El Range Rover Sport es heredero del Stormer, un “concept car" que Land Rover exhibió en el Salón de Detroit de 2004. Aquellas agresivas líneas se han dulcificado un poco para dar forma a este elegante y llamativo SUV, que se presentó en enero en el mismo salón estadounidense.
Ahora, la legendaria firma británica (hoy parte del grupo Ford), prepara la introducción de este nuevo modelo en España y lo hace en Girona, una zona idónea para pasar del asfalto más retorcido al campo sin solución de continuidad.
Este nuevo modelo será el quinto coche de la gama de Land Rover y costará entre 53.000 y 84.600 euros, situándose en el espacio que va del Discovery al Range Rover normal.
Además, supone la entrada de Land Rover en el segmento del mercado que más crece, el de los SUV de lujo, un territorio de ventas en el que se pelean coches como el BMW X5, el Porsche Cayenne, el Volvo XC90, el Mercedes ML y el Volkswagen Touareg. Dicen en Land Rover que su coche está muy cerca de estos competidores por deportividad, pero que les gana a todos en lo que es la esencia de la marca inglesa: las prestaciones 4x4. No es de extrañar que sea así, porque todos los Range Rover Sport llevan tracción permanente a las cuatro ruedas y reductora, además de un sofisticado sistema de gestión de la tracción, bloqueos de diferencial, etc.Gracias a esta combinación de carácter deportivo y buen hacer campero, en la casa británica esperan un alto grado de aceptación del Range Rover Sport en España. Para ello, cuentan con tres variantes mecánicas: dos de gasolina (4.4 V8 de 299 y 390 CV) y una Diesel (2.7 V6 de 190 CV). Además, hay disponibles cuatro acabados.
El coche está ya a la venta, pero las primeras unidades no se distribuirán hasta el 5 de mayo, coincidiendo con la inauguración del Salón del Automóvil de Barcelona. En Land Rover España también calculan que un 75 por ciento de las ventas serán de la motorización Diesel, mientras que el otro 25 por ciento se repartirá por igual entre los dos motores de gasolina.
Según José Carmona, consejero delegado de la firma en nuestro país, “este coche representa una gran oportunidad de crecimiento para nosotros".
Lo primero que llama la atención de este Range Rover Sport es su impresionante planta. El coche tiene el empaque clásico de los Range, pero aligerado con toques que tratan de darle un carácter más deportivo a la estética.
En palabras de Mike Sampson, responsable del diseño exterior del coche, se ha buscado “la deportividad pero manteniendo la fidelidad a las raíces de Land Rover".
Por esta razón, no es de extrañar la enorme similitud estética con el Range normal. A simple vista, podría parecer un Range Rover más pequeño, más compacto (mide 4,78 metros de largo, 14 centímetros menos que un Range normal). Pero, a poco que nos fijemos, aparecen los detalles.Para empezar, todo el coche luce una imagen más redondeada, más suavizada, con menos ángulos y aristas que los “hermanos mayores". Después, el rasgo más característico está en las líneas del parabrisas y de la zaga, que están mucho más inclinadas y tensas que en los otros modelos, claramente emparentadas con las líneas de los Range Rover de los años 80.
También Se añaden unos prominentes faldones laterales que, según Sampson, mejoran la aerodinámica y protegen los accesos al coche.
Además, se han limpiado los planos de la carrocería, se ha añadido un airoso spoiler trasero y se han abultado los pasos de rueda. Como remate, unas impresionantes branquias laterales y unas bandas de metal perforado en la parrilla frontal. Las llantas de aleación, que, como mínimo son de 17 pulgadas, ponen la guinda.
El resultado estético es un coche que, sin renunciar al sabor típico de los poderosos Range Rover, se adentra en las corrientes estéticas de los grandes SUV deportivos que tan de moda están.