El Fiesta ST es el polo opuesto al Clio. Todo lo refinado que parece el Renault lo tiene de puro y rudo, como pequeño deportivo, el Ford: un bastidor sin compromisos, con suspensiones cortas y duras como rocas y una dirección rapidísima, con un motor que sigue esa línea, con mucho temperamento y sonido de carreras. Su presentación más espartana permite ajustar el mejor precio entres sus rivales.Tan refinado como puede ser el Clio, pero con una ventaja fundamental si nos dejamos llevar por las prestaciones: un modernísimo motor 1.6 Turbo que refortalece la respuesta en cualquier condición. No sólo por este motivo el 207 GT es más deportivo. Su chasis también adopta una configuración en esa línea. Amplio y relativamente cómodo delante, pero detrás no sobra espacio en ninguna dirección.Todo un veterano que, por bastidor y motor, es, al día de hoy, todavía una masiva fuente de eficacia y sensaciones deportivas. Su motor 1.8 Turbo es una delicia, de buen y mucho empujar. Y su “chasis ágil" no sacrifica facilidad, como el radical ST, por un comportamiento muy equilibrado como deportivo para todos los días, en esa otra faceta de utilitario.Clon del Ibiza o viceversa. Comparten espíritu, plataforma y mecánica. Pero el sello de Volkswagen y el apelativo de GTI lo lleva a soportar un precio muy elevado sin argumentos palpables, salvo que para muchos sea el genuino. Curiosamente compatibiliza su imagen y deportividad con cierta funcionalidad familiar al estar disponible con carrocería de 3 y 5 puertas. El Fiesta ST es el polo opuesto al Clio. Todo lo refinado que parece el Renault lo tiene de puro y rudo, como pequeño deportivo, el Ford: un bastidor sin compromisos, con suspensiones cortas y duras como rocas y una dirección rapidísima, con un motor que sigue esa línea, con mucho temperamento y sonido de carreras. Su presentación más espartana permite ajustar el mejor precio entres sus rivales.Tan refinado como puede ser el Clio, pero con una ventaja fundamental si nos dejamos llevar por las prestaciones: un modernísimo motor 1.6 Turbo que refortalece la respuesta en cualquier condición. No sólo por este motivo el 207 GT es más deportivo. Su chasis también adopta una configuración en esa línea. Amplio y relativamente cómodo delante, pero detrás no sobra espacio en ninguna dirección.Todo un veterano que, por bastidor y motor, es, al día de hoy, todavía una masiva fuente de eficacia y sensaciones deportivas. Su motor 1.8 Turbo es una delicia, de buen y mucho empujar. Y su “chasis ágil" no sacrifica facilidad, como el radical ST, por un comportamiento muy equilibrado como deportivo para todos los días, en esa otra faceta de utilitario.Clon del Ibiza o viceversa. Comparten espíritu, plataforma y mecánica. Pero el sello de Volkswagen y el apelativo de GTI lo lleva a soportar un precio muy elevado sin argumentos palpables, salvo que para muchos sea el genuino. Curiosamente compatibiliza su imagen y deportividad con cierta funcionalidad familiar al estar disponible con carrocería de 3 y 5 puertas. El Fiesta ST es el polo opuesto al Clio. Todo lo refinado que parece el Renault lo tiene de puro y rudo, como pequeño deportivo, el Ford: un bastidor sin compromisos, con suspensiones cortas y duras como rocas y una dirección rapidísima, con un motor que sigue esa línea, con mucho temperamento y sonido de carreras. Su presentación más espartana permite ajustar el mejor precio entres sus rivales.Tan refinado como puede ser el Clio, pero con una ventaja fundamental si nos dejamos llevar por las prestaciones: un modernísimo motor 1.6 Turbo que refortalece la respuesta en cualquier condición. No sólo por este motivo el 207 GT es más deportivo. Su chasis también adopta una configuración en esa línea. Amplio y relativamente cómodo delante, pero detrás no sobra espacio en ninguna dirección.Todo un veterano que, por bastidor y motor, es, al día de hoy, todavía una masiva fuente de eficacia y sensaciones deportivas. Su motor 1.8 Turbo es una delicia, de buen y mucho empujar. Y su “chasis ágil" no sacrifica facilidad, como el radical ST, por un comportamiento muy equilibrado como deportivo para todos los días, en esa otra faceta de utilitario.Clon del Ibiza o viceversa. Comparten espíritu, plataforma y mecánica. Pero el sello de Volkswagen y el apelativo de GTI lo lleva a soportar un precio muy elevado sin argumentos palpables, salvo que para muchos sea el genuino. Curiosamente compatibiliza su imagen y deportividad con cierta funcionalidad familiar al estar disponible con carrocería de 3 y 5 puertas. El Fiesta ST es el polo opuesto al Clio. Todo lo refinado que parece el Renault lo tiene de puro y rudo, como pequeño deportivo, el Ford: un bastidor sin compromisos, con suspensiones cortas y duras como rocas y una dirección rapidísima, con un motor que sigue esa línea, con mucho temperamento y sonido de carreras. Su presentación más espartana permite ajustar el mejor precio entres sus rivales.Tan refinado como puede ser el Clio, pero con una ventaja fundamental si nos dejamos llevar por las prestaciones: un modernísimo motor 1.6 Turbo que refortalece la respuesta en cualquier condición. No sólo por este motivo el 207 GT es más deportivo. Su chasis también adopta una configuración en esa línea. Amplio y relativamente cómodo delante, pero detrás no sobra espacio en ninguna dirección.Todo un veterano que, por bastidor y motor, es, al día de hoy, todavía una masiva fuente de eficacia y sensaciones deportivas. Su motor 1.8 Turbo es una delicia, de buen y mucho empujar. Y su “chasis ágil" no sacrifica facilidad, como el radical ST, por un comportamiento muy equilibrado como deportivo para todos los días, en esa otra faceta de utilitario.Clon del Ibiza o viceversa. Comparten espíritu, plataforma y mecánica. Pero el sello de Volkswagen y el apelativo de GTI lo lleva a soportar un precio muy elevado sin argumentos palpables, salvo que para muchos sea el genuino. Curiosamente compatibiliza su imagen y deportividad con cierta funcionalidad familiar al estar disponible con carrocería de 3 y 5 puertas.
Renault Clio 2.0 16V
En otros tiempos estaríamos ante un GTI de ciudad. Hoy este Clio de gasolina de 140 CV no tiene un papel claro, salvo que sigas con tu veto a los dominantes Diesel y necesites un utilitario que se desenvuelva también con absoluta autoridad en la carretera.
