Skoda Karoq 1.6 TDI 116 CV: superprueba del “hermano” Diesel del Ateca

Interesante prueba SUV a los mandos del Skoda Karoq 1.6 TDI 115 CV, un modelo que comparte infinidad de elementos técnicos con el Seat Ateca. ¿Qué tal va este motor Diesel? Lo comprobamos.

Óscar Díaz y Jorge Serrano. Twitter: @JorgeMotor1 / Fotos: Mikael Helsing

Skoda Karoq 1.6 TDI 116 CV: superprueba del “hermano” Diesel del Ateca
Skoda Karoq 1.6 TDI 116 CV: superprueba del “hermano” Diesel del Ateca

En Skoda han trabajado mucho y duro para desmarcar al Karoq de calificativos como «heredero del Yeti» o «el Ateca de Skoda» y conseguir un producto específico. Lo primero resulta obvio. Es mucho más grande que el Yeti, goza de un diseño más convencional y por derecho propio se encuadra en la categoría de mayor crecimiento del mercado. En cuanto a lo segundo, Skoda ha conseguido acuñar su sello partiendo de una base tan común como extendida, como es la plataforma modular MQB del grupo Volkswagen, dotándola de una interpretación personal, de calidad, un tacto de conducción propio, diferente de la mecánica precisión del Seat Ateca o del VW Tiguan y reforzada con las soluciones «simply clever» que tanto facilitan el día a día de sus usuarios. En este caso, partiendo de la misma plataforma MQB hay una reinterpretación completa que tiene que ver tanto con la conducción, como con un equipamiento específico que le permite ofrecer al público algo que en el fondo y en la forma resulta diferente y atractivo. Es la manera de tener sentido y no ser uno más en la mente del público, abrumado por la ingente variedad de SUV compactos presentes en la actualidad, encabezada por los superventas Nissan Qashqai (25.964 unidades matriculadas en 2017 hasta finales de noviembre), seguida por el Hyundai Tucson (17.950) y Seat Ateca (16.429).

Skoda Karoq: un SUV bien pensado y resuelto

Esta categoría de los SUV supone actualmente uno de cada cinco coches nuevos matriculados. De ahí la importancia de estar presente, pero no a cualquier precio o de manera precipitada. Todo lo contrario. Y en este caso el resultado en el Skoda Karoq ha sido brillante en el uso diario, con soluciones prácticas que si bien muchas son opcionales, su pequeño coste sugiere su conveniencia y elegir aquellas que se adaptan a los gustos y necesidades de cada uno. Me refiero a elementos como la linterna extraíble que ilumina el maletero, los ganchos válidos para fijar mochilas, la apertura motorizada del portón (590 euros con la apertura por movimiento de pie) o, muy especialmente, la modularidad interior que añade el sistema VarioFlex (430 €), con posibilidades que para sí quisieran algunos monovolúmenes. Así, los tres asientos traseros pueden  bascularse individualmente hacia adelante o retirarse selectivamente si necesitásemos espacio, algo que se hace sin demasiada complicación gracias a un sistema de anclaje con seguros, si bien el elevado peso de los asientos laterales 18,5 kg, recomiendan realizar la operación con ayuda de una segunda persona. Pero también facilita adelantar los de los extremos —15 cm de recorrido— pudiendo elegir entre mejorar espacio para piernas o maletero. Además, una vez retirado el central —más pequeño y de 13 kg de peso— podríamos reposicionar hacia el centro los exteriores, configurando entonces un habitáculo de sólo cuatro enormes plazas que, eso sí, mantendrían las mismas posibilidades de desplazarse longitudinalmente y permitirían modificar la inclinación de los respaldos; como en las mejores berlinas superiores.

ESPACIO Skoda Karoq 1.6 TDI 116 CV
Anchura delantera 143 cm
Anchura trasera 138 cm
Altura delantera 94/100 cm
Altura trasera 91 cm
Espacio para piernas 58/73 cm
Maletero 470/555 litros

El habitáculo del Skoda Karoq ofrece una capacidad en línea con buena parte de sus alternativas. Es cierto que no alcanza los sobrenaturales extremos del Ateca, pero se queda muy cerca de rivales como el Kia Sportage, el Nissan Qashqai o el Peugeot 3008 y aventaja, sobre todo, a los orientales en percepción de calidad y cuestiones que tienen que ver con la vida a bordo, como la salida de aire orientable en las plazas traseras, los cristales oscurecidos o el gran espacio bajo el asiento delantero para poder alojar los pies. Eso sí, el túnel central (22 cm de ancho en su zona inferior y 18 de altura sobre el suelo) recomiendan no hacer uso frecuente de la plaza central.

Skoda Karoq TDI Diesel 116 CVPor su parte, el conductor va sentado a unos 65 cm del suelo, unos 10 cm más arriba que en una berlina, y dispone de amplia variedad de opciones para encontrar su postura de conducción, entre ellos 6 cm de regulación en altura de la banqueta, otros  tantos cm de recorrido longitudinal de volante y 5 en altura que garantizan casi al 100% atender cualquier gusto personal por característico que fuese.

PRESTACIONES Skoda Karoq 1.6 TDI 116 CV
Acel. 0-100 km/h 11,54 s
Acel. 0-1000 m 33,53 s
Sonoridad 100 km/h 65,5 dBA
Sonoridad 120 km/h 68,5 dBA
Frenada desde 140 km/h 71,5 m
Peso en báscula 1.524 kg

Skoda Karoq: motor y comportamiento

El equipamiento de la unidad de pruebas llevó a nuestro Skoda Karoq más allá de los 1.500 kg, 100 más que el Ateca equivalente probado en su día (parte de ellos atribuibles al equipamiento de nuestra unidad de pruebas —asientos Varioflex, apertura motorizada del portón, enganche de remolque retráctil, etc.—), lo que pone a prueba la capacidad del TDI de 116 CV. Y lo cierto es que lo supera con un rendimiento semejante al de los Diesel de última generación. O, lo que es lo mismo, con una respuesta al acelerador suave, no demasiado contundente a bajo régimen, que aconseja un uso preciso y rápido con el cambio para mantenerlo girando en su mejor zona, entre las 1.800 y las 3.500 rpm si queremos tener una buena respuesta al acelerador, ya que por debajo de éste apenas habrá empuje y por encima de aquél, no sacaremos demasiado partido de su capacidad de girar a más de 4.500 rpm, haciendo recomendable subir una marcha y aprovechar su muy buen medio régimen. A cambio, el TDI 1.6 sí se muestra muy voluntarioso y permite mantener la marcha superior engranada durante buena parte de los desplazamientos, mostrando un muy buen comportamiento en ruta.

Las suspensiones han sido puestas a punto pensando más en el confort y en la precisión general que en primar la inmediatez de reacciones, lo que se agradece al transitar sobre baches, asfalto irregular o reductores de velocidad, aunque no quiere decir que vaya a haber un incómodo balanceo de carrocería. Son parte de un conjunto mecánico preciso y confortable, con un carácter bastante neutro, sin amago de sobreviraje o pérdida de trayectoria bajo ninguna circunstancia, ni siquiera en los cambios de apoyo más fuertes y si bien es un poco más lento de eje delantero en los cambios de dirección, no es algo especialmente criticable.

CONSUMOS Skoda Karoq 1.6 TDI 116 CV
Consumo en ciudad 6,2 l/100 km
Consumo en carretera 5,4 l/100 km
Consumo medio/strong> 5,7 l/100 km

De este modo, el Skoda Karoq cumple con su cometido con exquisita pulcritud, como si de una muy buena herramienta estuviésemos hablando. Y en esa discreción reside, precisamente, su secreto. Cada característica en que pensemos: tacto de materiales, equipamiento, frenada, aislamiento, gasto de combustible… se resuelve con pulcritud, de una manera correcta, puede que no emotiva en su dinamismo, pero sí solvente. Precisamente, la que se puede esperar de un coche diseñado para vivirlo desde dentro respondiendo a las necesidades de uso familiar y deportivo y ofreciendo, según equipamiento un «algo más» que le permite encontrar su espacio en medio de una competencia tan imponente como abundante.

Y esta diferenciación no viene en el caso del Skoda Karoq por precio, de nuevo en línea con el de sus rivales, sino por el grado de atención al detalle que Skoda muestra en cada una de sus últimas creaciones. Así, además de un comportamiento intachable, de revestimientos de sensación de calidad y ajustes uniformes,  este acabado Ambition cuenta de serie con accesorios tan prácticos como cámara de aparcamiento, guantera refrigerada, bluetooth, o control por voz y se podría ampliar a voluntad con elementos que, de nuevo, hacen de Skoda una marca que siempre ofrece un ingenioso «algo más».

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