El heredero del Cupra ya ha empezado a rugir. Este León no esconde su garra: una imagen agresiva y un comportamiento muy, muy rácing son los puntos fuertes de este deportivo, que, a la par, es un Diesel de un precio bastante asequible comparado con las creaciones que hay hoy en el mercado.
El Leon FR TDi apenas supera los 21.000 euros (la barrera psicológica de los tres millones y medio de las antiguas pesetas), pero presenta unas cifras similares a las que alcanzan modelos como el BMW 320TD Compact o el Mercedes C220 CDi Sportcoupé (este último 10.000 euros más caro).
Además, calculadora en mano, comprobaremos que sólo tenemos que pagar 2.000 euros más que por el 1.9 TDi de acabado Sport y tendremos un auténtico deportivo: “Fórmula Rácing", para todos.
También se ahorrarán dinero los amantes del “tunning" y un disgusto los abnegados diseñadores (que tardan años en proyectar un modelo y luego ven cómo un desaprensivo le coloca un enorme alerón que destruye toda su aerodinámica y comportamiento): el Seat León FR viene “maqueado" de fábrica.
El frontal cuenta con rejillas de aire en forma de nido de abeja que agrupan los antiniebla. Los parachoques, el spoiler trasero, las taloneras, las molduras laterales, las carcasas de los retrovisores y las manetas de las puertas son del mismo color de la carrocería (ah, no os volváis locos intentando abrir el maletero: el cierre se oculta tras la “S" de Seat).
Las ruedas también son especiales: monta unos neumáticos 225/45 R con unas llantas exclusivas de nada menos que 17 pulgadas (ninguno de sus rivales se ha atrevido con este calzado). La salida cromada del doble tubo de escape y las siglas FR (la primera letra, en gris; la segunda, en rojo) también desvelan que éste no es un León cualquiera.
Tan fiero como lo pintan
Después de dar –como hemos visto- todo un “zarpazo" a los precios (incluso a su pariente el Golf), este León también acaba con el estereotipo de que un “auténtico deportivo va unido a un potente motor de gasolina". Las sensaciones que aporta son muy parecidas a las de modelos de dichas mecánicas.
Se muestra un poco brusco al arrancar, pero sólo hay que esperar que alcance las 2.000 rpm para que salga disparado y, a partir de ahí, acelerar y acelerar mientras el cuentavueltas sube incansablemente: se mueve con toda agilidad por las 4.000 vueltas (¡parece no tener fin!). El cambio de seis relaciones exprime a la perfección cada caballo.
Igual de brillantes que sus aceleraciones son sus recuperaciones; gracias a su enorme par motor, este modelo es todo un seguro en adelantamientos e incorporaciones.
El León FR consigue recorrer el kilómetro desde parado –según nuestro centro técnico- en 30 segundos, alcanza los 215 km/h y, lo que es más importante, todo con un consumo medio de menos de 7 litros los 100 kilómetros. Lo único que no está tan contenido es su ruido (que, aunque suena muy “rácing", puede pasar factura en un viaje largo).