entrada y salida de los ocupantes. El respaldo del asiento posterior puede inclinarse por partes (en configuración 60:40), mientras que la banqueta se desplaza 150 milímetros, lo que permite jugar con el espacio disponible en el habitáculo o en el maletero, según nuestras necesidades.A la hora de colocar el equipaje, encontraremos un maletero con una capacidad de 270 litros, que puede aumentarse abatiendo el respaldo del asiento posterior. No hay mucho espacio, pero puede aprovecharse bastante bien. Tampoco contaremos con una bandeja: si queremos evitar las miradas de los extraños, tendremos que desplegar una cortinilla enrollable sobre la luneta trasera. Hubiera sido deseable que esta lona se desplegara desde el asiento hasta el portón, pues quita algo de visibilidad. En Smart han querido dejar claro que tienen un parentesco muy cercano con Mercedes-Benz, por lo que no han escatimado a la hora de equipar el Forfour como si fuera un vehículo de un segmento superior.Su dotación de serie está entre las más completas de su clase. En ella podemos encontrar el cierre centralizado (procedente de Mercedes), los elevalunas delanteros eléctricos o los airbags frontales y laterales, que sólo son el comienzo de un extenso equipo de seguridad. Ni siquiera faltan frenos de disco en las cuatro ruedas o el ESP, que muchos coches “de más alcurnia" ofrecen sólo como opción. También los “extras" están a la altura de vehículos de más empaque: airbags de cortina, volante multifunción con los mandos de la radio y el teléfono móvil integrados, navegador, sensores de lluvia y de encendido de los faros... Sin embargo, hay que echar mano del paquete Confort (menos de 600 euros) para conseguir unos retrovisores exteriores con regulación eléctrica, un elemento que sí aparece en la dotación básica de muchos modelos pequeños. Resulta un poco desconcertante que haya que pagar aparte un sistema como este, especialmente en un vehículo cuyo precio de salida roza los 13.000 euros.
Smart Forfour 1.1 Pulse
¿Puede un vehículo tan vanguardista como el Forfour guardar las tradiciones de la familia? Sin duda; el Smart ofrece ahora sus virtudes a cuatro personas, pero conserva el mismo espíritu del primer modelo.
