Prueba: Porsche Macan Turbo, lo mejor de tres mundos

El Porsche Macan Turbo es una nueva especie que vale para todo. Si no sabes si comprarte un buen turismo, un deportivo o un SUV de lujo puedes acertar con él.

Texto: Juan Ignacio Eguiara. Fotos: Mikael Helsing.

Prueba: Porsche Macan Turbo, lo mejor de tres mundos
Prueba: Porsche Macan Turbo, lo mejor de tres mundos

Con el Porsche Macan Turbo podemos decir por vez primera que ofrece el comportamiento de un deportivo y la polivalencia de un SUV. Aunque mucha gente en lugar de polivalencia lo que busca en este tipo de carrocerías es imagen y una falsa seguridad en caso de accidente. La verdad es que Porsche ha acertado plenamente con el Macan. El Cayenne es un cochazo, indudablemente, pero es demasiado grande y pesado. Sacar esta versión reducida permite obtener un modelo más equilibrado, completo y satisfactorio. Incluso me parece un coche mucho más bonito que su hermano mayor. Se trata de uno de los más espectaculares del mercado, sin llamar la atención por estridencias. En el interior uno se encuentra en un ambiente de confort absoluto. El puesto de mandos es perfecto, desde todos los puntos de vista. El panel de mandos es espectacular, con el estilo que inauguró el Panamera en su momento con una consola central con todos los botones y funciones al alcance de la mano. Por cierto, Porsche tiene una costumbre que podrían copiar el resto de marcas y es que cada función tiene su botón, está a la vista y perfectamente indicada. No hay posibilidad de confusión. Y es que hoy en día, con esa tendencia a ofrecer diseños minimalistas con salpicaderos limpios —sin nada salpicado, que era lo que le daba nombre— pues las funciones hay que buscarlas en las pantallas multifunción o en botones escondidos en los sitios más inverosímiles.

El habitáculo no puede ser perfecto y, por supuesto, ha tenido que sacrificar algo respecto a su hermano mayor. Está claro que no se puede hacer un coche más pequeño por fuera y que tenga el mismo espacio por dentro. Y en este caso quienes salen perjudicados son los pasajeros de las plazas traseras. Estás sí que son un poco justas para el planteamiento del modelo, pero más que suficientes para la gran mayoría; lo que sí me parece de buen tamaño es el maletero.

Porsche Macan Turbo pruebaPrestaciones de deportivo…

Pero es cuando te pones en marcha cuando el Macan Turbo te enamora. El habitáculo está perfectamente insonorizado y apenas se escucha el ruido de rodadura o el sonido el motor. El motor también tiene mucho que ver porque es un prodigio de finura. Se trata de una nueva generación de V6 a 90º fabricada por Porsche en Zuffenhausen y que tanto en la versión S, como en esta Turbo que nos ocupa, lleva una sobrealimentación con dos turbos. La diferencia de rendimiento en ambas versiones viene marcada por la cilindrada y diferente puesta a punto electrónica. Por ello el escalonamiento es de 60 CV, ya que el Turbo alcanza los 400 CV. Por ello el Macan Turbo es de los primeros frente al cronómetro. Y gracias en parte al buen trabajo del sistema Launch Control que se aprovecha del equipo de neumáticos opcional de 21” de diámetro.

Por supuesto es un tracción total, con el diferencial central de discos de manera que puede repartir el par hacia el tren delantero en la proporción que sea necesaria, incluyendo el 100%. Lo normal es que se comporte como un propulsión posterior, pero es tal el par que desarrolla que siempre se nota que está trabajando pasando motricidad delante. El cambio PDK con levas en el volante también es una maravilla con sus siete marchas. La última tiene un desarrollo un poco de desahogo para lograr buenos consumos en carretera, pero tampoco se le nota descolgado. Porque el poderío del motor puede con todo. En conducción modo normal, el sistema electrónico tiende a dejar el coche a vela en determinadas circunstancias como cuando levantas el pie, y es una sensación que no me gusta mucho en este coche. Posiblemente disminuya los consumos, pero a veces llegas un poco colgado a las curvas y no es agradable. Para evitarlo lo mejor es llevar siempre el modo Sport Plus que es una característica del paquete Sport Chrono que lleva este Turbo y que modifica la gestión electrónica para un uso más deportivo tanto de motor como de cambio, así como mayor dureza de la suspensión pilotada. Se puede mejorar todo con la suspensión neumática (1.700 euros) y un diferencial trasero autoblocante (1.700 euros) que permiten elevar todavía más los límites de este Macan. Además de poder incrementar la altura de la carrocería hasta los 23 cm (posee incluso un botón off road) o bajarla para un conducción más deportiva hasta los 15 cm.

Porsche Macan Turbo prueba…Y comportamiento de deportivo

Pero si con algo hay que quedarse en con el comportamiento y estabilidad. Como hemos dicho al principio, se comporta como una buena berlina deportiva. Pesa más de 2 toneladas y su centro de gravedad está algo más elevado, pero no se nota cuando llevamos el coche al límite. Porque el conductor no tiene que trabajar mucho con el volante para mantener el coche en su sitio. Se nota mucho que cuenta con una batalla y unas vías muy generosas y eso le proporciona una estabilidad sobre todo en las curvas rápidas. Con todos los controles desconectados apenas pierdes motricidad. Y es que las suspensiones de paralelogramo deformable en ambos trenes y la amortiguación son simplemente perfectas. Junto con el motor, lo mejor del coche. Lo que sí se nota en circuito es que el coche pesa a la hora de frenar, pero hay que decir que el equipo de frenos aguanta de maravilla un uso exigente. Y si alguien no se fía, puede optar por los cerámicos en opción por algo menos de 10.000 euros. Aunque considero que no son necesarios y además incrementaría en exceso una factura que ya de por sí es bastante alta porque el precio base del coche está por encima de los 93.000 euros. Si tenemos en cuenta que su hermano pequeño el Macan S cuesta 25.000 euros menos y equipa el mismo motor pero con 60 CV menos pues podemos decir que su principal enemigo lo tiene en casa.