Seat Ateca Diesel vs gasolina: ¿qué versión interesa del SUV?

A lo largo de estos últimos años hemos vivido una revolución automovilística tanto social como industrial, donde los SUV han ido cambiando las siluetas de nuestras ciudades y los fabricantes se han ido adaptando a lo que definitivamente no ha sido una moda, sino la confirmación de un nuevo tipo de vehículo con visos de convertirse en el estándar del futuro. El cliente ha visto en los SUV más imagen, mejor ergonomía —posición de conducción elevada—, superior capacidad interior y una dinámica por eficacia y sensaciones tan natural como en un coche convencional... y no necesariamente un vehículo con capacidades off-road —que también—.

En este sentido, el Seat Ateca es un perfecto ejemplo de lo que es y se espera de un SUV y en concreto resulta uno de los modelos más equilibrados y con una gama de las más completas del mercado. Seat ha sido de las marcas que más tarde ha incluido este nuevo formato en su oferta, pero el Ateca solo es el principio de lo que a corto plazo vendrá: un segundo SUV urbano integrado en la gama Ibiza —2017— que ya se ha presentado, el Arona, y un tercer SUV —2018— que se posicionará por encima del Ateca y con capacidad de hasta 7 pasajeros: aún no se sabe su nombre, pero se ha especulado con Álora.

Capacidad total

Con unas medidas muy compactas —4,36 metros de largo y 1,60 de alto—, el Seat Ateca impresiona por el aprovechamiento del espacio interior, que le permite reforzar el papel de coche familiar sobre el compacto convencional, como el propio León. De puertas hacia dentro parece un coche mucho más grande de lo que se puede esperar, algo intrínseco, en general, a todos los modelos del Grupo Volkswagen desarrollados sobre la plataforma modular MQB. Las plazas traseras son referentes no solo por su cota longitudinal —espacio para piernas— y de altura, también por lo natural que resulta el acomodo, con una altura de banqueta generosamente elevada respecto al piso del habitáculo. En cambio, la parte central está condicionada por un voluminoso túnel de transmisión previsto para las versiones 4x4 y una banqueta más firme en esa zona, que repercute en el acomodo de un tercer pasajero.

El maletero del nuevo Seat Ateca sorprende con sus 510 diáfanos litros de capacidad —480 las versiones 4Drive—, al que se accede por un portón que en opción se puede automatizar su apertura y cierre. Delante, cotas, sensación de espacio y luminosidad también te llevan a percibir una mayor habitabilidad, que repercute generosamente en su propio confort. El conductor queda perfectamente integrado frente al volante, donde no solo la naturalidad define el puesto de conducción, también la calidad de funcionamiento. Materiales, ajustes y presentación general confirman lo que, antes el León y después el Ateca, ya nos han mostrado que Seat ha subido mucho la calidad percibida de sus productos.

Duelo: Seat Ateca 1.0 TSI vs 1.6 TDI

Con una gama de motores y transmisiones que atiende a todos, el Seat Ateca se orienta tanto a la ciudad, como se sofistica para cumplir con todas las propiedades dinámicas de un SUV. Ofrece tres escalones de potencia, 115, 150 y 190 CV, tanto en gasolina como en Diesel, para cumplir en todos los campos.

Como acceso a la gama, los motores 1.0 TSI y 1.6 TDI de 115 CV, siempre tracción delantera y cambio manual de 6 velocidades, cumplen en la prestación y agrado y repuntan en el consumo. El pequeño 1.0 TSi de 3 cilindros es un enorme ejercicio de mecánica "downsizing", solvente y capaz, y no solo reclamo con la factura más baja de la gama Ateca. Por su parte, su equivalente en Diesel firma los mejores consumos de toda la gama. Los enfrentamos y te dejamos todas las mediciones con nuestras conclusiones:

Aceleración: ¿Quién dijo mínimos?  Idéntica potencia... y prácticamente, idéntico resultado final. Aprovechando sus 120 CV reales y la buena estirada del pequeño y agradable motor de gasolina, el 1.0 TSI mueve más que dignamente al Ateca. 

Frenada: De categoría. Mérito para el equipo de frenos, para la puesta a punto de su electrónica, y también para los neumáticos Hankook Ventus Prime 3 que equipaban las dos versiones. Toda la gama frena muy bien, pero el más ligero 1.0 TSI bate récords.

Sonoridad: No sólo motores. El Ateca es también un coche de nivel en muchas otras áreas, y la calidad de producto redunda también en habitáculo bien asilado y filtrado en el que no hace "mella" ni un tricilíndrico de giro tan redondo como el 1.4 TSI ni el Diesel menos sofisticado de la gama.

Adelantamiento: El TSI se consolida. Pequeño, pero "matón". Cuánto ha mejorado la nueva generación 1.6 TDi, con más bajos y progresividad, pero no es sólo par. Cuanta el equilibrio de transmisión, peso, etc; es así como el muy elástico 1.0 TSi ha sacado pecho.

Consumos: En su justa medida. Sus tecnologías han dado su fruto y si el 1.6 TDi se consolida como el Ateca con mejor coste por kilómetro, el 1.0 TSI abre las puertas de par en par al cliente que hace números partiendo del precio de compra.

Duelo: Seat Ateca 1.4 TSI vs 2.0 TDI 4Drive

Toca analizar qué versión es mejor ahora por arriba. Los 150 CV de los 1.4 TSI y 2.0 TDI proponen prestaciones brillantes y consumos ajustados. El TSI cuenta con el sistema de desactivación de cilindros ACT que ayuda a ajustar mucho los consumos de un motor que enamora por tacto. Siempre es garantía el 2.0 TDI 150 CV, que por ahora solo se sirve con tracción integral. Los 190 CV del motor superior cargan de dinamismo la actitud del Ateca, que también ha recibido recientemente el deportivo acabado FR (en este enlace verás ya nuestra primera prueba) que dinamiza comportamiento y estética y le distingue sobre sus más moderados rivales. Las combinaciones se multiplican con la posibilidad de disponer del cambio automático DSG y la transmisión integral 4Drive. En este caso, el rendimiento dinámico sube de categoría al Ateca, por su capacidad para rodar por asfaltos deslizantes o directamente experimentar la conducción off-road. Os dejamos también con los datos y mediciones de este enfrentamiento:

Aceleración: TSI vs TDi... 4x2 vs 4x4. No sólo enfrentamos diferentes combustibles, sino también sistemas de tracción: el Diesel, lastrado con la tracción total. Su papel en este ejercicio es muy bueno. El 1.4 TSI marca, pues, diferencias en agilidad y también tacto. Impecable.

Frenada: De nuevo, de referencia. No hay gama tan homogénea con tantos modelos que frenen así de bien. El TSI mantiene las Hankook de los otros motores mientras que el 2.0 TDi equipa, en este caso, unas Bridgestone Turanza que también han mantenido el tipo.

Sonoridad: Sin efectos colaterales. Avanzada tracción total que no añade aspereza mecánica ni síntoma de fricción. Tampoco lo hace el sistema de desconexión de cilindros del motor 1.4 TSi, salvo que agudices mucho, mucho, los sentidos.

Adelantamientos: 1.4 TSI, "pseudodeportivo". Aquí sí, vaya cómo se notan esos kilos extra que le tocan mover al 2.0 TDi 4Drive, aunque pese a ello, se siente rápido y ágil. Pero el TSI añade, además, poderío y un altísimo refinamiento de uso. 

Consumos: Bajos en términos absolutos. No encontrarás muchos SUV de 150 CV de gasolina que gasten tan poco como el Ateca. Lógica mayor desventaja para él en recorrido urbano, pero claramente compensado en carretera. El 2.0 TDi firma un más que notorio papel.

Conclusión: ¿es el Seat Ateca una apuesta segura?

Seat tiene un producto muy completo y de calidad. Puede que no veas en él la personalidad estética con que ha irrumpido en el Peugeot 3008. Quizá tampoco proyecte el empaque de los sorprendentes Hyundai Tucson o Kia Sportage, modelos que han estirado el segmento compacto hasta casi los 4,50 metros y que su credibilidad como buenos productos ha subido exponencialmente. Y es posible que el renovado Nissan Qashqai, que en breve llegará relanzando de nuevo al referente del mercado, le reste la actualidad y modernidad que en sí tiene el Ateca, pero, como conjunto, responde a lo que entendemos como un excelente y completo punto de equilibrio y sin un solo punto débil.

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