Renault Laguna 2.0 dCi 150 CV

Completamente consolidado en el segmento, el Laguna ha tenido que ponerse al día y refuerza su gama Diesel con un nuevo motor dCi. El resultado no lo notará sólo la capa de ozono: su conducción mejora muchos enteros.

Renault Laguna 2.0 dCi 150 CV
Renault Laguna 2.0 dCi 150 CV

Lo habrás leído. Gallardón y su equipo de Gobierno en Madrid parecen dispuestos a plantar cara a los vehículos que ellos denominan “sucios". Entre sus ideas figura el que paguen más impuestos los Diesel, pero... ¿no se acuerdan que hasta hace bien poco los han estado promoviendo?Además, las marcas de coches han hecho sus tareas. Para muestra, el Laguna que tenemos entre manos. Renault tuvo que poner al día sus mecánicas de gasóleo para que pasaran la Euro 4 y ¡vaya resultado!Que si unos inyectores piezoeléctricos, que si un nuevo filtro de partículas, que si más orificios y más inyecciones por ciclo... En fin, que sus mecánicos han conseguido dosificar con más precisión las cargas de combustible y aire. El motor contamina menos y –lo que no es menos importante- se ha hecho más efectivo. Olvídate del anterior Laguna con el motor 1.9 de 130 CV, un propulsor que no estaba a la altura de los modelos de la competencia. Ahora, monta un 2.0 dCi de 150 CV (nominales, porque en nuestro Centro Técnico hemos registrado más de 160 CV a 3.890 rpm). Y no sólo es cuestión de potencia, también ha mejorado muchos enteros en la forma de entregarla. Se gana en prestaciones, se reduce el consumo y, por si fuera poco, se ha vuelto más silencioso. ¡Vaya madurez la de este Laguna!Este Diesel funciona mejor a régimen alto, más allá de las 3.000 rpm. Tú ponlo en ruta, dale autopista, que el Laguna es un rodador de primera. No es el más rápido, ni el que menos gasta. Lo suyo son los maratones de larga distancia. Tiene una transmisión manual de seis relaciones, que te permitirá disfrutar de la conducción sin tener que estar todo el rato cambiando. Fíjate que, en sexta (mira los desarrollos del cambio) te permitirá alcanzar la máxima velocidad. Según nuestro Centro Técnico, de media precisa 7 litros de combustible para recorrer 100 kilómetros. No es un consumo récord (modelos como el Mondeo lo rebajan), pero –si lo unimos a su depósito de 68 litros- haz cuentas: te puedes ir olvidando de las gasolineras en casi 1.000 kilómetros. El Laguna lleva una equipación de primera. En la siguiente tira de imágenes te mostramos algunas de sus nuevas adquisiciones. Por ejemplo, nuestra unidad montaba un volante que combinaba cuero y madera. Bello, pero termina escurriéndose cuando llevamos muchos kilómetros. Renault sabe perfectamente a qué público se dirige con este Laguna. Grandes recorridos, probablemente en familia, mucha autopista y quizás un poco de montaña... Por eso, lo que prima es el confort. Las suspensiones resultan más blandas que las de otros modelos que hemos podido conducir. Sin embargo, el coche es muy eficaz en cualquier terreno. El tren trasero permanecerá inmutable por muchos puertos enrevesados de montaña que subas. Todo suavidad, excepto a la hora de frenar. Tendrás que acostumbrarte al tacto del freno, ya que –a primeras- te puede resultar algo brusco. Esta característica se nota aún más cuando nos movemos por ciudad. Lo habrás leído. Gallardón y su equipo de Gobierno en Madrid parecen dispuestos a plantar cara a los vehículos que ellos denominan “sucios". Entre sus ideas figura el que paguen más impuestos los Diesel, pero... ¿no se acuerdan que hasta hace bien poco los han estado promoviendo?Además, las marcas de coches han hecho sus tareas. Para muestra, el Laguna que tenemos entre manos. Renault tuvo que poner al día sus mecánicas de gasóleo para que pasaran la Euro 4 y ¡vaya resultado!Que si unos inyectores piezoeléctricos, que si un nuevo filtro de partículas, que si más orificios y más inyecciones por ciclo... En fin, que sus mecánicos han conseguido dosificar con más precisión las cargas de combustible y aire. El motor contamina menos y –lo que no es menos importante- se ha hecho más efectivo. Olvídate del anterior Laguna con el motor 1.9 de 130 CV, un propulsor que no estaba a la altura de los modelos de la competencia. Ahora, monta un 2.0 dCi de 150 CV (nominales, porque en nuestro Centro Técnico hemos registrado más de 160 CV a 3.890 rpm). Y no sólo es cuestión de potencia, también ha mejorado muchos enteros en la forma de entregarla. Se gana en prestaciones, se reduce el consumo y, por si fuera poco, se ha vuelto más silencioso. ¡Vaya madurez la de este Laguna!Este Diesel funciona mejor a régimen alto, más allá de las 3.000 rpm. Tú ponlo en ruta, dale autopista, que el Laguna es un rodador de primera. No es el más rápido, ni el que menos gasta. Lo suyo son los maratones de larga distancia. Tiene una transmisión manual de seis relaciones, que te permitirá disfrutar de la conducción sin tener que estar todo el rato cambiando. Fíjate que, en sexta (mira los desarrollos del cambio) te permitirá alcanzar la máxima velocidad. Según nuestro Centro Técnico, de media precisa 7 litros de combustible para recorrer 100 kilómetros. No es un consumo récord (modelos como el Mondeo lo rebajan), pero –si lo unimos a su depósito de 68 litros- haz cuentas: te puedes ir olvidando de las gasolineras en casi 1.000 kilómetros. El Laguna lleva una equipación de primera. En la siguiente tira de imágenes te mostramos algunas de sus nuevas adquisiciones. Por ejemplo, nuestra unidad montaba un volante que combinaba cuero y madera. Bello, pero termina escurriéndose cuando llevamos muchos kilómetros. Renault sabe perfectamente a qué público se dirige con este Laguna. Grandes recorridos, probablemente en familia, mucha autopista y quizás un poco de montaña... Por eso, lo que prima es el confort. Las suspensiones resultan más blandas que las de otros modelos que hemos podido conducir. Sin embargo, el coche es muy eficaz en cualquier terreno. El tren trasero permanecerá inmutable por muchos puertos enrevesados de montaña que subas. Todo suavidad, excepto a la hora de frenar. Tendrás que acostumbrarte al tacto del freno, ya que –a primeras- te puede resultar algo brusco. Esta característica se nota aún más cuando nos movemos por ciudad.