Saab está realizando una extensa actividad en busca de acuerdos comerciales, exenciones fiscales y apoyo institucional para introducir sus productos alimentados por biocombustible en España. Mientras mantiene reuniones con distintos estamentos y organismos nacionales, la marca ya ha dado el pistoletazo de salida en nuestro país a sus versiones comerciales del Saab 9-5 Biopower con una presentación a la prensa especializada celebrada en Madrid. Además de familiarizar a los asistentes con esta ecológica tecnología, los responsables de la marca sueca hicieron la presentación oficial de las dos variantes de la gama que serán vendidas en España. Son el Saab 9-5 2.0 t y el Saab 9-5 2.3t. Las dos están impulsadas por motores Biopower, los cuales admiten gasolina convencional o E-85, un biocombustible que mezcla etanol –alcohol salido del maíz- y gasolina en una proporción de 85 /15. Según la marca, la potencia de ambos motores se incrementa en un 30 y en un 14 por ciento, respectivamente, cuando se utiliza en su totalidad el combustible ecológico. Así, de 150 CV en el caso del motor de 2 litros se pasa a 180 CV y de 185 CV que rinde el motor de mayor cilindrada se pueden obtener hasta 210 CV. La cifra de par máximo también se ve aumentada ostensiblemente: hasta 28 mkg en el 2.0 y hasta 31 mkg en el 2.3.De este modo, se puede comprender que la flexibilidad, aparte del compromiso medioambiental, es una de las virtudes de esta tecnología, puesto que admite dos combustibles diferentes y mezclas de los mismos en un abanico amplio de proporciones. La potencia final rendida por cualquier motor Biopower dependerá, por tanto, de la pureza o del grado de mezcla existente de E-85 y gasolina, pero estará siempre en un abanico entre 150 y 180 para el motor de 2 litros y en uno de 185 a 210 CV para el de 2,3 litros.
En España existen pocos surtidores que suministren este combustible E-85, 4 en el País Vasco y 2 en Madrid. El último en ser abierto, en la capital de España, ha sido fruto de un acuerdo entre Abengoa, principal suministrador mundial de E-85, y General Motors España. Autopista.es dio en su momento una completa información acerca del pacto suscrito entre ambas compañías. En una época donde los compromisos adquiridos en Kioto para reducir el calentamiento global inspiran gran parte de las políticas medioambientales de los estados, Saab tiene en la tecnología Biopower un buen argumento para acaparar un nicho de mercado en crecimiento. Con una dotación, interior, imagen y comportamiento idénticos a los de las versiones impulsadas por combustible convencional, cuenta además con una mayor flexibilidad y una mejor respuesta, como hemos podido comprobar en la breve toma de contacto que tuvimos en Madrid con ambos modelos.
El ejemplo de su mercado local, el sueco, donde los vehículos impulsados por E-85 significan el 13 por ciento del parque de vehículos es revelador. Entre 2005 y 2006 la compra de la gama 9-5 Biopower se ha incrementado en un 204 por ciento, con 8.834 unidades vendidas y la proporción respecto a uno de los modelos ecológicos más demandados en todo el mundo, el Toyota Prius, es de 5 a 1. Claro está, en el país nórdico los compradores gozan de varios beneficios, como rebajas fiscales, exención del pago de la tasa de congestión (en Estocolmo) y aparcamiento gratuito en zonas de pago para el resto de vehículos, ventajas que aún distan mucho de ser realidad en un país como España, donde, además, apenas hay media docena de surtidores de etanol -en Suecia hay en torno a 500-. Asimismo, Saab ha dejado entrever las dificultades que tiene para llegar a un acuerdo con los responsables gubernamentales en nuestro país para potenciar el uso del E-85, en forma de exenciones de impuestos, por ejemplo. Y es que a nadie le gusta perder dinero. Tanto es así, que ha tenido que buscar apoyos en las corporaciones locales y administraciones autonómicas, más receptivas a este tipo de tecnología limpia.
Mientras tanto, los ingenieros de la marca siguen trabajando en los combustibles alternativos. La tendencia lógica es que en el futuro aparezca un biocombustible basado en el etanol puro. Podría estar más cerca de lo imaginado. Si, paralelamente, sus gestores y negociadores tienen éxito en sus reuniones al más alto nivel y consiguen más apoyos gubernamentales para impulsar esta tecnología, como en Suecia, obtendrá un enorme éxito a escala mundial.