Prueba: Suzuki Vitara 1.6 DDIS 4WD, SUV de buena familia

El Suzuki Vitara, el más carismático de la gama, vuelve con energías renovadas, listo para enfrentarse a una voraz competencia, con una imagen fresca, buenas dotes dinámicas y altas dosis de tecnología.

Pablo Mallo. Twitter: @p__mallo | Fotos: Juan Sanz

Prueba: Suzuki Vitara 1.6 DDIS 4WD, SUV de buena familia
Prueba: Suzuki Vitara 1.6 DDIS 4WD, SUV de buena familia

Después de haber dominado durante años un segmento ahora en alza, el Suzuki Vitara renace con una filosofía adaptada a los nuevos tiempos. Con un planteamiento enfocado al uso prioritario por carretera, pero sin dejar completamente de lado su faceta aventurera, esta versión de tracción total ofrece más contenido que nunca y lo adereza con algunos atractivos de los que no todos sus rivales pueden presumir, a pesar de que la competencia, y más en este segmento que en ningún otro, está multiplicándose por momentos. 

Nada más abrir la puerta resulta imposible no fijarse en las coloridas inserciones de nuestra unidad, personalizadas a juego con el llamativo color de la carrocería. Pedales, pomo, salpicadero, cerco de los aireadores, volante... no queda detalle sin colorear, lo que aporta cierta originalidad a un habitáculo de diseño más bien sobrio. En este acabado superior, las puertas cuentan con revestimiento parcial en piel vuelta, al igual que los asientos de tapicería mixta. Por lo demás, predominan los plásticos duros de apariencia indestructible y a prueba de niños. 

Suzuki VitaraTodavía con la llave inteligente en el bolsillo, pulsamos el botón de arranque para constatar un inequívoco sonido a Diesel, mucho más perceptible desde fuera del coche o con la ventanilla bajada. Aun pecando de alguna vibración por debajo de la zona óptima de par, situada a unas 1.600 vueltas, su respuesta es agradable y con determinación a la hora de acelerar, a lo que hay que añadir que el tacto de todos los mandos está muy conseguido. Sólo el cambio mantiene cierta reminiscencia de todoterreno y, en ocasiones, puede resultar algo áspero en frío, pero te acostumbras casi de inmediato. La dirección colabora en la tarea de lograr sensación de turismo, por rapidez y precisión, al igual que la postura de conducción. Esta última, si bien no presentaba problema alguno en nuestro caso, puede verse condicionada por el reglaje del respaldo, que no es por rueda sino mediante palanca, y no resulta del todo preciso, así como por la carencia de ajuste lumbar, algo bastante frecuente en este segmento.

Comportamiento

Pero lo mejor está por llegar, pues si hay algo en lo que nuestro Suzuki Vitara ha destacado con nota ha sido en materia de comportamiento. Cierta firmeza de suspensión denota que es un modelo pensado para realizar alguna que otra escapada por pistas sin asfaltar, de hecho muestra buenas aptitudes y se nota muy sólido en terrenos abruptos, a pesar de que la unidad probada presentaba una vibración superficial —el único "grillo" que hemos escuchado en varios kilómetros de pistas— en la zona del salpicadero. El bacheo es de calidad y el coche permite superar con mucha confianza las leves complicaciones que puedan surgir, siempre teniendo en cuenta que se trata de un SUV, con sus limitaciones en cuanto a ausencia de reductora y bloqueos de diferencial. La tracción total hace bien su trabajo y cuenta con un selector que nos permite elegir entre diferentes modos, Auto, Sport y Snow. El primero prioriza el reparto al tren delantero, pero desvía par a las ruedas posteriores si hay pérdidas de motricidad. En Sport, la respuesta del acelerador es más contundente, además se parte de un 20% inicial en el eje posterior, aumentando su reactividad e induciendo el giro muy ligeramente bajo aceleración. En Snow, que es también el modo idóneo para circular por terreno con barro, se intenta mantener un 50% de potencia en cada eje, pero el reparto sigue siendo variable para que las reacciones del coche sean siempre asequibles, de hecho, si aceleras sin piedad en plena curva resulta más subvirador que en modo Sport, aunque resulta más incisivo a la entrada de la curva si la abordamos demasiado rápido. Por último, cuenta con una función Lock, que se puede utilizar a poca velocidad en modo Snow, y que mantiene un reparto fijo 50/50. Es el único modo en el que se puede conectar el control de descensos. No está nada mal para un SUV de su tamaño, en el que el contenido peso, la reducida batalla y los cortos voladizos son valiosas armas para un conductor habilidoso. 

También en carretera salen a relucir las bondades del sistema de tracción total, así como un bastidor que ha demostrado ser uno de los puntos fuertes del modelo. La citada firmeza de suspensiones, sin llegar a resultar incómoda, ayuda a contener inercias y a lograr apoyos bastante rápidos a la hora de inscribir el coche en las curvas, de manera que transmite mucha confianza. Su relativa ligereza procura muy buena agilidad, pero muy difícilmente llegará a ponernos en aprietos, ya que siempre reacciona de manera noble y muy controlable ante imprevistos, incluso en pavimentos deslizantes. Precisamente por ello, admite sin rechistar una conducción muy dinámica, pues su límite de agarre es muy alto, además perdona cualquier error de conducción gracias a unas ayudas electrónicas eficaces y que hacen muy buen equipo con la tracción total, sin resultar excesivamente intrusivas. Al mismo tiempo, resulta interesante el equipamiento adicional de seguridad que incorpora, del que cabe destacar el sistema de aviso de colisión con frenada automática, ya sea para mitigar un posible impacto contra un coche que frena repentinamente, o para evitarlo completamente. 

Otro elemento de agradecer es que los faros incorporan tecnología led para la luz de cruce, complementados por largas tradicionales de tipo halógeno. La visibilidad es buena, también por la altura, el tamaño de los retrovisores y la amplia superficie acristalada de la que dispone el modelo, cuyos pilares no restan mucha visión. Si añadimos unas dimensiones bastante compactas y un diámetro de giro de 10,4 metros, obtenemos un coche muy maniobrable que se defiende bien en zonas urbanas e incluso en espacios reducidos. En definitiva, es un modelo con muchas posibilidades que te va transmitiendo sus virtudes a medida que lo usas. Y si te aburres, siempre puedes hablar con el sistema de reconocimiento de voz.