Aunque sus medidas y la correcta visibilidad que proporciona la superficie acristalada hacen del Modus un vehículo perfecto para moverse por la ciudad (encontrar aparcamiento es uno de los problemas que mejor resuelve), lo cierto es que no se resigna a quedarse dentro de la urbe. La única mecánica Diesel de la que, de momento, ha sido dotado, permite a este Renault lanzarse a las carreteras y desenvolverse con soltura.El motor es el 1.5 dCi de 80 CV que ya está presente en el Clio. Tras pasar por nuestro banco de rodillos, ha revelado una potencia de 87 CV. Desde los primeros compases se muestra muy voluntarioso: es posible contar con una buena dosis de par a 2.000 rpm, por lo que subirá de vueltas con rapidez cuando lo demandemos. También es cierto que, a partir de las 3.500 revoluciones, la fuerza decaerá; llegados a este punto, será imposible hacer que su ritmo aumente. En cualquier caso, éste ya será suficiente: habremos alcanzado una velocidad de crucero de 150 km/h y la mantendremos sin esfuerzos. Otro cantar son las carreteras más complicadas, en las que el Modus acusa su peso: 1.269 kilos. Sin embargo, se reserva un as en la manga, pues ofrece un ritmo alegre (todo lo alegre que permiten sus 87 CV) que puede mantenerse sin problemas gracias –en parte- al buen trabajo del cambio. Éste tiene un tacto muy correcto y las marchas, además, están bien escalonadas. Este Renault proporcionará una gran confianza al conductor, que se verá sorprendido por su franca pisada (fruto de una generosa distancia entre vías, que supera los 1,4 metros en un vehículo cuya anchura no llega a los 1,7 metros) y su aplomo. Las suspensiones, bastante firmes para tratarse de un monovolumen, contienen la carrocería sin permitir bamboleos. Los pasajeros lo agradecerán, ya que no notarán secas sacudidas, ni acusarán excesivamente la inclinación del coche.El confort de marcha se ve aumentado por una contenida rumorosidad de la mecánica: Renault ha introducido un alternador pilotado en el Modus, que se desconecta al arrancar y cuando el vehículo está al ralentí, lo que disminuye los murmullos del motor. Según la marca gala, también influye positivamente en el consumo. Éste no es muy elevado: el gasto medio de combustible, según nuestro Centro Técnico, llega a los 6,1 litros/100 kilómetros, una cifra que mejora la oficial.Vale, las prestaciones no van a dejarnos boquiabiertos, pero sí lo hará el buen tono general que exhibe el Modus. Todo sucede suavemente, casi con cortesía. Si nos “pasamos de madre" (algo realmente difícil), el subviraje comenzará a insinuarse y nos permitirá llevar el vehículo hacia donde queramos ir. Basta con levantar el pie del acelerador y mover ligeramente la dirección –con asistencia eléctrica, variable en función de la velocidad- para que las aguas vuelvan a su cauce.Los frenos merecen una mención especial. Rápidamente notamos que su mordiente es acusada; el Modus parece detenerse con mayor facilidad que otros “minivolúmenes". La explicación está en el equipo empleado por Renault, que ha incluido discos en las cuatro ruedas, en lugar de montar tambores en el eje trasero. El resultado es una distancia de frenado bastante aceptable (75,4 metros), aunque conviene no forzar el sistema: su resistencia a la fatiga es algo limitada. Son pequeñas pegas que se añaden a un precio algo alto, pero… el comportamiento del Modus es tan bueno... y sus acabados son tan correctos... y su imagen es tan llamativa... ¿Quién podría resistirse?Renault parece decidida a obtener la máxima nota en seguridad con cada nuevo producto en el mercado. El Modus no podía ser menos y pasó las pruebas de choque de EuroNCAP con la máxima calificación, gracias a su estructura deformable y al sistema empleado para que la rueda de repuesto amortigüe un posible golpe. Si éste es fuerte, el neumático se desinfla.
RENAULT MODUS: 5 estrellas
