Skoda Fabia 1.9 TDi Elegance

El estreno del motor 1.9 TDi de 101 CV con la tecnología bomba-inyector asociada al turbo de geometría variable e intercooler es la revolución de los TDi. Su resultado es excitante y el Fabia se convierte en uno de los más rápidos de la categoría plantando cara a toda una referencia como el Ibiza TDi de 110 CV.

Skoda Fabia 1.9 TDi Elegance
Skoda Fabia 1.9 TDi Elegance

El acabado Elegance es el tope de gama, aunque con relación a la versión con motor de 1.4 16V hay pequeñas diferencias de equipamiento. Con el TDi, el ABS no es de serie y sí lo es en el de gasolina. En el TDi la opción del ABS va unida al control de tracción ASR con un precio del conjunto de 83.000 pesetas. Lo que sí es de serie es el aire acondicionado con climatizador que, para mantener fríos los botes de bebida, dispone de una salida de aire en la guantera. Si no deseamos que se desperdicie este aire refrigerado se puede cerrar dicha salida. Pero no se acaban aquí los detalles. En los asientos delanteros hay una bolsa en el lateral interno y también en la parte trasera. El Fabia con su nuevo motor TDi es una grata sorpresa y en nuestro banco de potencia logró una potencia de 125,3 CV a 3.430 rpm. En la consola central hay un pequeño cajón para dejar la cartera o el teléfono móvil. Por si esto fuera poco, también hay bolsas rígidas en las puertas y en la zona del freno de mano. En el apoyabrazos del conductor están unificados los mandos de los cuatro elevalunas, el cierre centralizado y, en un plano superior, el mando de reglaje de los retrovisores. Esta centralización de todas las funciones nos facilita bastante su manejo y apenas tenemos que desviar la atención de la conducción. Ni los más optimistas podían imaginar que el Ibiza 1.9 TDi de 110 CV fuera desbancado por un modelo que, a priori, anuncia sólo 101 CV. El Fabia con su nuevo motor TDi es una grata sorpresa y en nuestro banco de potencia logró una potencia de 125,3 CV a 3.430 rpm. Pero hay otro dato a tener en cuenta. El Fabia alcanza 297 Nm a 2.420 rpm. En su día el Ibiza 1.9 TDi de 110 CV alcanzó 129 CV a 4.000 rpm y un par de 275 Nm a 2.100 rpm con un peso en báscula de 1.200 kg. Si enfrentamos los cuadros de prestaciones del Fabia y del Ibiza podemos comprobar que el checo acelera en el 0-100 km/h y los 1.000 metros en el mismo tiempo que el Ibiza, y se permite el lujo de recuperar de 80 a 120 km/h en 5ª en un segundo menos. Además de andar más, el tacto del motor del Fabia es más agradable, pues a sólo 1.500 rpm se aprecia con claridad el empuje del turbo de geometría variable. Otro detalle es que la sonoridad del Skoda es más contenida que en el español. Hay un par de apartados en los que el Fabia marca cierta diferencia con sus rivales. El tacto del cambio no tiene nada que ver con ningún modelo del Grupo VW. En el movimiento de primera a segunda o de tercera a cuarta el tacto es como si fuera secuencial por su precisión y recorrido. El consumo es de lo mejor, pues sólo el Peugeot 206 2.0 HDi con 5,6 litros/100 km y el Polo, con la misma cifra, gastan menos. El Fabia con 5,7 litros de media se sitúa muy cerca y por delante del Ibiza 1.9 TDi 110 CV, que consume 5,9 litros/100 km. El Fabia, además de recuperar y acelerar muy bien, es capaz de mantener una elevada velocidad de crucero, situándose la aguja con extrema facilidad por encima de 200 km/h. En conducción deportiva, la cifra de consumo medio más alta que hemos visto en el ordenador de a bordo es de 7 litros/100 km.