Renault Gran Espace 2.2 dCi Expression

La aplicación del «common-rail» al motor de 2.2 litros, que experimenta una total renovación, hace que el monovolumen grande de Renault gane muchos enteros en prestaciones y dinamismo.

Renault Gran Espace 2.2 dCi Expression
Renault Gran Espace 2.2 dCi Expression

El motor no se ha tirado a la basura, porque el bloque era perfectamente válido, pero la revisión que ha experimentado es de tal envergadura que podría hablarse de un propulsor completamente nuevo, de no ser porque conserva las cotas y capacidad de aquél. Para el nuevo motor 2.2 dCi del modelo grande de Renault, que también recibirá el nuevo Laguna II (todavía con algo más de potencia), no se ha escatimado tecnología. Ahora dispone de doble árbol de levas en cabeza con culata de dieciséis válvulas. La inyección indirecta deja paso a la inyección directa de gasóleo por medio del tan de moda conducto único o «common-rail» y los cambios también afectan al turbocompresor, antes fijo y ahora jubilado y reemplazado por uno de geometría variable, más acorde con los tiempos que corren y las prestaciones que se exigen. Todos estos cambios han propiciado un aumento de potencia y par sobresaliente, pues de 115 pasa a 130 CV y de 234 Nm se alcanzan 290 a sólo 2.000 rpm. El aumento de potencia y rendimiento en general hace que la conducción del Espace sea mucho más placentera, tanto por prestaciones, donde reduce casi un segundo en todas las aceleraciones frente al anterior modelo, como por recuperaciones, con resultados que rebajan hasta en tres segundos las mediciones que arrojó la anterior versión. La mejoría que experimenta esta unidad frente a la precedente es global y no sólo afecta al determinante funcionamiento del motor. La sonoridad interna no desciende, pero su ruido es menos molesto, lo que mejora el confort interior. También el apartado de los frenos experimenta una notable mejoría, no tanto en las distancias de frenado, que se mantienen en cifras razonables, como en la resistencia y precisión, pues ahora incorpora discos en el tren trasero. Además, el acabado Expression añade llantas de dieciséis pulgadas y neumáticos de mayor sección: 225/55. El cambio incluido en la gama Diesel de los Renault Espace es mucho más importante que añadir un anglicismo («common-rail») que, aún a muchos, les suena a tranvía, comuna o comida china. Hasta la fecha, la oferta de los Espace y Gran Espace con mecánica de gasóleo se limitaba al 2.2 dT de 115 CV. Un motor ya veterano, tosco y técnicamente anticuado con inyección indirecta y un solo árbol de levas, que debía mover una culata de tres válvulas por cámara como elemento de máxima sofisticación y modernidad. Su rendimiento no era malo, pero a duras penas movía con la necesaria alegría un coche de semejantes dimensiones. Y, además, su suavidad de marcha y agrado de conducción eran mejorables.