Una vez más, el «archiconocido» motor 1.8 turbo con 5 válvulas por cilindro es el protagonista, bien sea en versión de 156 CV (Córdoba) o de 180 (León), éste asociado a un cambio de 6 marchas. El más potente incorpora algún refuerzo interno para soportar la mayor cifra de par de esta mecánica, pero, básicamente, los dos son idénticos. Como viene siendo habitual, las cifras de potencia y par obtenidas en nuestro banco de rodillos han sido bastante superiores a las oficiales, revelándonos nada menos que 169 CV para el Córdoba y 188 para el León, en ambos casos a un régimen ligeramente por encima de las 5.500 rpm, con cotas de par máximo de 247 Nm a 3.530 rpm y 264 Nm a 2.660, respectivamente. Con estos datos y el peso en báscula de las unidades probadas, la relación peso-potencia se queda en valores prácticamente iguales para los dos modelos, unos muy favorables 7,0 kg/CV, lo que explica el excelente resultado que obtienen en todos los registros de prestaciones. Si bien, la menor medida del neumático del Córdoba puede explicar que en los registros de aceleración se imponga por unas décimas, incluso tirando de un cambio con las marchas más abiertas entre sí (la sexta del León es prácticamente igual a la quinta del Córdoba). Sin embargo, cuando se trata de recuperar, es el León el que impone su mayor potencial y superior cifra de par.Pero lo mejor de ambos propulsores es su elasticidad y la capacidad para aguantar marchas largas a un régimen de giro muy bajo, lo que proporciona una suavidad de marcha excepcional. En estas condiciones de funcionamiento, se aprecia una mayor retardo de respuesta del turbo en el motor más potente, pero cualquiera de ellos cobra vida y recupera velocidad con suma celeridad a poco que nos insinuemos con el pedal del acelerador. Y en cuanto a consumo, si ya son buenos los registros obtenidos en nuestras mediciones habituales a ritmos legales, son proporcionalmente mejores cuando exprimimos a fondo la mecánica, en cuyo caso conseguimos medias en torno a dos litros inferiores a vehículos con prestación similar.Si valoramos ambos aspectos en conjunto gana el León. Inicialmente, la diferencia de precio a favor del Córdoba es evidente, pero tras montar en éste el climatizador (que se paga a parte y cuesta 166.000 pesetas) se reduce a «tan sólo» 169.000, una cifra considerable, pero no tanto como la ganancia que se obtienen en calidad y poder de representación, entre otros muchos factores, con el salto al León. Y si el presupuesto nos lo permite, y ya que no hay que montar ningún otro elemento importante de opción, aconsejamos invertir en cualquier de ellos las 85.000 pesetas que cuesta el control de estabilidad. En definitiva, sea Córdoba o León, seguro que cualquiera de los dos satisface con creces a quienes buscan un vehículo rápido con carácter deportivo. Las preferencias por carrocería y presupuesto las pone el cliente, las sensaciones vienen de la mano de Seat, que ha acertado de pleno lanzando al mercado las versiones Cupra (bien sea Ibiza o Córdoba) y ha puesto el listón muy alto con su modelo más reciente. Una vez más, el «archiconocido» motor 1.8 turbo con 5 válvulas por cilindro es el protagonista, bien sea en versión de 156 CV (Córdoba) o de 180 (León), éste asociado a un cambio de 6 marchas. El más potente incorpora algún refuerzo interno para soportar la mayor cifra de par de esta mecánica, pero, básicamente, los dos son idénticos. Como viene siendo habitual, las cifras de potencia y par obtenidas en nuestro banco de rodillos han sido bastante superiores a las oficiales, revelándonos nada menos que 169 CV para el Córdoba y 188 para el León, en ambos casos a un régimen ligeramente por encima de las 5.500 rpm, con cotas de par máximo de 247 Nm a 3.530 rpm y 264 Nm a 2.660, respectivamente. Con estos datos y el peso en báscula de las unidades probadas, la relación peso-potencia se queda en valores prácticamente iguales para los dos modelos, unos muy favorables 7,0 kg/CV, lo que explica el excelente resultado que obtienen en todos los registros de prestaciones. Si bien, la menor medida del neumático del Córdoba puede explicar que en los registros de aceleración se imponga por unas décimas, incluso tirando de un cambio con las marchas más abiertas entre sí (la sexta del León es prácticamente igual a la quinta del Córdoba). Sin embargo, cuando se trata de recuperar, es el León el que impone su mayor potencial y superior cifra de par.Pero lo mejor de ambos propulsores es su elasticidad y la capacidad para aguantar marchas largas a un régimen de giro muy bajo, lo que proporciona una suavidad de marcha excepcional. En estas condiciones de funcionamiento, se aprecia una mayor retardo de respuesta del turbo en el motor más potente, pero cualquiera de ellos cobra vida y recupera velocidad con suma celeridad a poco que nos insinuemos con el pedal del acelerador. Y en cuanto a consumo, si ya son buenos los registros obtenidos en nuestras mediciones habituales a ritmos legales, son proporcionalmente mejores cuando exprimimos a fondo la mecánica, en cuyo caso conseguimos medias en torno a dos litros inferiores a vehículos con prestación similar.Si valoramos ambos aspectos en conjunto gana el León. Inicialmente, la diferencia de precio a favor del Córdoba es evidente, pero tras montar en éste el climatizador (que se paga a parte y cuesta 166.000 pesetas) se reduce a «tan sólo» 169.000, una cifra considerable, pero no tanto como la ganancia que se obtienen en calidad y poder de representación, entre otros muchos factores, con el salto al León. Y si el presupuesto nos lo permite, y ya que no hay que montar ningún otro elemento importante de opción, aconsejamos invertir en cualquier de ellos las 85.000 pesetas que cuesta el control de estabilidad. En definitiva, sea Córdoba o León, seguro que cualquiera de los dos satisface con creces a quienes buscan un vehículo rápido con carácter deportivo. Las preferencias por carrocería y presupuesto las pone el cliente, las sensaciones vienen de la mano de Seat, que ha acertado de pleno lanzando al mercado las versiones Cupra (bien sea Ibiza o Córdoba) y ha puesto el listón muy alto con su modelo más reciente.
Seat Córdoba Cupra 1.8T / Seat León 1.8 20VT
Bis a bis. Un duelo en el que no hay perdedores. El León es el equilibrio absoluto. El Córdoba busca un cliente más radical. Son el coche del padre y del hijo, pero seguro que cualquiera de ellos admitiría un intercambio en algún momento concreto.
