La estrategia industrial sobre la que se sustenta el Seat Exeo lleva camino de convertirse en «la noticia más comentada» de todos los foros automovilísticos españoles. Independientemente de la opinión de cada uno, lo que parece indiscutible es que lo que una marca premium descataloga para si, todavía puede ofrecer muy buenos dividendos. Que la imagen del Seat Exeo pueda no trasmitir novedad es cierto, pero por otra parte trasmite una calidad mecánica, táctil y visual no sólo por encima de los demás modelos de la marca, también parece incluso despegarse de las mejores marcas generalistas. En todo caso se puede cuestionar si el concepto «sigue vigente». Nos referimos, en concreto, al tamaño y espacio interior que esconde el Exeo, cuando el crecimiento de los coches es una constante generalizada entre generaciones, quizás, es cierto, de manera desproporcionada, y más que evolucionar desvirtúa los segmentos establecidos.
En cualquier caso, recordemos que este Seat Exeo ST es el «revival» del Audi A4 Avant de 2001, y desde entonces ha llovido mucho. Tanto, que a día de hoy el Exeo ST es, salvo excepción que confirme la regla, el modelo más pequeño de su categoría. Esto conlleva unas plazas traseras algo justas y un maletero base, con 385 litros verificados (al menos esconde una rueda convencional de repuesto en 16 pulgadas), casi ridículo para lo que se cuece por ahí. Es más, un Seat Toledo ofrece mejores números de habitabilidad y carga. También influye negativamente un voluminoso túnel central necesario, en su momento, para las versiones quattro del modelo original.
Donde se pone al día es con su motor 2.0 TDI por conducto común. Ha ganado suavidad y silencio respecto al «rudo» bomba inyector anterior y siguiendo esa línea resulta también un motor más amable de respuesta. En parte también por unos desconcertantes largos desarrollos elegidos, tanto que la conducción en 6ª resulta muy dubitativa y exige ignorarla a menudo si no se dan muy buenas condiciones. El resultado es que este Exeo ST TDI cede muchos segundos respecto al Audi A4 original en las habituales maniobras de recuperación y adelantamiento, por una configuración de “nuestros días" que busca primar los consumos y las emisiones.
El caso es que en carretera mientras podamos utilizar la 6ª al Exeo ST le salen las cuentas, de lo contrario pierde en todos los sentidos. Estas dudas no surgen en el dinamismo de su bastidor con el acabado Sport de la unidad probada, que implica unas suspensiones que se sienten firmes y solidifican las trayectorias y movimientos de la carrocería. El coche se dirige de maravilla, gira y apoya rápido y con mucha confianza, con un tacto general que gustará especialmente al entusiasta de la conducción por la buena sensación de guiado directo que transmite. De no concienciarnos, esta configuración resultará incómoda sobre firmes irregulares, especialmente en las plazas traseras, donde reacciona con una clara sequedad, y en su dirección también interfieren en mayor medida las irregularidades.
Por lo demás, el Exeo ST cumple sobradamente con la demanda actual de confort, seguridad y de tecnología de bolsillo con un reequipamiento marcado por las tendencias del momento. Ofrece conexiones Bluetooth, USB e iPod, modernos faros bixenon direccionales e incluso airbag laterales traseros, entre otras cosas. En general, el Exeo ST deja escapar muy buenas sensaciones premium que ofrece a precios de generalista.
— Calidad percibida
— Mecánica agradable
— Comportamiento
— Recuperaciones en 6ª
— Habitabilidad posterior
— Maletero