Skoda Octavia 1.9 TDI Combi 4x4

La combinación de una carrocería familiar con un sistema de tracción integral permanente resulta muy práctica. Si además cuenta con un motor TDI de última generación firmado por VW, un equipamiento completo y un precio razonable, el resultado es plenamente satisfactorio.

Skoda Octavia 1.9 TDI Combi 4x4
Skoda Octavia 1.9 TDI Combi 4x4

La multitud de marcas y modelos existentes en el mercado casi no deja huecos que no estén cubiertos por varios fabricantes a la vez. No obstante Skoda, marca checa perteneciente al Grupo Volkswagen, ha sabido cubrir un interesante nicho del mercado al incorporar el sistema de transmisión integral permanente en el Octavia Combi. De esta forma, ya queda clara su especialización en un sector apenas sin competencia. Si además de estas peculiares características se añade una motorización TDI de última generación, el modelo en cuestión es casi una versión exclusiva. Coincidiendo con la actualización que ha tenido el modelo Octavia, en el que se han modernizado grupos ópticos, parrilla frontal y paragolpes, los ingenieros de la marca han adaptado una variante de su archiconocido motor TDI de 1,9 litros de cilindrada. Eso sí, revisado de arriba abajo para dotarlo del sistema de inyector-bomba, estrenado en el Skoda Fabia, que desarrolla una potencia de 101 CV. Para el Octavia, este motor se monta sólo en las versiones Combi 4x4, aunque siguen comercializándose las variantes de 90 y 110 CV de bomba rotativa en las versiones de tracción delantera. En el interior también se han introducido ligeras modificaciones en el equipamiento, diseño, seguridad y confort, aunque el aspecto general sigue siendo un poco austero y algo triste. El nuevo Octavia tiene una instrumentación más completa, que en el caso de las versiones Elegance, se amplía con un ordenador de viaje multifunción. También recibe nuevos guarnecidos y revestimientos de paneles de puertas, montantes laterales reforzados para mejorar la protección en caso de impacto y, lo más destacable, el respaldo de los asientos delanteros se ha rediseñado lo que permite aumentar en algunos milímetros el espacio para las piernas de los ocupantes de las plazas posteriores. No es que sea un crecimiento significativo, pero resulta de agradecer si tenemos en cuenta que el espacio en las plazas traseras no era una de las virtudes del modelo. También la capacidad del maletero resulta inferior a la variante de tracción delantera, ya que el sistema de transmisión integral y la modificación efectuada en la suspensión posterior restan 100 litros de capacidad al maletero. Aun así le quedan 500 dm3 de volumen libre en el maletero, con unas formas muy aprovechables, mucha profundidad y suficientemente alto y ancho para poder introducir bultos de grandes dimensiones.